Normalmente se denomina Sagrada
Familia constituida por Jesús, María y José. Colocado en posición, habría que
preguntarse cual es el objetivo de esta fiesta. Lo normal es que una fiesta
litúrgica destacando una dimensión cotidiana de la realidad, pretenda
presentarse de arquetipo de referencia para movernos adecuadamente en ella. Lo
malo es cuando el referente nos ha quedado estrecho y no nos entra.
Veamos si la reflexión nos conduce a
alguna parte.
En primer lugar, aclarar que, sin
quitarle un ápice al título de Sagrada que se adjudica a la familia de Nazaret,
generalmente hay que considerar sagrada toda realidad humana (familia) que es
presencia de Dios por la vida que engendra, que construye y que alienta. Dios
está ahí cuando esa vida se desarrolla y existe con unas características
concretas y definitorias.. Esa realidad, llamémosla familia, también es sagrada, y no lo digo con un perfil
eufemístico.
Pero además, por otro lado, es que el modelo
familiar tradicional no sirve, ha quedado obsoleto. Ciertamente no lo
manifestamos explícitamente. Pero en la praxi no se tiene en cuenta o al menos
no se toma en consideración. El sentido familiar, en nuestros días, presenta
una tremenda fragilidad. Y sin embargo, son enormemente prolijos los signos que
dibujan una situación familiar que no se
corresponde con la realidad. Y, ante est, creo que nos falta coraje para
enfrentarlo y afrontarlo. Acudimos a recetas prefabricadas: acudimos a
psicólogos, nos quedamos en la puerta con una aparente actitud de respeto hacia
el otro cuando lo que levantamos no son puentes sino muros , muros de papel, de
bambú, de cemento, de cristal, pero muros al fin.
Por último, decir que este modelo
tradicional de familia ha quedado
rebasado. Las familia monoparentales, homoparentales, disfuncionales, … ¿son
familias? ¿Cómo colocar estos textos de hoy en la realidad familiar de hoy?
¿Creemos que sirven?
Léanlos. Ahí los dejo. Son:
Eclesiástico 3, 2-6.12-14.
Colosenses 3, 12-21
Lucas 2, 41-52.
Saquen ustedes sus propias
conclusiones, sus propias consideraciones.
Yo, por mi parte, creo que, desde la
fe, hay que tener en cuenta y con claridad lo siguiente:
· La familia, con la estructura que conocemos o con otras que puedan irse
constituyendo, deben ser realidades donde se engendre vida, se respete la vida,
se eduque para la vida y esté al servicio de la vida. Todo esto para sus
miembros, pero no solo para ellos, sino también para los que entren en contacto
con ellos. Y esto es algo más que acudir
para comer.
· Y creo necesario que existan
ciertos elementos constitutivos. Por ejemplo:
COHESIÓN , en función de un proyecto,
ARMONÍA, que no quiere decir
uniformidad, pero si aceptación
respetuosa de las diferencias,
AFECTIVIDAD,
ADAPTAVILIDAD que no significa cerrar
los ojos ante todo sobreatentando, así, la cohesión .
También la definición y asunción de roles
Y la COMUNICACIÓN.
No se me ocurren recetas para
lograrlo. Pero creo que las personas debemos prepararnos para constituir una
familia.
La lluvia cae del
cielo, pero antes deja la sal en el mar, viaja montada en una nube y madura
para regar la tierra.
Que Dios nos ayude a todos.
Un abrazo
José Luis Molina
26 de diciembre del 2021
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