domingo, 31 de octubre de 2010

TODOS LOS SANTOS





Porque creo que esa marcha de los ciento cuarenta y cuatro mil (Ap. 7) no es una marcha de individualidades, hoy, al felicitaros, quiero hacerlo con este poema en el que entiendo que ese caminar hacia la santidad pasa por la comunión y la fidelidad al otro, a los otros.







¡Qué bueno sentir


la sombra de un amigo


que alivia tu calor!



¡Qué bueno notar

los brazos de un amigo


rodeando tus hombros!



¡Qué bueno saber


que esa sombra te acoge,


que esos brazos te animan!



¡Qué bueno es encontrar,


rompiendo oscuridades,


los ojos de un amigo


que te inundan de luz!



¡Qué gozo da sentir


los pasos de un amigo


que quedo, sí,muy quedos,


caminan con los tuyos


y en el verde alfombrado


son caricias al viento!


Y si, pisando, crujen,


por nuestros pies holladas,


las hojas que cayeron


por viento o por otoño,


hagamos del sonido


melódica esperanza


que de las ramas cuelgue.




¡Qué bueno que es sentir

que en la tierra fundimos


raíces que nos unen
y al cielo nos levantan

en única ascensión!


¡Qué bueno, sí, que lindo
es sentirte, mi amigo,
es tenerte, mi amigo,
es saberte, mi amigo,

y juntos compartir
la luz del infinito
filtrada entre los árboles
y ser ...
agua donde se refleja

tu rostro, tus ansias,

tus sueños, tus ojos

y el grito de justicia

que los montes repiten!


¡Qué bueno que tú, amigo,
seas árbol que te mires

en el espejo claro
de la luna indiscreta

plateando tus hojas

de eternidad azul!


José Luis Molina

domingo, 24 de octubre de 2010

JOSÉ ANTONIO PAGOLA

José Antonio Pagola es sacerdote español, licenciado en Teología por la Universidad Gregoriana de Roma (1962) y en Sagradas Escrituras por el Instituto Bílbico de Roma (1965). Fue secretario de José Ma. Setiem, obispo de San Sebastian.
Como teólogo ha escrito numerosas obras pero es con el libro "Jesús, aproximación histórica" (2007) que empieza a ser un teólogo más de los que tienen problemas con la institución eclesiástica. Por este libro fue fuertemente criticado por la Conferencia Episcopal Española hasta que, con su condena, consiguieron que el libro fuera retirado de las librerías especializadas pese a que contaba con el nihil obstat y el imprimatur de monseñor Uriarte, entonces obispo de San Sebastian y que el respaldo de los cristianos desde la base fue abundantísimo

SOBRE LA ORACIÓN




LA POSTURA JUSTA

Según Lucas, Jesús dirige la parábola del fariseo y el publicano a algunos que presumen de ser justos ante Dios y desprecian a los demás. Los dos protagonistas que suben al templo a orar representan dos actitudes religiosas contrapuestas e irreconciliables. Pero, ¿cuál es la postura justa y acertada ante Dios? Esta es la pregunta de fondo.
El fariseo es el observador escrupuloso de la ley y un practicante fiel de su religión. Se siente seguro en el templo. Ora de pie y con la cabeza erguida. Su oración es la más hermosa: una plegaria de alabanza y accíon de gracias a Dios. Pero no le da gracias por su grandeza, su bondad o misericordia, sino por lo bueno y grande que es él mismo.
Enseguida se observa algo falso en esta oración. Más que orar, este hombre se contempla a si mismo. Se cuenta su propia historia llena de méritos. Necesita sentirse en regla ante Dios y exhibirse como superior a los demás.
Este hombre no sabe lo que es orar. No reconoce la grandeza misteriosa de Dios, ni confiesa su propia pequeñez. Buscar a Dios para enumerar ante él nuestras buenas obras y despreciar a los demás es de imbéciles. Tras su aparente piedad se esconde una oración "atea". Este hombre no necesita a Dios. No le pide nada. Se basta a si mismo.
La oración del publicano es muy diferente. Sabe que su presencia en el templo es mal vista por todos. Su oficio de recaudador es odiado y despreciado. No se excusa. Reconoce que es pecador. Sus golpes de pecho y las pocas palabras que susurra lo dicen todo: "¡Oh Dios!, ten compasión de este pecador".
Este hombre sabe que no puede vanagloriarse. No tiene nada que ofrecer a Dios, pero si mucho que recibir de él: su perdón y su misericordia. En su oración hay autenticidad. Este hombre es pecador, pero está en el camino de la verdad.
El fariseo no se ha encontrado con Dios. Este recaudador, por el contrario, encuentra en seguida la postura correcta ante él: la actitud del que no tiene nada y lo necesita todo. No se detiene siquiera a confesar con detalle sus culpas. Se reconoce pecador. De esta conciencia brota su oración: "Ten compasión de este pecador"
Los dos suben al templo a orar, pero cada uno lleva en su corazón su imagen de Dios y su modo de relacionarse con él. El fariseo sigue enredado en una religión legalista: para él lo importante es estar en regla con Dios y ser más observante que nadie. . El recaudador, por el contrario, se abre al Dios del Amor que predica Jesús. ha aprendido a vivir del perdón, sin vanagloriarse de nada y sin condenar a nadie.
José Antonio Pagola
Red evangelizadora BUENAS NOTICIAS.
Domingo 30 Tiempo Ordinario C. Lucas 18, 9-14

sábado, 16 de octubre de 2010

QUITO Y ECUADOR VOLVIERON A DEFINIRSE

























Así lo hicieron el pasado 15 de octubre. En una manifestación multitudinaria de varias decenas de miles de quiteños y de ecuatorianos venidos de todas las provincias, arrancando del Parque del Arbolito, a las 3 p.m. recorrieron las calles de Quito hasta llegar a la emblemática e histórica plaza de San Francisco que terminó abarrotada así como las calles aledañas. Eran miles de pancartas, banderas de Alianza País (partido del gobierno) de las distintas provincias, de los distintos movimientos sociales y agrupaciones, etc. Con las pancartas y distintas consignas, tales como "Correa, amigo, el pueblo está contigo", Ecuador mostró su rechazo a la intentona golpista de la policía y otros agentes políticos y económicos, del pasado 30 de septiembre, así como su apoyo al Presidente Rafael Correa y al sistema demócrático del paí
Intiruna también estuvo allí.













En la tribuna estuvieron el Alcalde de Quito, el Presidente de la Asamblea Nacional, el Canciller, el Vice-Presidente y para terminar, con multitudinarias aclamaciones por parte de los asistente, el propio Presidente Correa.



Entre lo que el Vicepresidente Lenin Moreno transmitió como mensaje, tal vez haya que destacar su pronunciamiento ante la realidad de que la oposición golpista ni ha desaparecido ni duerme y bpor lo tanto existe el riesgo de nuevos intentos. Frente a ello declaraba imprescindible la organizacón desde altos estamentos hasta los niveles más básicos de la ciudadanía, para hacer prevalecer sus derechos soberanos.

Correa, por su parte, en su alocución, aportó nuevos datos sobre los hechos del 30 de septiembre, tuvo emotivas palabras para las víctimas, señaló que si bien triunfo la Revoloución Ciudadana y el pueblo frente a los golpistas, en jornadas como aquella todos somos perdedores
desde este derramar sangre de hermanos. Pero se mantuvo con energía en su compromiso con el pueblo que lo eligió y la Revolución Ciudadana en marcha.

jueves, 14 de octubre de 2010

MINEROS DE CHILE


La gente decía: "La tierra los está pariendo"


Con este cuadro de Marcia Toca, desde Intiruna queremos expresar y adherirnos a la alegría generalizada del planeta por la recuperación de estas personas en un alarde de esfuerzo y solidaridad. ¡Qué bueno si las noticias fueran siempre como ésta!

lunes, 11 de octubre de 2010

ME GUSTA ESTA GENTE


Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente y de frente, pero sin lastimarme ni herirme.

La gente que tiene tacto.

Me gusta la gente que tiene sentido de la justicia.

A esos los llamo mis amigos.


Mario Benedetti

sábado, 2 de octubre de 2010

ASÍ VIVÍ EL 30 DE SEPTIEMBRE





Cuando en la mañana comenzamos a tener conocimiento del levantamiento de un sector de la Policía Nacional, sentí dolor y repugnancia: Un estamento que se encuentra, en sus emolumentos, muy por encima de otros funcionarios públicos (700 $ frente a los doscientos y pico de los maestros, por ejemplo) y que organiza la que organizó porque una ley les puede arrebatar sus prebendas, chanchullos, sus privilegios, ..., poniendo en juego todo lo que en el país se ha avanzado no merecía otra cosa que el desprecio como mínimo. Éste aumentó cuando fueron llegando noticias de como sucedieron los hechos: El trato vejatorio e indigno que propinaron al Presidente que, en un alarde de categoría humana, se había desplazado al lugar del amotinamiento para dialogar y que terminó reteniéndolo como prisionero.



No podíamos mandar los niños a sus casa a media mañana. Así que tuve que permanecer en la Escuela, intentando asomarme a los noticieros cada vez que podía, hasta que terminamos el comedor.



Mientras había tenido conocimiento de que, respondiendo a las distintas llamadas y convocatorias, iban aumentando los quiteños que se plantaban en la Plaza de la Independencia (Plaza Grande) para manifestar su adhesión y respaldo a Rafael Correa, y otra multitud, al mismo tiempo, se dirigía por la Avd. Mariana de Jesús, por el sector de Las Casas, por la Occidental, al Hospital de la Policía donde mantenían secuestrado al Presidente.



















Yo y los que salimos juntos (profesores, cocinera, y albañiles - que están terminando las obras del cerramiento-) unas veces caminando y otras atrapando un autobús cuando era posible, optamos por el segundo destino.






Así llegamos a la zona de la Mariana de Jesús donde nos fuimos integrando con miembros de Intiruna. (Otros estaban en la Plaza Grande). Todo esto me hacía, dentro de la turbación del momento, sentir una cierta satisfacción: estábamos creciendo y descubriendo la dimensión política de nuestra fe y por ello Intiruna no podía estar ausente o mantenerse al margen.














Cuando llegué a la mencianada Mariana de Jesús, ante la multitud concentrada para exigir la liberación del Presidente, vinieron a mi memoria referencias concretas tales como "... había una muchedumbre inmensa que nadie podía contar, de toda clase y situaciones. ¿Quiénes eran? ¿De dónde había venido y a qué?. De todo Quito, respaldados por todo Ecuador, a defender, en medio de la gran tribulación, sus vestiduras nuevas de un futuro en marcha" (Apocalipsis 7, 9.13-14). Había paralíticos, mujeres cargando con sus bebés, embarazadas, ancianos,... toda una multitud. Y recordé: " los ciegos ven, los cojos andan y los pobres tienen una buena noticia por la que pelear" (Mt. 11, 5).






Y no fue sorpresa; sí constatación. Quito es una ciudad donde es sumamente frecuente encontrar hábitos y distintivos religiosos en personas que así se ubican en la sociedad y se distinguen perteneciendo a cierto status preferencial. Pues bien, no vi hábitos, ni cofias monjiles, ni alzacuellos, clegriman, bonetes, pectorales o mitras. Puede ser que hubiera ovejas, pero los pastores habían huido (Jn. 10, 12)


Había lágrimas: lágrimas de ira, de indignación y lágrimas por las bombas lacrimógenas lanzadas en verdadero despilfarro, junto con piedras y perdigones. (También balas que se cobraron la vida de algún civil). Y nuevamente surgió en mi una banda sonora: "Los que lloran por la justicia, tendrán consuelo" (Mt. 5, 5-6). Porque, yo al menos, lloraba de impotencia ante la violación de los Derechos Humanos de un pueblo que clamaba se respetara lo que él había elegido mientras era brutalmente reprimido por quienes tenían el deber y el compromiso de respaldarlo. ¿Hasta dónde podrá generar el ser humano situaciones de demencia?



Pero mi garganta se quebró y mis ojos se nublaron cuando el comando militar cruzó por entre la multitud y la multitud a una voz gritaba: ¡LIBEREN A CORREA! ¡LIBEREN A CORREA!.







Yo, antimilitarista, objetor de conciencia,... me situaba en el 23 F de Tejero en España, en esas escenas, tantas veces vistas en el cine, de la entrada de los aliados en Berlín, ...



Y cuando, ya en las postrimerías de los acontecimientos, protegido detrás de un muro, escuchaba la tremenda balacera con la que se liberaba al Presidente, recordaba mi enojo inicial ante la estúpida obcecación de estos infelices policías, me congratulaba con el pueblo de Quito que en esta respuesta cohesionada había sabido exigir sus derechos y colaborar a la liberacíón de su presidente.


Dios mío, ¡cómo sentía que escuchabas nuestras plegarias y acogías mis lágrimas!


Corrimos: ¡La Plaza Grande! ¡El fin de la pesadilla!. Cantos, bailes, banderas y ... un regusto infinitamente amargo: La ambición política (pues vivimos convencidos que detrás de todo esto hay un intento de golpe de Estado de los que no se resignan a perder sus poderes fácticos y sus privilegios), la ambición económica, etc, ...se habían cobrado, una vez más, vidas humanas.




¿Hasta cuándo?



José Luis Molina












































































viernes, 1 de octubre de 2010

LO QUE PASÓ EN ECUADOR


Ayer, alrededor de las 8 y 30 de la mañana, tuvimos la noticia de que los policias se habian declarado en huelga.




Desde la oficina entrabamos y saliamos queriendo enterarnos de lo que sucedia por la TV. Vimos las imàgenes de la llegada del Presidente y de las agresiones verbales y fìsicas que recibio, aunque hoy hemos logrado ver más en detalle el ultraje del que fue vìctima.




En el transcurso del dìa los ànimos se fueron caldeando y los nervios se nos fueron poniendo de punta. Se daban datos de cómo la policia se iba acordonando en sectores e impidiendo el movimiento vehìcular y los asaltos en bancos y lugares comerciales en varias partes del paìs.




Ante esto, la gente se fue convocando a movilizarse para defender la DEMOCRACIA y a su Presidente Rafael Correa. Desde radio La Luna, radio emblemàtica de Quito, nos covocaban a la Plaza Grande, al Regimiento Quito (donde mantenian secuestrado al presidente), a la Asamblea del Ecuador (antes Congreso).




Muchos dejamos nuestros asientos de oficina y nos dirigimos convencidos de que debiamos defender lo hasta ahora construido con el Presidente mas digno que hemos tenido en la historia ecuatoriana.La agresión por el personal de policia no se hizo esperar. Mucha gente fue golpeada, un amigo mìo y gente que encontre en el camino fue herìda, algunos como dije por la policìa y otros por gente del MPD y UNE (los seudo representantes de la izquierda revolucionaria)




En la Plaza Grande la gente se iba concentrando poco a poco. Los ministros y alcalde de Quito organizaron a la gente para quedarse un grupo en la Plaza Grande resguardando el lugar sìmbolico de la democracia y otro para ir a rescatar a nuestro presidente.




Asì algunos marchamos desde el Centro hasta el sector del Regimiento Quito, la verdad es que me emocionó ver tanta gente convencida en su marcha. Habia jòvenes, mujeres, grupos de trabajadores, oficinas (de a terno y taco) todos con una sola consigna: lograr la libertad de nuestro presidente. Los medios dicen que eran simpatizantes del partido de gobierno, eso es tremendamente falso como todos lo que dicen estos medios perversos; fuimos ciudadanos libres y hasta muchos crìticos al gobierno pero estuvimos convencidos de que teniamos que defenderlo. Ayer vimos quien es quien, los seudo izquierdosos, los silencios còmplices del Pachacutik, de la CONAIE y de tantos otros que hoy mismo me decepcionan.





Ayer gritamos ¡QUITO NO SE AHUEVA CARAJO!





La gente desde las casas salia a dar ànimo y como la caminata era larga salian con valdes de agua para refrescar a los que caminábamos; fuimos muchos que no nos cansamos ni nos amedrentamos.Al llegar al sector de Las Casas, nos topamos con pelotones de policias que empezaron a bombardearnos con gas lacrimògeno. Corrimos y volvimos, buscamos otras formas de llegar al Regimiento Quito y lo logramos.Ahì fuimos reprimidos y vimos como agredieron al Canciller Patiño.Todos los alrededores del sector estaban inundados por ciudadanos que protestaban ante el evidente GOLPE DE ESTADO que se habia dado, aunque los medios de comunicación privados lo querian disfrazar de una simple protesta de reivindicaciones gremiales; igualmente todos los alrededores estaban acordonados con policias que bombardeaban a los manifestaban con bombas. Avanzabamos y retrocediamos; era como le dije a un amigo la canción de Piero en vivo, esa que dice "pasan los estudiantes porque les persiguen los policias, pasan los policias porque les persiguen los estudiantes".Pude ver como se disparo a mansalva, gente que recibio impactos de perdigones, gente asfixiada, pero sobretodo vi que la gente de Quito cada vez se manifestaba con más y más fuerza llegando a las inmediaciones de donde se tenia secuestrado a Rafael Correa. Así transcurrió el tiempo y la angustia. Las noticias que recibiamos de los medios eran conmovedoras unas veces, espeluznantes otras: sobretodo el intento de tomarse las instalaciones del canal y radio pùblica por parte de simpatizantes de Sociedad Patriotica.





Así llegaron las 8 de la noche y por fin llegaron los militares, que entre vitores fueron recibidos con el grito unànime ¡LIBEREN A CORREA! ¡LIBEREN A CORREA! No tardaron los minutos y empezaron los disparos, corrimos a resguardarnos y logramos ver ràfagas mientras alguno se tiraba al piso.





La angustia y la oración pidiendo que el Presidente no fuera herìdo estaba en el corazòn de todos.





A pesar de que ya nos hallabamos a distancia del lugar las balas se oìan con fuerza y cada vez mas cerca.





Supimos por las radios portàtiles que llevaban algunos que el Presidente habia sido rescatado y que lo llevaban al Palacio de Gobierno. Nos abrazamos y corrimos a lugar seguro pues las balas seguian oyendose.





Al poco rato la gente se aglutinaba a las calles con pitos y aplausos, dirigiendo su camino a la Plaza Grande. Alcanzamos a llegar al lugar y en medio de cantar el Himno Nacional gritamos por la libertad y la democracia.





Este momento nadie nos lo arrebata.Son muchos los sentires ahora, yo me he puesto a llorar viendo la tele por la dimensiòn de lo vivido y lo que está por debajo, los intereses ocultos y el peligro en que se cierne nuestro proyecto de paìs.





Como le dije a una amiga ayer, GRACIAS POR QUE PODEMOS SONREÌR Y AUN CONTAMOS CON NUESTRO PRESIDENTE.





Y para terminar como dijo Rafael Correa ayer ¡HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!





Gracias a todos por escribir y por su preocupaciòn.

Marcia Toca