martes, 31 de agosto de 2021

EN SÍNTESIS

 



Hoy quiero ofreceros una reflexión en forma de esquema. Espero que este procedimiento sea apropiado y fácil de comprender.

1º.- ¿Qué tienen en común las tres lecturas?

Las tres lecturas subrayan lo esencial de la praxis, de la práctica.

La experiencia de Dios tiene que llevarnos a la práctica, a una manera concreta, inconfundible, no ambigua, de entender la vida, lo que somos y lo que hacemos.

·       1ª lectura: “Acojan las propuestas de Dios y pónganlas en práctica”

·       2ª lectura: “Pongan en práctica la Palabra y no se contenten solo con oírla, de manera que no se engañen a ustedes mismos”

·       Evangelio: “Hipócritas… este pueblo me honra con los labios pero su corazón está lejos de mi. Me rinden culto vacío.

2º.- Consecuencia de esto

No vale decir sí, decir amén y echar agua bendita. Si la experiencia de Dios nos lleva a la praxis, a poner por obra esa experiencia, seremos signos y otros podrán tener también esa experiencia:

·       1ª lectura: “Serán sabios y prudentes a los ojos de los pueblos que descubrirán a Dios cercano. Conocerán la justicia”

·       2ª lectura:La praxis (la religión pura e intachable a los ojos de Dios) es preocuparnos por ser servicio para los demás (huérfanos y viudas) y no cómplices de corrupción, engaño y opresión.

·       Evangelio: “La bondad nace del interior del hombre y la maldad también. No serán ni buenos ni malos los gestos y las reverencias. Pero el que come perejil por la boca le salen as ramas: los robos, homicidios , adulterios, codicias, injusticias, envidias, difamación, etc nacerán de un corazón empozoñado  pero no de u corazón convertido a Dios”

En resumen

¿Damos catequesis para aprender doctrina o para ofrecer  y proponer pautas de conducta para el hacer, actuar y construir el día a día?

Según las lecturas de hoy está claro lo que debe ser.

Un abrazo

José Luis Molina

28 de agosto del 2021

TRES PALABRAS PARA HOY

 



 

Seguramente podrían elegir otras palabras. Lo mismo más acertadas. Pero a mi me han surgido éstas y a partir de ellas  os ofrezco mi reflexión.

Y es qe, para cada lectura, me surgió una palabra que la tesumía.

Para la primera lectura la palabra OPCIÓN

Para la segunda, PARIDAD.

Para el Evangelio, CORRESPONSABILIDAD.

Vamos a ello.

La primera lectura trata de la Asamblea de Siquen. Siguiendo el relato al pie de la letra, el pueblo de Israel ha superado el éxodo y se ha asentado en la tierra prometida.

Y entonces se manifiesta la frontalidad de Dios. Dios encarga a Josué que reúna al pueblo, empezando por sus dirigentes, y les plantea la tesitura: “Os toca elegir al Dios del éxodo, el Dios liberador o a otros dioses. Y el pueblo que tiene la experiencia del dios que los hizo libres y los impulsó y fortaleció en su proceso de liberación, del que conocen sus signos, decide por él con una frase contundente: Declaran, confiesan y deciden que “El Señor es nuestro Dios”.

No es un dios que pase factura el que se manifiesta en Siquén.  Es un Dios que ofrece, da y del que se tiene experiencia para que puedan decidir en libertad. Y esta opción es posible, subrayo, porque tienen experiencia de él. Sin ella, sin esa experiencia, sería imposible.

Y, entonces, yo me pregunto:

El equivalente de Siquén es nuestro bautismo. En él, optamos por Jesucristo. Sin experiencia liberadora de Jesús, es imposible optar por él.

En nuestra praxi, ¿existe esta situación de opción?.

Sin experiencia de Jesús, (a lo sumo, y en muchos casos , muy a lo sumo, conocimiento teórico de una doctrina)  ¿podríamos realizar, objetivamente, esa opción?

¿La he puesto por obra alguna vez con todas sus consecuencias?

 

De la segunda lectura la palabra es PARIDAD. Este texto, (Efesios 5, 21-32) es tremendamente contravertido. Miles de mujeres y de hombres lo escucharon en su boda para justificar, bajo el paraguas de  la religión, el machismo, el sometimiento y hasta violaciones legalizadas. Hoy es tremendamente contestado, y con razón, por una enorme mayoría de personas que luchan por conseguir la igualdad (paridad) de derechos, de dignidad y de posibilidades vitales de la mujer frente al hombre. Es más, la interpretación tradicional y literal  de este texto paulino, a muchos nos parece pecado, entre otras cosas, de injusticia.

Y creo que, humana y culturalmente, puede tener de todo esto y en que el uso y el abuso interesado que se ha hecho del mismo, lo complica aún mas.

Sin embargo yo me aferro a un pronunciamiento que me parece radical y definitivo: El de la paridad. La mujer y el marido, desde la comunión amorosa no debe suponer superioridad sino paridad.: son un mismo cuerpo, una misma realidad vital que, aunque tenga dos partes, constituyen la realidad paritariamente.. Y esta paridad planteada también merece una reflexión y una palabra de respeto y reconocimiento de dignidad en los “diferentes.” (Utilizo esta expresión para entendernos, pero es un eufemsmo que como tal tampoco me gusta)

¿Cuál es nuestro posicionamiento en este terreno?

¿Soy recalcitrante, reacio, o trato de avanzar (crecer) en comportamientos paritarios?

Y por último, para el Evangelio la palabra CORRESPONSABILIDAD.

En este domingo llegamos al final de este capítulo eucarístico, el capítulo 6 de San Juan, el caítulo del Pan de Vida.

En el domingo anterior, no leído por la fiesta de la Asunción, Jesús dijo muchas cosas. Por ejemplo:

Yo soy el Pan de Vida eterna, el alimento esencial, fundamental, insustituible, para tener vida eterna.

Se tiene “vida eterna”, “vida de Dios”, quien se alimenta de Jesús, aquellos para quienes Jesús, el Jesús buena noticia es piedra angulas, base de sustentación.

Y este Jesús buena noticia es el que quiere un mundo distinto, como distinto lo quiere Dios. Por tanto se alimenta de Jesús no el que come muchas hostias para seguir igual y, el luchar por la vida que quiere Dios, que lo hagan otros. Alimentarse de Jesús es convertirlo en cimiento de todo nosotros. Y , cuando lo hacemos así , nos convertimos en corresponsables, compañeros de tajo, amigo. Esto es comunión que se culmina cuando una realidad así la sacramentalizamos.

Esto escandalizó a muchos judíos y a muchos discípulos que le volvieron la espalda y lo abandonaron. Sn embargo es tan esencial lo que dice que no rebajó ni rectificó un ápice para que no se fueran. Los dejó irse porque qien no acepte esta invitación a la corresponsabilidad se queda fuera de la vida eterna.

¿Cómo es mi comunión?

Densas las lecturas de hoy. Que nos aprovechen. Un abrazo

José Luis Molina

22 de agosto 2021

 

 

domingo, 29 de agosto de 2021

LEONARDO BOFF: LA FUERZA DE LOS PEQUEÑOS

 

"Lo que invalida el miedo y sus secuelas es el cuidado de unos a otros"Boff: "Hemos construido una sociedad asentada sobre la competición y no sobre la cooperación"

Educação e ecologia
Educação e ecologia

Vivimos cansados existencialmente, por las personas queridas que perdemos, por las amenazas de contaminarnos y todavía más por no poder entrever cuándo va a acabar todo esto. ¿Qué vendrá después?

Estamos siempre buscando construir un paraíso posible. Vivimos haciendo travesías arriesgadas. Nos acechan amenazas por todas partes. Y en este momento con el virus, como nunca antes

En estos tiempos sombríos bajo la acción peligrosa de la Covid-19 un manto de temor y de angustia se extiende sobre nuestras vidas. Vivimos cansados existencialmente, por las personas queridas que perdemos, por las amenazas de contaminarnos y todavía más por no poder entrever cuándo va a acabar todo esto. ¿Qué vendrá después?

Un israelita piadoso que pasó por la misma angustia nos dejó retratada su situación en el famoso salmo 23: “El Señor es mi pastor, nada me falta”. En él hay un verso que viene justamente a propósito de nuestra situación: “Aunque camine por el valle de la muerte nada temeré, porque tú vas conmigo”.

La muerte bíblicamente debe ser entendida no solo como el fin de la vida, sino existencialmente como la experiencia de crisis profundas tales como grave peligro de la vida, persecución feroz de enemigos, humillación, exclusión y soledad devastadora. Se habla entonces de descender a los infiernos de la condición humana.

Cuando se reza en el credo cristiano que Jesús descendió a losinfiernos, se quiere expresar que conoció la soledad extrema y el abandono absoluto, hasta por parte de su Padre (cf. Mc 15,34). Él pasó efectivamente por el valle de la sombra de la muerte, por el infierno de la condición humana. Es consolador, entonces, oír la palabra del Buen Pastor: “no temas, yo estoy contigo”.

Dante y Virgilio avanzan, como en un cómic, por los círculos del Infierno según S. Botticelli
Dante y Virgilio avanzan, como en un cómic, por los círculos del Infierno según S. Botticelli

Nuestro gran novelista João Guimarães Rosa en Grande Sertão: Veredas bien observó: “vivir es peligroso”. Nos sentimos expulsados del jardín del Edén. Estamos siempre buscando construir un paraíso posible. Vivimos haciendo travesías arriesgadas. Nos acechan amenazas por todas partes. Y en este momento con el virus, como nunca antes.

Por más que nos esforcemos y las sociedades se organicen para ello, nunca podemos controlar todos los factores de riesgo. La Covid-19 nos ha mostrado la imprevisibilidad y nuestra vulnerabilidad. Por eso es dramática y a veces trágica la travesía humana. Al final, cuando se trata de asegurar nuestra vida, nos vemos forzados a confiarnos, más allá de la medicina y de la técnica, a un Mayor que puede llevarnos “a verdes praderas y fuentes tranquilas”, a Dios-Buen-Pastor. Esa entrega supera la desesperanza.

Alarguemos un poco el horizonte: un gran dramatismo pesa sobre el futuro de la vida y de la biosfera. Miles de especies están desapareciendo por causa de la codicia y la falta de cuidado humano. El calentamiento creciente del Planeta unido a la escasez de agua potable puede confrontarnos con una crisis dramática de alimentación. Puede darse el desplazamiento de millones de personas en busca de su supervivencia, amenazando el ya frágil equilibrio político y social de las naciones.

Aquí cabe invocar de nuevo al Pastor del universo, Aquel que tiene poder sobre el curso de los tiempos y de los climas, para que cree situaciones oportunas y suscite el sentido de la solidaridad y de la responsabilidad en los pueblos y en los jefes de Estado.

Miedo al cambio
Miedo al cambio

Lo que hoy destruye nuestra alegría de vivir es el miedo. Es consecuencia de un tipo de sociedad que se ha construido en los últimos siglos asentada sobre la competición y no sobre la cooperación, sobre la voluntad de acumulación de bienes materiales, el consumismo, y sobre el uso de la violencia como forma de resolver los problemas personales y sociales.

Lo que invalida el miedo y sus secuelas es el cuidado de unos a otros, especialmente ahora, para no contaminarnos con el virus ni contaminar a los otros. El cuidado es fundamental para entender la vida y las relaciones entre todos los seres. Sin cuidado la vida no nace ni se reproduce. Cuidar de alguien es más que administrar sus intereses, es implicarse afectivamente con él/ella, preocuparse por su bienestar, sentirse corresponsable de su destino. Por eso, todo lo que amamos también lo cuidamos y todo lo que cuidamos también lo amamos.

Papa Francisco y la casa común
Papa Francisco y la casa común

El cuidado es también el anticipador previo de los comportamientos para que sus efectos sean buenos y fortalezcan la convivencia.

Una sociedad que se rige por el cuidado de la Casa Común, la Tierra, el cuidado de los ecosistemas que garantizan las condiciones de la biosfera y de nuestra vida, el cuidado de la seguridad alimentaria de cada uno de los seres humanos, el cuidado del agua dulce, el bien más escaso de la naturaleza, el cuidado de la salud de las personas, especialmente de las más desprovistas, el cuidado de las relaciones sociales más participativas, equitativas, justas y pacíficas, el cuidado del ambiente espiritual de la cultura para que todos puedan vivir con sentido, vivenciar y acoger sin mayores dramas las limitaciones, la vejez y la travesía de la muerte, esa sociedad de cuidado gozará de paz y concordia, necesarias para la convivialidad humana.

Es reconfortante, en medio de nuestras tribulaciones actuales, amenazados por la Covid-19, oír a Aquel que nos susurra: “No temas, yo estoy contigo” (Salmo 23) y a través de Isaías nos asegura: “no receles que yo soy tu Dios, yo te fortalezco, yo te ayudo, yo te sostengo en la palma de mi mano” (Is 41,10).

De esta forma, nuestra vida personal adquiere cierta levedad y conserva, aun en medio de peligros y amenazas, una serena jovialidad al sentir que jamás estamos solos. Dios camina en nuestro mismo caminar como Buen Pastor que cuida para que “nada nos falte”


domingo, 15 de agosto de 2021

MARÍA, SINFONÍA DE DIOS

 


 

 

Hoy, después del Magnífica, proclamo a los cuatro vientos: María es mi bordón.

Hace muchos años , cuando lo que se tenía eran cassette de música, yo tenía uno que me regalaron, y que aún conservo,  y que se llamaba “María, música de Dios”.

La verdad es que el nombre me resultó atractivo y el contenido lo fue aún más.

Y hoy, pensando en la festividad del 15 de agosto, me he acordado de aquella cinta.

Y todo ello porque me situé dejando a un lado la Asunción, la subida, la subieron, etc, para centrarme en algo fundamental: 

¿Qué sentido tiene?, ¿qué papel ocupa en mi vida María de Nazaret? Y por ahí va el título: MARÍA ES MI BORDÓN. Mi bordón para acercarme al Padre por su hijo.

Me explico. En el terreno de la música el bordón es un sonido de fondo que da soporte, haciendo que la melodía se escuche con más fuerza y armonía.

¿Cómo hace María esto en mí?

Por ejemplo: la melodía de Dios son las bienaventuranzas:  Dichosos los pobres, los sencillos, los humildes, los sin techo, los sin patria, los radicalmente sin trabajo,… los sin nombre.

María es, para mí, bordón cuando canta a su Dios, al Dios de su experiencia y dice que Dios no es un Dios imparcial sino todo lo contrario, que toma partido y se pone de parte del débil, del humillado, de los hambrientos clamando y condenando el despilfarro, la contaminación, el consumismo y los deshechos.

María, aceptándose la última, la pequeña, la ignorante de Nazaret de quien no podría salir semejante hijo, asume y acepta desde la humildad de la esclava, ser referente de generación en generación. Y por eso, desde María, necesito cantar a la mujer que me pario, soñar con la mujer que amo, romper lanzas por su emancipación, dignificación y visibilidad.

María de Nazaret hace que el femenino que hay en cada ser humano no nos avergüence y nos impulsa a encontrar en paridad el otro con el que completarlo.

No es una diosa María. No caigamos en la trampa. Si lo haceos, la perdemos porque, desde el otro significado de bordón = bastón del peregrino que va a Santiago, María tiene que ser como nosotros y con nosotros, caminante con la que crear pueblos, hacer historia y acuñar criterios de dignificación de humanidad.

Salve, María. Hoy no quiero poner lo de virgen antes que mujer. La forma de ser mujer que perfilan tus palabras en el Magníficat proclama la forma de virginidad que vale para Dios.

Amén

José Luis Molina

15 agosto 2021

lunes, 9 de agosto de 2021

LOS SUEÑOS DE ELÍAS

 


                                                                Con la memoria y el aniversario de Pedro Casaldáliga




Estoy a mediados de semana.

Me dispongo a adentrarme en los textos del próximo domingo para estructurar un poco la reflexión que os comparto cada semana.

Leo el libro 1º  de los Reyes 19, 4-8.

Me imagino a Elías. Está huyendo. Su voz es una voz de fuera de Israel. De al otro lado del Jordán. En Israel el profetismo está amordazado y prisionero del poder político. Su voz oficial, como voz profética, está comprada y al servicio del poder político, económico y social. Por eso la Palabra del Señor, su palabra profética, tenía que venir de fuera, necesitaba llegar y pronunciarse desde la libertad.

Es lo que hace Elías: Los poderosos imponen sus criterios y conveniencias por encima del valor y del respeto a la vida humana (Léase la Viña de Nabot  1 Re. 21), se engaña, se construye la vida sobre la falsía y las “buenas formas”, ocultando las verdaderas motivaciones con las que los poderosos, desde el rey, entretejen la vida.

Y Elías no calla. Ha venido de Galaad y se enfrenta directamente con todo  lo anterior. Y perseguido tiene que huir. Es el pasaje de hoy.

Como os decía al principio me imagino a Elías. Está cansado, agotado, harto, al límite, y le pudo el sueño. Un sueño reparador. En la Biblia el sueño es símbolo de comunicación personal y singular de Dios.

Elías comió, bebió y recuperó fuerzas para seguir avanzando cuarenta días y cuarenta noches de vida hasta lograr llegar al Horeb, al encuentro con el Señor.

Y así, imaginando a Elías, reconstruyendo a Elías, buscador de experiencias como las de Elías, me quedé como traspuesto. No, no fue sueño. Fue un querer solo en el que la realidad no deja de ser lo que es  pero se perfla transcendente e imponente.

La imagen de Elías se me fue difuminando y en su lugar aparecieron unos ojos que me miraban, desde una cabeza ligeramente ladeada que dejaba escapar levemente una sonrisa.

Había calma .El ambiente rezumaba vida. Yo, que me encontraba pasando situaciones y momentos difíciles de ubicar, de encajar en mi archivo personal, me sentía cansado, agotado, desalentado.

Fue una mirada cruzada con la mía. Fue un encuentro en interioridad. Fue  un encuentro en intensidad.

Comprendí que ahí está el camino, la vida y la palabra para ser  construido, vivida y anunciada. Siempre sentiremos necesidad de encontrar unas retamas o una cueva para alcanzar el Horeb. Pero será imprescindible estar enamorado de ese Dios que sale a nuestro encuentro en la entrada de la cueva. Que bueno si hemos llegado allí a pesar de los pesares. Entonces desde la experiencia podremos recitar el salmo:

                    “Gustad y ved que bueno es el Señor,

                     dichoso el que se acerca a él”.

Que ahí nos encontremos.

Un abrazo

José Luis Molina

8 de agosto 2021

martes, 3 de agosto de 2021

LEONARDO BOFF: la fuerza de los pequeños

La cuestión hoy es: ¿Cómo hablar de Dios, sin pasar por la religión?Boff: "Es preferible un ateo ético a un cristiano indiferente a los sufridores de las periferias"

Cuidado
Cuidado

"Quien vive los valores de la justicia, de la solidaridad, de la compasión y del cuidado de unos a otros, incluyendo a la naturaleza, está más próximo a Dios que el piadoso que frecuenta la iglesia, hace sus rezos y comulga, pero pasa de largo ante los pobres que encuentra en la calle"

"El presidente Jair Bolsonaro pone a Dios por encima de todo, pero en la práctica lo niega en todo momento con su odio a los negros, a los quilombolas, a los indígenas, a los homoafectivos y a sus adversarios políticos, a los que transforma de adversarios en enemigos a quienes se debe perseguir y difamar"

Esta frase no es mía. La ha repetido varias veces el Papa Francisco al ver cómo cristianos rechazan a refugiados famélicos y desesperados que buscan en Europa salvar sus vidas. Quien tiene a Dios en los labios pero está lejos de la sensibilidad humana y de la justicia mínima, está lejos de Dios y su Dios es más un ídolo que el Dios amante de la vida y de la ternura de los oprimidos.

Quien vive los valores de la justicia, de la solidaridad, de la compasión y del cuidado de unos a otros, incluyendo a la naturaleza, está más próximo a Dios que el piadoso que frecuenta la iglesia, hace sus rezos y comulga, pero pasa de largo ante los pobres que encuentra en la calle.

El presidente norteamericano Busch Jr usaba frecuentemente a Dios así como Bin Laden. En nombre de su Dios hicieron guerras y promovieron atentados aterradores. Era un Dios belicoso, enemigo de la vida y destructor despiadado de ciudades enteras con innumerables víctimas, particularmente niños inocentes.

Entre nosotros, el presidente Jair Bolsonaro pone a Dios por encima de todopero en la práctica lo niega en todo momento con su odio a los negros, a los quilombolas, a los indígenas, a los homoafectivos y a sus adversarios políticos, a los que transforma de adversarios en enemigos a quienes se debe perseguir y difamar. Se ha acostumbrado a la mentira directa, a las fake news hasta el punto de que nunca sabemos cuándo dice la verdad o simplemente está diciendo otra mentira.

Jair Bolsonaro
Jair Bolsonaro

Lo más grave, sin embargo, es que el Dios que tiene continuamente en sus labios no le ha movido a tener un gesto de solidaridad con los miles de familias que lloran a sus seres queridos, parientes y amigos. Nunca ha visitado un hospital para ver la dramática situación de la falta de oxígeno y la muerte por asfixia de cientos de personas, como ocurrió en Amazonas. Si por lo menos hiciese una obra de misericordia que es visitar a los enfermos. Su práctica niega a Dios y le convierte en un ateo práctico, anti-ético y perverso.

El odio que destila, la falta de respeto y veneración ante la sacralidad de la vida incorpora rasgos que las Escrituras atribuyen al anti-Cristo. Es propio del anti-Cristo usar el nombre de Dios y de Jesús para engañar y seducir a las personas hacia el camino de la perversidad. Marca del anti-Cristo es su desprecio por la vida y su pulsión por la muerte.

El odio que destila, la falta de respeto y veneración ante la sacralidad de la vida incorpora rasgos que las Escrituras atribuyen al anti-Cristo

Pero ese Dios es un ídolo porque no es posible que Dios vivo y verdadero quiera lo que él quiere. El ateísmo ético tiene razón al negar este tipo de religión con su Dios que justificó en otro tiempo las cruzadas, la caza de brujas, laInquisición, el colonialismo, la Shoah judaica y actualmente el genocidio provocado por la Covid-19, particularmente entre los indígenas y los pobres, sin protección en las grandes periferias de las ciudades.

¿Es posible aún creer en Dios en un mundo que manipula a Dios para atender a intereses perversos del poder? Sí, es posible, a condición de que seamos ateos de muchas imágenes de Dios que entran en conflicto con el Dios de la experiencia de los practicantes religiosos sinceros y consecuentes y de los puros de corazón.

Entonces la cuestión hoy es: ¿Cómo hablar de Dios, sin pasar por la religión? Porque hablar religiosamente como Jair Bolsonaro y antes Bin Laden y Busch hablaron es blasfemar de Dios. Pero podemos hablar secularmente de Dios sin mencionar su nombre. Como bien decía el gran profeta ya fallecido, don Casaldáliga: si un opresor dice Dios, yo le digo justicia, paz y amor, pues estos son los verdaderos nombres de Dios que él niega. Si el opresor dice justicia, paz y amor, yo le digo Dios, pues su justicia, paz y amor son falsos.

Bin Laden, el croché y el mal

Podemos hablar secularmente de Dios a partir de un fenómeno humano que, analizado, remite a la experiencia de aquello que llamamos Dios. Pienso en el entusiasmo. En griego, entusiasmo se deriva de enthusiasmós. Esta palabra se compone de tres partes: en (en) thu (abreviación de theós=Dios), y mos (terminación de sustantivos). Entusiasmo significa, pues, tener un Dios dentro, ser tomado por una Energía singular que nos hace luchar por la vida, por los derechos y por los empobrecidos. 

Es una fuerza misteriosa que está en nosotros pero que es también mayor que nosotros. Nosotros no la poseemos, es ella la que nos posee. Estamos a merced de ella. El entusiasmo es eso, el Dios interior. Viviendo el entusiasmo, en este sentido radical, estamos vivenciando la realidad de aquello que llamamos Dios. Esta representación es aceptable porque Dios se ha vuelto íntimo y dentro de nosotros, aunque también siempre más allá de nosotros. Bien decía Rumi, el mayor místico del Islam: “Quien ama a Dios, no tiene ninguna religión, a no ser Dios mismo”. Dios mismo no tiene religión.

En estos tiempos de idolatría oficial hay que recuperar este sentido originario y existencial de Dios. Su nombre es amor, es justicia, es solidaridad, es gratuidad, es capacidad de renunciar para el bien del otro, es tener compasión e infinita misericordia. Quien vive en esta atmósfera de valores, está sumergido en Dios. Somos habitados por el Dios interior a través del entusiasmo que da sentido a nuestras luchas. 

Sin pronunciar su nombre, lo acogemos reverentemente como entusiasmoque nos hace vivir y nos permite la alegre celebración de la vida.

domingo, 1 de agosto de 2021

ESPERO SE ME ENTIENDA

 


 


Al leer el texto de la Carta de Pablo a los Efesios (4, 17.20-24) me vino a la cabeza ese anuncio de Lola Flores, no porque me guste precisamente pues, personalmente, no me parece acertado como no sea para maravillarnos del poder de la técnica.

Y se me vino a la mente porque si algo queda grabado en la mente del receptor es la idea: CON ACENTO.  Con acento como signo de identidad, con acento como perfil de determinación y definición frente a la ambigüedad y a la conciencia anodina o ausente. Con acento, la denominación de origen y el ADN impreso en la esencia del ser.

No sé si con lo anterior me intuyen por donde apunto.

San Pablo también nos habla por ahí. Nos dice que por nuestra condición de cristianos, se nos tiene que reconocer por el acento: Acento de nueva condición humana por injertados en Cristo, revestidos de Cristo, con impronta de imagen de Dios, resumiéndolo en justicia y santidad verdadera, es decir, acento de Dios, de su ser y de su hacer.

Y esto Pablo lo pone en condicional: este acento será si es que hemos oído a Jesús  asumiendo su propuesta.

Por eso Pablo no se engaña. No dice que sirva cualquier acento. No admite que sirva el hombre viejo por el simple peso de la rutina o la costumbre. Rechaza, decididamente la coexistencia del acento de Jesús con otros acentos seductores con los que la vida se presenta identificada.

Hoy voy a ser breve. No valen componendas. Pero no lo dIgo para aplastarnos por el miedo. Allá nosotros. Pero si nos falta el acento de Jesús nos quedamos sin la fiesta del Reino.

Pidamos por una Iglesia con acento. Acento de pan de vida y de vida hecha pan compartido. No nos aferremos a los arquetipos  religiosos.  Hablemos al mundo y vivamos en el mundo con acento.

Un abrazo

José Luis Molina

1 de agosto del 2021