domingo, 29 de mayo de 2022

ASCENSIÓN DESCENDENTE

 


 

Subían y bajaban, por el aire, globos de variados colores. Yo estaba apoyado en la  balaustrada del pase marítimo. Al fondo, la inmensidad. La inmensidad del mar. La inmensidad del cielo y la arena, caliente primero, fresca en la orilla.

 




Estaba ensimismado con los globos. Llamaban poderosamente mi atención. Sus colores luminosos los hacían atractivos. Pero, en cambio, en la playa, la gente parecía ignorarlos.  Unos estaban tendidos, inmóviles, tostándose, aspirando a hacerlo cuanto antes.  Otros jugaban con una pelota, menos luminosa que los globos, pero ser poseedor de ella y dominar sus movimientos direccionándola, etc,  era la máxima aspiración. Otros, en fin, en pequeños grupos, conversaban. Algunos se sentían felices paseando a su perro.! Feliz esclavitud! .

Los niños, sí, repararon en los globos, siguieron sus piruetas ,                                                                                                                                                                                         pero, al final, presionados por los demás, volvieron a sus castillos de arena .

Yo permanecía embelesado contemplándolos cuando, de pronto, observé que uno comenzó a elevarse cada vez más hasta desaparecer de vista.  En ese momento me acordé de la fiesta de la Ascensión que los cristianos celebramos. Y, de verdad que no es por llevar la contraria, pero, en esas circunstancias, me surgió el concepto de la ASCENSIÓN DESCENDENTE.

Ciertamente que los textos hablan de “subir hacia lo alto” (Hc 1, 9) pero también es verdad que, culturalmente,  el ser humano ha pensado siempre en la divinidad colocándola  por las alturas. Eso explica que el relato se haga bajo esa manera. Pero hay otros datos a tener en cuenta.

Los textos hablan de que desaparecía de la vista (Hc, 1, 10: Lc. 24, 51). Pero también hablan de  “se marcha pero volverá” (Jn 16, 16-17).

De acuerdo con estos datos pienso que la Ascensión no hay que interpretarla estrictamente  como un irse, sino un paso a una manera  distinta de estar. Esta forma de estar lo es de presencia invisible.

Por eso el texto Hechos 1,11, desaprueba la actitud de “quedarse plantados mirando el cielo”, como el globo que se perdió de mi vista, y, sin embargo, habla de que descenderá la fuerza, la plenitud, el Espíritu , con el que seremos testigos suyo  como miembros de la Iglesia que es su cuerpo, presencia suya (Efesios  1,23) aquí “abajo”.

El globo que se marchó no sé que sería de él. Posiblemente, si se  hinchó de vanidad , pudiera ser que se acercara mucho al sol y reventara.

No obstante, también pudiera ser que, el que creo desaparecido,  surcara los aires y llegara a otras playas para “descender” y acercar  (hacer visible) una buena noticia. La hacemos visible cuando anunciamos este tiempo de ascensión descendente como nuestro tiempo.

Yo seguía ocupado con mis disquisiciones y, al final, decidí la Ascensión como una lluvia de globos.

Veía globos que subían; unos explotaban, otros desaparecían. Y me entretuve en seguirlos y, mientras lo hacía, les iba poniendo nombres. Así explotó  el globo al que llamé envidia que hizo reventar también al que llamé competitividad. El llamado orgullo y la vanidad que intentaban deslizarse entre los demás presumiendo, desaparecieron sin dejar rastro. Los globos comodidad, consumismo, despilfarro, se enredaron unos con otros y no lograban moverse. Otros:  odio, violencia, corrupción, perdieron el brillo, se quedaron opacos y explotaron.

 

Por el contrario, otros; alegría, respeto, solidaridad, dignidad, justicia, abrazos, latidos del corazón, frontalidad, honestidad, coherencia, fueron cayendo, bajando a la arena, allí, por donde los niños jugaban, esperando los cogieran.

Algunos se decidieron a hacerlo . Y cosa curiosa: Aunque tomaban globos y los retenían en sus manos, los que estaban en la arena no disminuían. Se iban autorreponiendo.

No sé como acabó el juego. Yo me acerqué con intención de coger unos cuantos. Entonces oí que me llamaban, Miré hacia de donde procedía la voz y desperté

Me había dormido.

Me dio pena despertarme.

Pero mis brazos abarcaban unos globos de colores.

José Luis Molina

29 de mayo del 2022

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                         

             

martes, 24 de mayo de 2022

SIMPLIFICANDO

 



 

 

 

Son ya muchos los años que llevo peinando canas. Pero desde muchos más atrás ,que éstas me salieran, con sinceridad y humildad confieso que, además de mis incoherencias y errores, ha habido en mi, como creyente, una constante: La actitud de búsqueda y la tarea de discernimiento,

Hoy miro por la ventana. Hay un atardecer impresionante. He pintado un paisaje verde y dorado. Y me ha surgido una idea: Generoso el otoño que nos impregna de calma y, cuando parece que no le queda nada, que ya se recibieron los frutos, desde la sencillez que le queda esparce sus hojas y, con ello, sigue regando su experiencia para que se transforme en humus fertilizante.

Pues bien, en mi otoño particular, ya profundo en su existencia, he ido llegando, desde esa búsqueda y ese discernimiento, a una síntesis en mi fe que cada vez se hace más fuerte en el convencimiento de lo importante que es la vayamos simplificando cada día más y liberándola de los aparejos con los que la hemos ido revistiendo. Y en este tema de purificación debemos intervenir todos.

Creo que de esto dan buena prueba las tres lecturas de hoy. Vamos a verificarlo sucinta y rápidamente.

En la primera lectura de Los Hechos de los Apóstoles (15, 1-2.22-29), unos judíos que bajaban de Judea (ortodoxos, tradicionalistas, etc) pretendían que todo siguiera igual e intentaban cargar sobre los que se iban convirtiendo a Jesús-Buenanoticia con las cargas y los posicionamientos que llevaron a Jesús a la cruz. Pero el motivo de júbilo para entonces y para ahora, fue la decisión del llamado Concilio de Jerusalén donde se optó por separarse la comunidad de Jesús de la sinagoga (religión judía) con una formulación esencial:

                              El Espíritu Santo y nosotros hemos decidido no imponer

                              más  cargas que las indispensables “

Adiós votos, promesas, indulgencias, diezmos, primicias, etc.

En la segunda (Apocalipsis 21, 10-14.21-23) se dice: la nueva Jerusalén, la ciudad de la plenitud de la humanidad, la del número 12 en su heráldica, no necesita templo ni necesita santuario, no necesita peregrinos ni reliquias porque en toda ella habita el Señor. Ser moradores de ella significa tener a Dios como vecino, encontrárnoslo en la escalera y compartir una copa en el bar y un encuentro en el parque.

La persistencia de lo anterior, considerarla y como lugares sagrados  exclusivos, indicaría carencia o ausencia ciudadana.

Y, por último, la radicalidad radical y sencilla del evangelio:

                              “El que me ama guardará mi palabra y mi Padre lo                  

                               amará y haremos morada en él” (Jn 14, 23-24)

No necesitamos más. Ya nos ha sido dada la Palabra. A construir la vida según ella, No la vida de actos y momentos religiosos. La vida toda en todos sus aspectos. Vivir al margen de esa palabra no es compatible con amarlo.

Seguir su palabra no elimina los fallos, hay que contar con ellos y no entrar en negatividad. Sí, abocar, permanentemente la conversión, el cambio. Lo que no vale es adulterarla, bajar el listón, acomodarla suprimiéndola de mi dinamismo vital.

Así de simple (no digo fácil) entiendo el caminar cristiano.

Vivo.

La vida, permanentemente, me presenta situaciones donde actuar, tomar decisiones, optar.

Para esas situaciones recurro a la Palabra buscando el actuar “modo Cristo” (Oración).

Pistoletazo y puesta en marcha.

Disfrutar del gozo de participar de la vida nueva de Dios- Donde descubro baches, a rellenar.

 

Nada más. Suerte en vuestra caminada.

José Luis Molina

22 de mayo del 2022

 

sábado, 14 de mayo de 2022

INMOBILARIA "LA NUEVA"

 


Los cristianos del  finales del siglo I, destinatarios del libro del Apocalipsis, viven sometidos a persecuciones. Los ánimos se les están viniendo abajo. Creyeron que “ya”, que la vuelta de Jesucristo era inminente. Pero  las persecuciones y la espera les hace tambalear. Perseguidos, y muchos muriendo, les produce interrogantes, dudas, desconcierto, desánimo. Necesitaban una palabra, una respuesta, un acompañamiento donde encontrar ánimo, fortaleza y sentido.

Este libro se escribe con ese objetivo.

Por eso, el autor, le imprime al libro unos elementos que no se pueden ignorar y no se deben olvidar. Si lo hacemos, y solo leemos lo que dice literalmente y no leemos más allá de las palabras escritas, no lo entenderemos.

Empezaremos por detenernos en el dato de que es un libro escatológico. Es decir, trata de ser palabra que aborda el sentido último de la vida y de la historia. Por ello utiliza un lenguaje simbólico, lleno de arquetipos que hay que ubicar e interpretar adecuadamente. Con estos elementos simbólicos trata de mostrar el fin de la realidad, no los acontecimientos últimos que pondrían fin a la realidad actual.

Y esto, entendido así, es muy importante. Porque se trata de “ahora pero todavía no”, lo cual quiere decir:

·      Que no es una realidad distinta sino en transformación, en cambio.

·      Que ya estamos en ese acontecimiento de cambio porque, cuando entramos en ese dinamismo, aunque no hayamos llegado a la plenitud, ya estamos en ella.

·      Esto daba razonamiento para situarnos  frente a la resurrección en tiempo presente.

Y esto sí era esperanza para aquellos cristianos. Y también es esperanza y sentido para los de hoy.

Lo malo es cuando se nos olvida todo lo anterior y confundimos la escatología con la adivinación de hechos futuros. Entonces la reducimos a una echadora de cartas, una barraca de feria y una bola de cristal, a la que tememos porque nos muestra una escena terrorífica.

 

No, todo el libro del Apocalipsis es un canto de esperanza y  una invitación a cambiar, a transformar la realidad para que lo nuevo, el vivir nuevo, la vida nueva resucitada, la humanidad nueva, que ya ha llegado con Jesucristo, siga avanzando en nosotros.

 


En el fondo el planteamiento es clásico con un aporte de nuevas luces: En resumen, es la realidad, el proyecto de Dios frente a realidades de muerte, dominio, esclavitud, explotación, guerra, etc. Que son elementos constitutivos de la existencia donde estamos.

Se nos invita a no desfallecer, a afianzarnos en el convencimiento del cielo nuevo y la tierra nueva (no distinto sino transformado) que ya está en marcha. Esa sí será morada de Dios.

Dios no ceja. Permanece en el empeño. Todo lo hace nuevo.

Y nosotros estamos llamados a morar así, en esa novedad.

Como siempre dependerá de nuestra opción. La inmobiliaria está funcionando.

Un abrazo

José Luis Molina

15 de mayo del 2022.

 

 

 

 

 

 

lunes, 9 de mayo de 2022

BIENAVENTURADOS POR ... PERSEGUIDOS Y REPUDIADOS (Mt 4,11-12)

 


Hoy, para nuestra reflexión, os propongo nos situemos frente al texto de Hechos de los Apóstoles (13, 14.43-52)

Vamos a irnos fijando progresivamente en distintos aspectos de los que, luego, podremos sacar nuestras propias reflexiones.

 

 


Primero nos fijamos en los personajes: Básicamente, con nombre propio, Pablo y Bernabé. También hay otros personajes: judíos de la sinagoga, de distintos estamentos, prosélitos, damas piadosas y ciudadanos distinguidos.

¿Qué están haciendo?

Pablo, después de su conversión se une a Bernabé y ambos asumen la tarea de la evangelización.

Pablo ya no persigue a los cristianos. Ahora su seguimiento de Jesús no le deja inactivo dedicándose a la meditación. Al contrario, tiene que dar a conocer su experiencia  del Resucitado y el dedicarse a ello le lleva a tener que reflexionar y profundizar en esa experiencia y fundamentar la vida desde este acontecimiento. El judío fanático y ortodoxo tiene que reinventar su vida. Él no convivió con Jesús. Su experiencia es una experiencia de resurrección, de cambio, de vida transformada a partir del testimonio de los apóstoles y discípulos. En este desempeño Bernabé le será insustituible. De Bernabé se cree pudo ser uno de los setenta y dos, pero, desde luego, estuvo desde el principio en el círculo de los discípulos.

Estos son los dos actores principales del pasaje y su accionar es dar a conocer, ofrecer criterios para la nueva vida (el hombre nuevo) y compartir, con los que la aceptan, la vida resucitada, formando así comunidades.

Otros actores son judíos y prosélitos practicantes. Pablo y Bernabé si dirigen a la sinagoga y allí, en el ámbito religioso y de fe se encuentran con ellos. Les presenta la experiencia de la resurrección de Jesús entroncada con la esperanza de liberación del Mesías prometido acudiendo al respaldo y autoridad de los profetas.

¿Qué hacen estos otros actores?  Unos judíos. Otros, los prosélitos, por no ser de raza judía pero si convertidos al judaísmo eran más abiertos y tenían una mejor disposición para aceptar la novedad que suponía el seguimiento del Evangelio. Pues parte de los judíos y prosélitos se adhirieron a las propuestas de Pablo y Bernabé.

Esto llamaba la atención y producía sorpresa y admiración en la población en general.

Pero los judíos más fervorosos, más cerrados, se oponían firmemente a la buena noticia del Evangelio.

Ante esto, ¿qué podían hacer Pablo y Bernabé?

·      Podían haber bajado el listón.

·      Podían haber acomodado los criterios evangélicos a los oficiales y oficiosos del judaísmo.

·      Podían haber practicado una doble medida: en lo oculto la correcta y a la vista, la bien vista.

·      Y otras muchas estrategias que podían haber encontrado.

 

Pero no hicieron nada de esto.

Con frontalidad se sacudieron las sandalias y les dijeron que ellos iban a seguir proponiendo la Buena Noticia de Dios a quienes la buscaban, la aceptaban y querían. Los judíos piadosos querían otra cosa, pues renunciaban a su evangelización.

La medida es fuerte, valiente, frontal, descarada y sin contemplaciones.

También es interesante la reacción que provocaron los paganos y prosélitos, contentos con ser objeto de la tarea de Pablo y Bernabé. En una cultura religiosa donde se vivían excluidos de Dios se descubren amados por Dios. Los judíos fanáticos, las señoras distinguidas y piadosas, (atentos al dato: distinguidas y piadosas, y los principales (los poderosos) de la ciudad) se llenaron de ira, se sentían despreciados ellos, los honorables, por unos cualquiera, cerrados a las bienaventuranzas hacen causa común frente a Pablo y Bernabé y, sin pretenderlo, sitúan  a las bienaventuranzas como realidad concreta e histórica:  Provocaron y desataron un dinamismo de persecución y destierro de Pablo y Bernabé por causa del evangelio.

Y hasta aquí les he acompañado con este rumiar el texto. Ahora los dejo solos, ojalá solos con Dios, para situarnos, cada uno de nosotros, de manera personal. Porque en este pasaje podemos encontrarnos reflejados cada uno. Nosotros sabremos. Puede ser en más de un sitio a la vez. Y, según cómo, descubrir el posicionamiento que , en conciencia, debe ser el nuestro en cada circunstancia.

Que Dios nos bendiga.

Un abrazo

José Luis Molina

8 de mayo del 2022.

 

martes, 3 de mayo de 2022

Y ME SURGE UNA ORACIÓN

 


Esta semana, nada más comenzar a leer los textos del domingo, me tropiezo con una frase rotunda de los Hechos de los Apóstoles (5, 29)

 

“Hay que obedecer a Dios ante que a los hombres”

Y, a renglón seguido, me acuerdo de Oscar Romero y de su inolvidable homilía del 23 de marzo de 1980 que preludió su martirio.

Decía

 

“ Ante una orden de matar que de un hombre debe prevalecer la ley de Dios que dice :NO MATAR.

Nadie (ningún soldado) está obligado a obedecer una orden contra la ley de Dios…. Una ley inmoral nadie tiene que cumplirla. Ya es tiempo de que recuperen su conciencia. y de que obedezcan antes a su conciencia que a la orden del pecado…”

 

Y me surge una oración:

 

  


 

Quiero hablarte, Señor, de lo que tú ya conoces: Quiero hablarte de mi.

En primer lugar pienso que te necesito, que necesito de ti. Pero necesito que me atrapes. Muchas veces digo, incluso poniéndome en tu presencia,  que esto ha pasado, que me has atrapado desde hace tiempo. Y no digo que no sea cierto. Pero me reconozco apasionado en un momento y tibio en muchos. En algunos momentos me como al mundo y en muchísimos más, como del mundo. Y como el mundo me da de comer, no siempre lo que realmente necesito, para más inri, pero engañosamente lo aparenta, para seguir teniendo los favores del mundo, es a él a quien obedezco. Por eso hay momentos en los que no debería callar, pero callo o, al menos,  hablo y solo digo “lo que se puede decir” y hasta lo que el mundo permite y tolera.

Necesito que me atrapes y me encandiles llenándome de valor para no tener miedo a las opiniones ajenas.

¡Qué radical la respuesta de Pedro! – tal vez pudiéramos decir hoy  … o, ¡No hay que tomarla al pie de la letra.

 ¡Qué radical la homilía de Romero!. Pero él, agarrado por ti, no tuvo miedo ni al reproche de la máxima autoridad religiosa institucional ni a los corazones que matan apuntando al corazón.

También dijo que si el moría asesinado resucitaría en el pueblo de El Salvador. Veinticuatro de marzo, día de su resurrección aunque ya se estaba dando la resurrección desde el momento que comprendió que amarte es hacerlo en los demás a plena vida.

Tres veces te digo, Señor, tres veces, pensándolo bien antes de cada una.

·      Mira mi cobardía.

·      Mira mis razonamientos justificatorios.

Pero tres veces te digo, mírame y si encuentras sincero mi andarte buscando, dame valor para no cerrar los ojos.

Amén

José Luis Molina

1 de mayo del 2022