miércoles, 26 de noviembre de 2014

ENCUENTRO



Aprovechando la presencia de Miguel Ángel Olmedo y José Luis Molina en España, el 25 de noviembre  la Asociación Benéfica  Inti-Ecuador celebró en El Bosque sesión ordinaria girando, basicamente a tres focos:
1.- Informar de la gestión desde la última sesión habida, tanto a nivel de situación económica, prestaciones realizadas a la Escuela Inti(Fundación Intiruna) de Ecuador, panorama de los miembros de la misma (en la actualdad 123), etc. Esta información se hizo oralmente y se entregó por escrito a los asistentes y se les hace llegar por e-mail  al resto (algunos de otras localidades y lugares de España)
2.- José Luis Molina y Miguel Á. Olmedo presentaron la situación organizativa y de fincionamiento de la Fundación y la Escuela en Quito, resaltando el subrayado en el objetivo de ir trabajando la autogestión y el asumir responsabilidads y protagonismo de los miembros en Quito en el desarrollo de la tarea.
3.- Por último se informó y se discutión sobre ciertos aspectos en la rlación de la Asociación con el Ayuntamiento de El Bosque. Se concluyó que la Asociación dirigiera un escrito al mismo manifestando, de forma oficial, su posicionamiento.
Como simpre fue agradable el encuentro sintiéndonos unidos en este compromiso

domingo, 23 de noviembre de 2014

La Pastoral Obrera denuncia que "esta economía mata"




"El sistema político no está al servicio del bien común"

 

"Ni podemos, ni queremos permanecer impasibles e indiferentes ante el sufrimiento humano"


Los días 15 y 16 de noviembre, el Departamento de Pastoral Obrera, presidido por Mons. Antonio Algora Hernando, nos ha convocado en Madrid a la Iglesia que peregrina en España en medio de la vida del mundo obrero, para celebrar las XX Jornadas Generales de Pastoral Obrera. Este año bajo el lema: "A los veinte años de la pastoral obrera de toda la Iglesia. Dignidad y Esperanza en el mundo del trabajo".

Hemos acudido a esa convocatoria más de ciento cincuenta personas de 37 diócesis, con el objetivo de profundizar desde las experiencias compartidas, y desde la reflexión y la oración común, en:

            • La acción de gracias por el camino evangelizador recorrido en el mundo             obrero a lo largo de estos últimos veinte años
            • La propuesta del Evangelio como alegría y esperanza para nuestros hermanos             ante la nueva configuración del trabajo humano
            • La presencia eclesial y la tarea evangelizadora en el mundo del trabajo que             estamos llamados a seguir realizando.

Nos han acompañado militantes de los movimientos apostólicos, religiosos y religiosas presentes en el mundo obrero; hemos contado también con las palabras de aliento de Mons. Carlos Osoro, Arzobispo de Madrid.

Iluminados por las reflexiones de los distintos ponentes, empujados por la fuerza del Espíritu, hemos dado gracias al Padre por la riqueza del camino recorrido por la pastoral obrera de toda la Iglesia a lo largo de más de sesenta años, y especialmente por el regalo que supuso la publicación del documento "La Pastoral Obrera de toda la Iglesia".

En estos últimos veinte años el mundo del trabajo ha sufrido unos cambios profundos, que dotan de una configuración absolutamente nueva al trabajo, y que afectan a todas las dimensiones de la existencia. Conscientes de la realidad dolorosa que hoy vivimos en el mundo del trabajo, queremos compartir con todos, un mensaje de denuncia y esperanza:

1. Con las mismas palabras del papa Francisco, denunciamos, una vez más, que esta economía mata. Que el sometimiento de la vida de los pobres a la codicia de unos pocos ha generado un sistema inhumano que antepone el beneficio a la dignidad sagrada de las personas. Queremos denunciar que este sistema económico empobrece, precariza la vida de las mujeres y hombres trabajadores, hiere radicalmente su dignidad, frustra proyectos de vida personales y familiares, excluye, descarta y siembra de muerte los caminos de la existencia humana.

2. Queremos denunciar que negar la dignidad humana, impidiendo el trabajo decente que haga posible una vida digna, es negar a Dios mismo, de quien tenemos en los pobres el rostro sufriente. Este sistema construye una forma de ser hombre y mujer hoy que deshumaniza.

3. Queremos denunciar que el actual sistema político no está al servicio del bien común y de los más pobres, no está al servicio de la vida de las personas, sino que se ha convertido en amparo de corruptos y amorales. Necesitamos regenerar y dignificar la política al servicio del bien común.

4. Ni podemos, ni queremos permanecer impasibles e indiferentes ante el sufrimiento humano que la nueva configuración del trabajo humano, y de la sociedad, están generando. Nos urge a responder evangélicamente el mismo amor de Cristo, que se hizo pobre por nosotros hasta dar su vida para que todos tuviéramos vida, porque la persona humana es siempre lo primero en el proyecto del Reino de Dios.

5. Por eso como signo de esperanza, nos comprometemos:

                        a. A vivir la conversión pastoral a la que nos llama el papa Francisco                             para seguir siendo Iglesia encarnada en el mundo obrero. Nuestra propia                                    vida personal, y nuestra vida eclesial han de ser testimonio encarnado del                   amor preferente de Dios por los empobrecidos. Por eso estamos                                      dispuestos a trabajar con nuestros obispos para que la presencia pastoral                                    y samaritana, la presencia compasiva de la Iglesia acompañe                                           especialmente a desempleados y a trabajadores precarios, a sus familias,                                 a los jóvenes, mujeres y migrantes, a las víctimas de accidentes laborales                          y sus familias, a los trabajadores de la economía informal y sumergida.

                        b. A seguir anunciando la propuesta de liberación de Jesucristo para                 el mundo obrero. A esta tarea somos enviados por nuestra Iglesia para                            recorrer solidariamente los caminos en cuyas cunetas quedan hermanos                          nuestros, Estamos convocados a una nueva imaginación de la caridad y la                      justicia, llegando hasta las periferias del mundo obrero.

                        c. A generar espacios de encuentro que devuelvan el protagonismo                                vital a quienes son excluidos por este sistema económico y político, que                                    posibiliten otra economía, otro trabajo posible, en clave de                                              humanización, que ponga siempre en el centro a las personas. Estamos                                 convocados a ser Iglesia, casa de todos.

                        d. Queremos invitar a toda la Iglesia a poner en marcha, de manera                                 creativa, posibilidades concretas de economía de comunión que                          muestren que podemos establecer nuevas relaciones sociales y                                        económicas basadas en la lógica del don y la gratuidad.

                        e. A trabajar por, y a seguir reclamando proféticamente, un trabajo                               decente para todos, que haga posible la vida digna personal y familiar, y                         la construcción de proyectos sociales, económicos, y políticos de                                               fraternidad, solidaridad y justicia, cuyo eje sean los más débiles y los                                    descartados de nuestro mundo.

                        f. Del mismo modo nos comprometemos, y animamos a sostener y                                  apoyar aquellas iniciativas que ya existen y que hacen posible otra                                  economía, otro trabajo, otra sociedad, acorde con la que Dios, Padre de                           Misericordia, sueña para todos sus hijos e hijas.
                        Queremos llevar este mensaje de esperanza a nuestras diócesis y                                   movimientos, ofrecerlo como propuesta a nuestras comunidades, a                                  trabajadores y empresarios, a creyentes y no creyentes, a hombres y                                mujeres de buena voluntad, a todos aquellos dispuestos a seguir abriendo                                    caminos de esperanza para recuperar la dignidad en el mundo del trabajo.

A María, Madre de los pobres, madre del divino obrero de Nazaret, confiamos nuestra tarea.

viernes, 14 de noviembre de 2014

EL OLOR DEL COCIDO (Una gozada olerlo y leerlo)




Pagó la última ronda de unas cervezas que le habían sentado divinamente después de una intensa semana de trabajo, se lo habían pasado bomba despotricando del viaje del Papa, de la hipocresía de la Iglesia, de todo lo que les pedía el anticlericalismo que los unía como la amistad que se profesaban y que les servía para estar colocados en la misma empresa pública de la Junta. Se fue a casa para comer algo antes de echarse una buena siesta, pero de camino se encontró con un olor que lo llevó directamente hasta el paraíso efímero de su infancia. Un olor a cocido, a caldo humeante, el aroma que lo recibía cuando llegaba a su casa después del colegio, con su madre atareada en la humilde cocina donde la olla hervía sin cesar.
Entró en un local que le pareció un restaurante modesto, pero con encanto; iba distraído pensando en el Informe  Técnico sobre Prevención de Riesgos Psicosociales de las Personas Expuestas a Situaciones de Disrupción Económica Familiar que le habían encargado en la empresa pública donde trabaja. En realidad, no era un restaurante; sino un autoservicio frecuentado por gente de toda condición. Había personas ataviadas a la antigua usanza, junto a individuos solitarios que vestían según las normas alternativas del arte povera. De pronto abrió los ojos y se quedó pasmado al comprobar que, quien le servía la comida en la bandeja, era una monja. Aquello era un comedor social y se vio rodeado de eso que nunca se nombra en los informes ni en los dosieres que prepara: pobres.

Quiso retirarse; pero la monja no lo dejó. Le sonrió y le dijo que no se preocupara, que la primera vez es la más complicada, que no debía avergonzarse de nada, que el cocido estaba buenísimo y que, de segundo, había filete empanado; que no se perdiera las vitaminas de la ensalada ni de la fruta, y que podía rematar la comida con un helado de los que había regalado una fábrica cuyo nombre obvió. Se vio sentado a una mesa donde un matrimonio mayor, y bien vestido, comía en silencio, sin levantar los ojos de la bandeja. Enfrente, un tipo con barba descuidada sonreía mientras devoraba el filete empanado y le contaba su vida; había perdido el trabajo, el banco se había quedado con su casa, después del divorcio no sabía a dónde ir; menos mal que las monjas le daban comida y ropa, y que dormía en el albergue bajo techo. Al final, he tenido suerte en la vida, compañero; así que no te agobies, que de todo se sale...
No podía creer lo que estaba sucediendo. Nadie le había pedido nada por darle de comer, ni le habían preguntado por sus creencias. Se limitaban a darle de comer al hambriento, sin adjetivos. Al salir, no le dio las gracias a la monja que le había dado de comer. Pero no fue por mala educación, sino porque no podía articular palabra. Una inclinación de cabeza. Ella le contestó con una sonrisa leve.Vuelve cuando lo necesites y, si no estoy, di que vienes de parte mía. Me llamo Esperanza.
 
"Los hombres no valen por lo que tienen, ni siquiera por lo que son, valen por lo que dan".




UNA BUENA NOTICIA NO PORQUE LA NECESITE SINO PORQUE ES DE JUSTICIA



2015: Beatificación de monseñor Romero

 

Nos ha llegado la noticia de imprevisto. En la reunión del clero del 4 de noviembre, monseñor José Luis Escobar dijo que, en su estancia en Roma, el papa Francisco le comunicó que monseñor Óscar Romero será beatificado el año entrante. El arzobispo no dio detalles sobre la fecha y el lugar. Pero la noticia ya nos ha llenado de alegría.
Los dos papas anteriores, Juan Pablo II y Benedicto XVI, hablaron de ello, pero no con mucha convicción y decisión. Y se notaba el temor de incomodar a los poderosos: "Todavía no es el tiempo oportuno". El lenguaje del Vaticano era ambiguo y poco entusiasmante.
Todo ha cambiado con el papa Francisco. Hace un año dijo que la causa de monseñor estaba estancada, pero que sin duda avanzaría. Más que estancada pienso que estaba bloqueada por muchos intereses que nada tienen que ver con Jesús de Nazaret.
Lo hemos dicho muchas veces: la alegría y el júbilo de la gente está asegurado. Pero he solido tener un pequeño temor y una duda: qué dirá el acta de canonización sobre monseñor Romero. Santo y virtuoso lo fue en grado sumo. Pero fue algo más, como lo puso en palabras Ignacio Ellacuría en la misa de funeral de la UCA, inmediatamente después del asesinato del arzobispo: "Con monseñor Romero, Dios pasó por El Salvador". Por aquellos mismos días, don Pedro Casaldáliga escribió el poema San Romero de América, pastor y mártir nuestro. Y espontáneamente el pueblo lo llamó "santo". El culto del pueblo, popular, ha sido masivo, aunque no está permitido durante el proceso de beatificación.
Esperamos, pues, al año entrante. En 2015 no habrá mundiales ni juegos olímpicos. No lucharán unos contra otros para ganar. Algo o mucho ganaremos todos, con excepción de algunos irredentos. No correrán millones de millones para esconder pobreza, violencia y angustias. Sí habrá pupusas y tamales.
En 2015 ganará la niñita de una champa de Zimbabue, quien, cuando le pregunté en 2007 qué conocía de El Salvador, me dijo al instante: "Un obispo". Y días después, también en Zimbabue, saludé a Desmond Tutu. Le dije que venía de El Salvador y me contestó: "¡La tierra de Romero! ¡Cuánto le recordábamos en tiempos de guerra!". Y así, muchas otras historias que no cabrían en todos los libros del mundo.
Ha desaparecido mi temor de que beatifiquen a un monseñor Romero aguado. Hoy es difícil manipularlo. Y una petición: "San Romero de América, ruega por todos los pobres del mundo. Y ruega por este pueblo salvadoreño, que es el tuyo".
Jon Sobrino