sábado, 31 de enero de 2015

30 DE ENERO : "DÍA INTERNACIONAL DE LA NO VIOLENCIA Y LA PAZ"

Es un cuento muy sencillo. No dice nada nuevo que no sepamos, que no hayamos oído alguna vez  e, incluso, que lo hayamos utilizado como aseveración. Pero lo mismo nos sirve para darnos cuenta de que no lo aplicamos y seguimos viviendo desde la competencia y la competitividad y eso es lo que, al final, transmitimos y en el valor que educamos.
Por eso me parece muy válido como propuesta pedagógica para el "Día de la NO violencia y la Paz"

(Si quieren ver en video la canción y el cuento, pinchen en los link respectivos)






DÍA DE LA PAZ. VIERNES 30 DE ENERO DE 2015


2015 AÑO INTERNACIONAL DE LA LUZ/ INTERNATIONAL YEAR OF LIGHT

CANCIONES SOBRE LA PAZ Y LA LUZ


SE APAGÓ SU LUZ



Era ella tan bella mujer,
en su mundo solo había amor para él
y enamorada
aguantaba sus golpes también.

Y le perdonaba una y otra vez
y él le decía nunca más te golpearé,
hasta que un día borracho no se controló
y su vida le robó.

Se apagó su luz,
ya no quedan más recuerdos de este amor.
solo dolor, solo.
Se apago su luz
y su viaje del que no pudo volver,
¿por qué se fue?
¿por qué se fue?…

Ella siempre calló y soportó
los abusos, los golpes que su hombre le dio,
no lo denunciaba,
su corazón siempre lo amó.

Y le perdonaba una y otra vez
y él le decía nunca más te golpearé,
hasta que un día borracho no se controló
y su vida le robó,
le robó.

Se apagó su luz,

Y si todo se pudo evitar,
¿por qué callaste? si alguien te podía escuchar.
Yo te extraño de verdad, mamá,
y ahora tus hijos te lloran porque no estás.

Desde el cielo nos vas a cuidar…


Se apagó su luz




PIRINDICUELA. (Cuento sobre el orgullo)

Pirindicuela estaba muy orgullosa de haber conseguido el título de Miss Libélula en el concurso de belleza y de convertirse en la libélula más bonita del río.
Volaba y volaba sin parar de un lado a otro para que todos vieran sus preciosas alas de color azul metalizado con reflejos verdes, que habían provocado la admiración del jurado.
Cuando se cansó de volar, se posó sobre la hoja de un árbol y vio que el castor Serafín se acercaba nadando:
No sé qué tienes tú que no tengan las otras libélulas – le dijo muy serio el castor.
- ¡Mírame bien! – y Pirindicuela dio vueltas a su alrededor para que la admirara.
- Pues yo te veo igual que las demás – le contestó él.
No es verdad, Serafín. Mis alas brillan más y son muy originales con esos reflejos verdes. Mis antenas son finas, mi cuerpo es esbelto y mi cara es preciosa. Según dijo el jurado: “No hay en el río libélula más bonita que yo”.
El castor Serafín se alejó de ella y, tumbándose boca arriba en el agua, se dijo: “¡Qué se habrá creído esta minúscula libélula! ¡Piensa que es la más hermosa del río!
Después de un breve descanso, Pirindicuela comenzó de nuevo su vuelo de exhibición, y fue entonces cuando la rana Catalina se le acercó llena de curiosidad a preguntarle:
- Oye, Pirindicuela, he oído que has ganado un concurso de belleza. ¿Para qué sirven esos concursos? Entre las ranas no existen.
- Sirven para demostrar a las otras libélulas que yo soy la más guapa.
¿Y para qué necesitas demostrarlo?
- Para que todas lo sepan, por si no se han dado cuenta.
- Pues a mí las libélulas me parecéis unas criaturas preciosas y elegantes, pero no veo mucha diferencia entre tú y las demás.
Porque no eres buena observadora, Catalina – le respondió Pirindicuela muy ofendida.
- Puede ser, pero entre las ranas no necesitamos compararnos.
Sabemos que todas somos diferentes y cantamos de forma distinta, aunque, para un mal observador, todas parecemos iguales.
¡Qué raros sois las ranas y los castores! –dijo dándole la espalda.
Pero mientras hablaba con la rana Catalina, Pirindicuela se dio cuenta de que alguien la estaba observando desde la orilla del río. Voló hacía allí y se encontró con un enano sentado encima de una piedra que la miraba sonriendo.
- Pirindicuela, te estaba escuchando y quiero hacerte unas preguntas –le dijo.
Muy bien, pero antes dime: ¿te parezco hermosa? – le preguntó volando a su alrededor.
El enano no contestó, pues no le parecía el momento adecuado.
- Pirindicuela, ¿quién crees que es el animal más habilidoso del río?
- El castor Serafín, sin duda. Sabe construir casas con palos y ramas. Yo no sé cómo lo hace, pero le quedan preciosas.
Pirindicuela, ¿quién crees que es el animal que mejor canta en el río?
- La rana Catalina, sin duda. Al atardecer me gusta oír canciones: tiene un repertorio de lo más variado y canta maravillosamente.
- Pirindicuela, ¿quién es el animal que nada más rápido?
- Los pequeños peces plateados, por supuesto. Los estás mirando y, de repente, desaparecen de tu visa en un abrir y cerrar de ojos.
- Pirindicuela, y de todos los animales que hay en el río, ¿quién te parece más hermoso?
- Me gusta mucho el Martín pescador: sus colores son preciosos y vuela con mucha gracia.
- ¿Y el animal más útil?
Pirindicuela se quedó callada: no sabía la respuesta a esa pregunta.
- Cada uno de los animales del río cumple una función y, si alguno desaparece, el río no será el mismo. Todos sirven para algo y no necesitan compararse unos con otros.
- Cada uno tiene su belleza y cada uno tiene su nombre. Por cierto, el tuyo, Pirindicuela, es bonito y muy original. Tú eres única y a mí me pareces una criatura preciosa. No veo por qué necesitas presentarte a un concurso de belleza.
Pirindicuela se quedó muy pensativa: nadie antes le había dicho esas cosas, nadie la había hecho esas preguntas, nadie le había hecho pensar así.
- Pero, ¿de veras te gusto? – le preguntó al enano.
- Sí, Pirindicuela, de ti me gustan unas cosas; de la rana Catalina me gustan otras; del castor Serafín, otras; y del Martín pescador, otras. Bueno, ya hemos hablado bastante por hoy- Ahora me voy a dar un paseo. Adiós.
Pirindicuela se quedó mirándolo y le preguntó antes de que se marchara:
- Por cierto, ¿cuál es tu nombre? Tú también me pareces muy guapo e inteligente.
- Me llaman “Diminuto” – respondió mientras se alejaba.
Le pareció un nombre muy adecuado para él, porque el enano era muy pequeño. “Pequeño en estatura, pero grande en sabiduría”-, pensó ella.
La libélula Pirindicuela levantó el vuelo y decidió dar un paseo a lo largo y ancho del río. Pero esta vez ya no pretendía que todos la admiraran al verla pasar. Simplemente quería visitar a sus vecinos: al castor Serafín, el gran constructor de casas; a la gran cantante, la rana Catalina; y al ágil y hermoso Martín pescador.
Escrito por Begoña Ibarrola.
Dibujado por Ana López Escribá.
Editado por SM.
Verlo en https://www.youtube.com/watch?v=facy8lrH5mU


lunes, 19 de enero de 2015

SOBRE EL ATENTADO EN FRANCIA

Creo que puede ayudarnos y darnos criterios para formarnos nuestra propia opinión. Por eso lo cuelgo


Yo no soy de 'Charlie Hebdo'

miércoles, 14 de enero de 2015

lunes, 12 de enero de 2015

GRITEMOS, TAL VEZ LOS LOBOS SE ESPANTEN.

Aún a riego de ser reiterativo y monotemático, vuelvo a insistir en torno al Papa Franisco. 
Si lo que se dice en el artículo siguiente de Marco A. Velásqez es cierto, y en mi opinión me creo que lo sea, no basta solo rezar por el papa Francisco. Es necesario hacer de efecto multiplicador en el pueblo de Dios para despertar conciencias, para gritar nuestro rechazo a una jerarquia de dominio, de poder, de corrupcióm de pecado, de anti-reino. De efecto multiplicador en el despertar de conciencias y proclamar que pensamos, que razonamos, que sabemos de coherencia y de evangelio y de coherencia con el evangelio, que rechazamos lo "sagrado"profanado y sostenido por manos sucias e intereses mundanos.
Gritemos una y mil veces que no es sagrado ni Jerusalén ni el Garizin, ni el Vaticano ni la curia enferma e infectada sino el hombre, el hombre al que Dios ama y en el que se encarnó y por quien se encarnó y solo desde la esencia auténtica y vital del hombre (Jn. 4)  se puede penetrar en lo sagrado, en la comunicación y comunión con Dios.
Vivamos la experiencia del momento eclesial presente como una experiencia gratuita de Dios acercándose a nosotros. 
José Luis Molina








col velasquez

La llegada de un nuevo año es ocasión propicia para ampliar la mirada y contemplar, con la perspectiva del tiempo y de la historia, el servicio petrino del Papa Francisco.
Desde la distante geografía que separa a Roma de Latinoamérica, pero con la cercanía que une a esa tierra que forjó el alma de pastor del padre Bergoglio, el futuro se contempla desafiante y difícil. Pero, desafíos y dificultades son ingredientes esenciales que fecundan la misión apostólica, porque sin cruz no hay redención, y vaya que hay necesidad de redención en la Iglesia y en el mundo.
Con dificultades y todo, Francisco multiplica esperanza a raudales. Con él se han liberado los diques eclesiales que guardaban las gracias del Espíritu, desbordando misericordia en el Pueblo Dios y en la amplia geografía de las naciones. Así, Dios conduce la historia con siervos dóciles como Francisco.
Convencidos de que el bien siempre vence, al comienzo de un nuevo año es bueno volver la mirada a las tinieblas que intentan paralizar el impulso transformador de Francisco.
En el entorno del papa persiste la corrupción que llevó a Benedicto XVI a renunciar inesperadamente. Es una realidad sórdida y desconcertante, despojada de espíritu evangélico. A diferencia de los tiempos de Benedicto XVI, los hechos del presente son de mayor gravedad porque se dirigen premeditadamente a la persona del papa. El desconcertante catálogo de enfermedades del clero, difundido por el propio Francisco, pone en relieve la evidencia de una Iglesia enferma.
En los últimos días surgen voces de varios columnistas que alertan con preocupación por esa ruidosa y contundente oposición al papa de la Esperanza. Un reciente y crudo artículo del reputado teólogo Andrés Torres Queiruga, es una voz autorizada que ayuda a sopesar la evolución de una animadversión creciente y peligrosa.
En la oposición a Francisco se actualiza la profecía de María, cuyo cántico desentraña a los poderosos del mundo y de la Iglesia que -revestidos de orgullo, del poder de sus tronos y de sus riquezas- se confabulan contra los humildes y contra los planes de Dios.
En la oposición a Francisco, aparecen por un lado quienes detentan el poder religioso, que se alinean en torno a la doctrina para contener el espíritu misericordioso de un papa sensible a los sufrimientos humanos. Lo ejercen apegados a la Ley, replicando los mismos cuestionamientos con que fariseos y maestros de la Ley acosaban a Jesús de Nazareth. Se actualiza así el conflicto entre el imperio de la Ley y el de la misericordia.
El domicilio de estos opositores está en la Congregación para la Doctrina de la Fe, desde donde se articula el pensamiento restauracionista. Para ellos, el Sínodo de la Familia ha llegado a ser una oportunidad única para canalizar su descontento y restaurar el orden.
Por otro lado, están quienes detentan el poder político y económico dentro de la Iglesia, y que con Francisco ven amenazados sus privilegios. Están los que sucumbieron al poder y al dinero, corrompiendo el Evangelio. Son los artífices de la "Iglesia empresaria", los mercaderes del templo, los carreristas, quienes se consagraron al poder eclesial, político y económico. Son quienes se desviven por la birreta y el báculo y que cuando los obtienen se vuelven hombres temibles y peligrosos. Son quienes hicieron del Vaticano una "cueva de ladrones" y del IOR un banco especializado en lavado de activos.
Pero, desde que Francisco impuso férreos controles normativos, se juegan la vida y la libertad, porque no pueden retirar millones de euros que sobran en las bóvedas del IOR sin ser delatados. Tendrán que rendir cuenta a traficantes, a mafiosos y a especuladores.
Estos corruptores del Evangelio no tienen domicilio establecido, están en Roma y en las iglesias locales; basta que haya dinero y poder para encontrarlos. Están en los mercados, en los negocios inmobiliarios, en los medios de comunicación, en las sociedades anónimas. Trafican dineros que obtienen de sus oscuros negocios y de los favores que cobran oportunamente. Son los más peligrosos, porque no sólo juegan con dinero, sino con vidas humanas.
Francisco volteó sus mesas a las puertas del templo y logró transparentar las finanzas del IOR. Éste ha sido el acto más temerario de su pontificado, algo que ninguno de sus predecesores se atrevió a emprender. Le cobrarán caro esta insolencia.
Están también los poderosos del mundo, quienes con poder geopolítico mueven los tentáculos de la historia, los que fabrican guerras y exterminios, los que dibujan mapas y provocan grandes desplazamientos humanos, aniquilan en nombre de la libertad y de Dios, los que se lucran con la vida y con la muerte, los que sacralizan a los mercados, los que someten a millones a condiciones de esclavitud y dominio. Ellos ven en Francisco a un instigador de multitudes, de pobres y esclavizados; a un delator de sus oscuras intenciones cuando predica justicia y solidaridad. No soportan que un papa tercermundista disperse alegría y esperanza, cuando esperan cosechar sometimiento y aflicción. Su domicilio es conocido.
"... ¿Cómo no sabéis interpretar el tiempo en que vivís?" Lc 12, 56b. Los signos de los tiempos están a la vista. Es hora de despertar y discernir, conocer a los poderosos, sus intenciones y sus métodos, porque comienzan a camuflarse con nuevos ropajes.
Desde el integrismo católico el método es torpe y tosco, recurren al desprestigio sistemático de la persona del papa, llenan las redes sociales de improperios. A ratos publican algún libro donde tejen tramas y lucubraciones. Su trinchera son los medios y su arma es la mentira y la odiosidad flagrante. Su griterío advierte la gravedad de su intolerancia. Son ultramontanos que se escandalizan con la libertad litúrgica y con la humanidad del papa.
Desde el doctrinarismo el método es la agudeza intelectual, un arma blanca de caballeros circunspectos, usada para coartar el espíritu conciliar de Francisco e imponer el restauracionismo preconciliar que menciona Torres Queiruga. Se atrincheran en posiciones doctrinales inmutables. En la asamblea extraordinaria del Sínodo de la Familia de octubre de 2014 sólo tomaron el pulso pastoral de la Iglesia, pero en la asamblea general de octubre de 2015 mostrarán todo su poder.
Los nuevos ropajes son de aquellos que debiendo derramar incondicionalmente su sangre purpural por el papa, hablan y hacen elocuentes declaraciones en concurridos foros internacionales y entrevistas, donde no escatiman elogios y adulaciones al papa, pero en sus iglesias locales contradicen férreamente sus palabras, porque con sus actos manifiestan su oposición inclaudicable a Francisco.
Un hecho revelador de la soledad del papa de los confines del mundo es el silencio elocuente de los obispos latinoamericanos, quienes no han estado a la altura del apoyo y colaboración que exige la adhesión al papa de estas latitudes; no desde las declaraciones sino desde la praxis pastoral. Nada ha cambiado en la mayoría de las diócesis ni en las parroquias ni en los seminarios desde que Francisco fue llamado al ministerio petrino. Al contrario, en muchos lugares se ha multiplicado la desconfianza y el carrerismo, como si estuvieran alistándose para servir al sucesor de Francisco. Nada hay que revele una verdadera conversión pastoral en la línea de la Evangelii Gaudium.
El querido papa Francisco tendrá un difícil 2015, pero debe saber que hay un enorme contingente humano, el Pueblo de Dios y de todas las naciones, que seguirá apoyándolo con su esperanza y con su oración. También sabe que para aquilatar de manera más aguda la realidad pastoral es bueno escuchar a gente desinteresada, a teólogos y laicos, hombres y mujeres, que liberados de miedos y condicionamientos serviles puedan transmitir la realidad de cada Iglesia local.

Marco Antonio Velásquez Uribe

miércoles, 7 de enero de 2015

ïYA ES HORA!

Ya es hora de que los cristianos (al menos ciertos cristianos) no nos conformmos con comentarios domésticos y dejemos en libertad de actuación la mala leche (perdón si hiero oídos y sensibilidades comedidas) de quienes en nombre de alta teología, alto status social, eclesiástico y cultural pero carentes de Espíritu y de Evangelio, se dedican a serruchar (como se dice por estos lares) el piso del Papa Francisco. A esas gentes, cardenales y personajes agazapados en busca de trepar, junto con su comparsa del mismo talante, hay que decirles que son ellos los que estaban logrando que el evangelio (o lo que ellos propugnaban) dejara de ser buena noticia y mucho menos alegre, que estaban dejando al mundo sin primavera y a Dios sin su gloria que son los hombres.
Me acuerdo de cierto arzobispo que aún andará  recorriendo discaterios romanos y buscando trampolines, a quien escuché que lo dejaran de tanto evangelismo y que el magisterio estaba por encima de la conciencia, ese magisterio que se está especializando en poner zancadillas. Por eso me alegro de artículos lúcidos como este de Leonardo Boff que os invito a leer.
No os arrepentiréis
José Luis Molina




APOYO AL PAPA FRANCISCO CONTRA SUS DETRACTORES

Escrito por  
Valora este artículo
(12 votos)
En varias partes del mundo, pero principalmente en Italia, entre cardenales y personas de la Curia, y también entre grupos laicos conservadores, se está articulando una dura resistencia y demolición de la figura del Papa Francisco. Escondiéndose detrás de un escritor laico famoso, convertido, Vittorio Messori, muestran su malestar.
Así que he leído con tristeza un artículo de Vittorio Messori en el Corriere della Sera de Milán con el título: "Las opciones de Francisco: dudas sobre el rumbo del Papa Francisco" (24/12-2014). Esperó a la víspera de Navidad para tocar más profundamente al Papa. Lo que le critica es especialmente su "imprevisibilidad que sigue perturbando la tranquilidad del católico medio". Él admira la perspectiva linear "del amado Joseph Ratzinger" y bajo palabras piadosas instila insidiosamente mucho veneno. Y lo hace, como confiesa, en nombre de muchos que no tienen el valor de exponerse.
Quiero proponer un contrapunto a las dudas de Messori. Este no percibe los nuevos signos de los tiempos traídos por Francisco de Roma. Además demuestra tres insuficiencias: dos de naturaleza teológica y una de interpretación de la relevancia de la Iglesia en el Tercer Mundo.
Messori se ha escandalizado de la "imprevisibilidad" de este pastor porque "sigue perturbando la tranquilidad del católico medio". Es necesario preguntarse por la calidad de la fe de este "católico medio", que tiene dificultad en aceptar a un pastor que tiene olor a oveja y anuncia "la alegría del Evangelio". Son, en general, católicos culturales habituados a la figura faraónica de un Papa con todos los símbolos de poder de los emperadores romanos paganos.
Ahora aparece un Papa "franciscano" que da centralidad a los pobres, que no "viste Prada", que crítica valientemente el sistema que produce miseria en gran parte del mundo, que abre la Iglesia a todos los seres humanos, sin juzgarlos y acogiéndolos en el espíritu que él llamó "revolución de la ternura", hablando a los obispos latinoamericanos.
Hay un gran vacío en el pensamiento de Messori. Estas son las dos insuficiencias teológicas: la casi ausencia del Espíritu Santo y el cristomonismo, es decir, que sólo Cristo cuenta. No hay propiamente un lugar para el Espíritu Santo. Todo en la Iglesia se resuelve únicamente con Cristo, cosa que no corresponde a lo que enseñó Jesús. ¿Por qué digo esto? Porque lo que Messori lamenta en la acción pastoral del Papa es la "imprevisibilidad". Pues bien, esta es la característica del Espíritu, como lo afirma San Juan: "El Espíritu sopla donde quiere, escuchas su voz, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va" (3,8). Su naturaleza es la irrupción imprevista.
Messori es rehén de una visión lineal, propia de su "amado Joseph Ratzinger" y de otros papas anteriores. Por desgracia, fue esta visión lineal la que ha hecho de la Iglesia una fortaleza, incapaz de comprender la complejidad del mundo moderno, aislada en medio de las otras Iglesias y los otros caminos espirituales, sin dialogar y aprender de los demás, iluminados también por el Espíritu. Significa blasfemar contra el Espíritu Santo pensar que los otros solo piensan errores. Por eso, es sumamente importante una Iglesia abierta como la quiere el Papa Francisco para percibir las irrupciones del Espíritu en la historia. No sin razón algunos teólogos le llaman "la fantasía de Dios", a causa de su creatividad y novedad para la historia y para la Iglesia.
Sin el Espíritu Santo, la Iglesia se convertiría en una institución pesada y sin creatividad. En el fondo, tendría poco que decir al mundo, a no ser doctrinas sobre doctrinas, sin llevar a un encuentro vivo con Cristo y sin suscitar esperanza y alegría de vivir.
Es un don del Espíritu Santo que este Papa haya venido de fuera de la vieja y cansada cristiandad europea. No aparece como un teólogo sutil, sino como un pastor que realiza el mandato que Jesús pidió a Pedro: "Confirma a los hermanos y hermanas en la fe" (Lc 22,31). Francisco trae consigo la experiencia de las Iglesias del Tercer Mundo, particularmente de América Latina.
Hay otra insuficiencia en el pensamiento de Messori: no valorar el hecho de que hoy por hoy el cristianismo es una religión del Tercer Mundo, como ha repetido tantas veces el teólogo alemán J. B. Metz. En Europa los católicos no llegan al 25% mientras que en el Tercer Mundo son casi el 73% y en América Latina cerca del 49%.
¿Por qué no aceptar la novedad que se deriva de estas Iglesias, que ya no son Iglesias-espejo de las viejas Iglesias europeas, sino Iglesias–fuente con sus mártires, confesores y teólogos?
Podemos imaginar que en un futuro, no muy distante, la sede del primado no será ya Roma con la Curia, con todas sus contradicciones recientemente denunciadas por el Papa Francisco con palabras valientes solamente oídas por boca de Lutero y en mi libro Iglesia, carisma y poder (1984), que leído en la óptica de hoy es más bien inocente que crítico. Tendría sentido que la sede principal estuviera allí donde se encuentra la mayoría de los católicos, que está en América Latina, Asia y África. Sería seguramente una señal inequívoca de la verdadera catolicidad de la Iglesia dentro de la nueva fase globalizada de la humanidad.
Esperaba sinceramente una mayor inteligencia de fe y más apertura de Vittorio Messori, con sus méritos de católico, fiel a un tipo de Iglesia y renombrado escritor. Este Papa Francisco ha traído esperanza y aire fresco a muchos católicos y a otros cristianos que están orgullosos de él.
No perdamos este don del Espíritu por análisis más negativos que positivos, que no refuerzan la "alegría del Evangelio" para todos.

Leonardo Boff
Traducción de MJ Gavito Milano