martes, 22 de septiembre de 2009

COMIENZO DE CURSO




También dio comienzo el año académico en la Escuela de Padres Inti el pasado domingo día 20. Es bueno tener presente que uno de los requisitos que la Escuela pide a los padres a la hora de matricular a sus hijos es que estos se involucren en el procedo educativo de los niños. Por tanto es condición imprescindidble que los padres se incorporen a un proceso educativo para ellos que es el que constituye la Escuela de Padres y que en este año escolar ya se estructurará en ocho nivele o cursos.



La sesión inagural fue colectiva, con todos los nives en común ya que se trataba de un taller en torno al tema "La gripe porcina A H1N1".



Este taller corrió a cargo del doctor Walter Díaz.



Los objetivos era saber situarnos ante esta enfermedad, tener claro las medidas preventivas y la manera de actuar ante los síntomas así como abordar el tema del posible y casi indudable transfondo de montaje comercial y de intereses de laboratorios existente ante la realidad de esta pandemia.



Con este taller quedó inagurado el curso de la Escuela de padres que seguirá, en los mese sucesivos, el normal desarrollo

lunes, 21 de septiembre de 2009

INICIO










DICEN QUE TRAS UNA PUERTA QUE SE CIEERA, SIEMPRE HAY OTRA QUE SE ABRE. cuando esto no es así, surge la tragedia. Pero, afortunadamente, Intiruna no tiene nada que ver con la tragedia. Hoy por hoy es un proyecto feliz.




Y por eso, en Intiruna tras puertas que clausuran hay puertas que se abren. Me refiero a la entrada anterior que se refería a la clausura de los talleres de verano. Llegó la clausura de los mismos pero, de igual manera llegó el inicio del nuevo curso. Se reanudaron las clases tanto en el programa de Escuela Inti como en el "Avanzar" y de Alfabetización de Adultos.




Nuevas caras que se funden con las veteranas para seguir haciendo historia compartida. Y, desde ahí dar gracias a Dios por la esperanza de un mundo mejor que es posible y por el que trabajamos.

CLAUSURA










El sábado 12 de septiembre se daban por teminado los talleres de verano de Intiruna en una clausrua para la que nos volvimos a reunir quienes en ellos habíamos participado y, en un ambiente festivo, jocoso y jovial, esta clausura fue el pretexto para volver a encontrarnos y a compartir. Asi se entregaron "diplomas" por la participación, se impusieron "insignias recuerdos" y se repartieron "premios". Y contentos porque una vez más estábamos juntos, compartimos también unos bocaditos y unos brindis de amistad.

En la mitad del mundo

Una hermosa canción y unas preciosas imágenes de Quito y de la gente de Inti, para unir a los que están acá con los que quedan allá (cada cual que sitúe su acá y su allá particular).



miércoles, 2 de septiembre de 2009

¿Cuál será el futuro de nuestros nietos? - por Leonardo Boff - 2009-08-28



Mirando a mis nietos jugando en el jardín, saltando como cabras, rodando por el suelo, y subiendo y bajando de los árboles, me surgen dos sentimientos. Uno de envidia, pues ya no puedo hacer nada de eso con las cuatro prótesis que tengo en los miembros inferiores. Y otro de preocupación: ¿a qué mundo tendrán que enfrentarse dentro de algunos años?
Los pronósticos de los especialistas más serios son amenazantes. Hay una fecha fatídica o mágica de la que hablan siempre: el año 2025. Casi todos afirman que si ahora no hacemos nada o no hacemos lo suficiente, la catástrofe ecológico-humanitaria será inevitable.
La lenta recuperación de la actual crisis económico-financiera que se nota en muchos países, todavía no significa una salida de ella. Solamente que terminó la caída libre. Vuelve el desarrollo/crecimiento, pero con otra crisis: la del desempleo. Millones de personas están condenadas a ser desempleados estructurales, es decir, que no volverán a ingresar en el mercado de trabajo, ni siquiera quedarán como ejército de reserva del proceso productivo. Simplemente son prescindibles. ¿Qué significa quedar desempleado permanentemente sino una muerte lenta y una desintegración profunda del sentido de la vida? Añádase además que hasta esa fecha fatídica están pronosticados de 150 a 200 millones de refugiados climáticos.
El informe hecho por 2.700 científicos «State of the Future 2009» (O Globo de 14.07/09) dice enfáticamente que debido principalmente al calentamiento global, hacia 2025, cerca de tres mil millones de personas no tendrán acceso a agua potable. ¿Qué quiere decir eso? Sencillamente, que esos miles de millones, si no son socorridos, podrán morir de sed, deshidratación y otras enfermedades. El informe dice más: la mitad de la población mundial estará envuelta en convulsiones sociales a causa de la crisis socio-ecológica mundial.
Paul Krugman, premio Nóbel de economía de 2008, siempre ponderado y crítico en cuanto a la insuficiencia de las medidas para enfrentar la crisis socioambiental, escribió recientemente: «Si el consenso de los especialistas económicos es pésimo, el consenso de los especialistas del cambio climático es terrible» (JB 14/07/09). Y comenta: «si actuamos como hemos venido haciéndolo, no el peor escenario, sino el más probable será la elevación de las temperaturas que van a destruir la vida tal como la conocemos».
Si probablemente va a ser así, mi preocupación por los nietos se transforma en angustia: ¿qué mundo heredarán de nosotros? ¿Qué decisiones se verán obligados a tomar que podrán significar para ellos la vida o la muerte?
Nos comportamos como si la Tierra fuese nuestra y de nuestra generación. Olvidamos que ella pertenece principalmente a los que van a venir, nuestros hijos y nietos. Ellos tienen derecho a poder entrar en este mundo mínimamente habitable y con las condiciones necesarias para una vida decente que no sólo les permita sobrevivir sino florecer e irradiar.
Los escenarios a los que nos hemos referido nos obligan a soluciones que cambian el cuadro global de nuestra vida en la Tierra. No sirve seguir ganando dinero con la venta del derecho a contaminar (créditos de carbono) y con la economía verde. Si el genio del capitalismo es saber adaptarse a cada circunstancia, siempre que se preserven las leyes del mercado y las oportunidades de ganancia, ahora debemos reconocer que esta estrategia no es ya posible. Precipitaría la catástrofe previsible.
Si queremos tener futuro, debemos partir de otras premisas: en vez de explotación, sinergia humanos-naturaleza, pues Tierra y humanidad forman un único todo; en lugar de competir, cooperar, base de la construcción de la sociedad con rostro humano.
Me dan alguna esperanza los teóricos de la complejidad, de la incertidumbre y del caos (Prigogine, Heisenberg, Morin) que dicen: en toda realidad funciona la siguiente dinámica: el desorden lleva a la auto-organización y a un nuevo orden, y así, a la continuidad de la vida en un nivel más alto. Porque amamos las estrellas no tenemos miedo de la oscuridad.