lunes, 21 de septiembre de 2009

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DICEN QUE TRAS UNA PUERTA QUE SE CIEERA, SIEMPRE HAY OTRA QUE SE ABRE. cuando esto no es así, surge la tragedia. Pero, afortunadamente, Intiruna no tiene nada que ver con la tragedia. Hoy por hoy es un proyecto feliz.




Y por eso, en Intiruna tras puertas que clausuran hay puertas que se abren. Me refiero a la entrada anterior que se refería a la clausura de los talleres de verano. Llegó la clausura de los mismos pero, de igual manera llegó el inicio del nuevo curso. Se reanudaron las clases tanto en el programa de Escuela Inti como en el "Avanzar" y de Alfabetización de Adultos.




Nuevas caras que se funden con las veteranas para seguir haciendo historia compartida. Y, desde ahí dar gracias a Dios por la esperanza de un mundo mejor que es posible y por el que trabajamos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es cierto,cuando los talleres se terminaron quedó un vacío en nuestras almas veraniegas, pero fue llenándose con una buena inyección de esperanza y alegría porque se comienza un nuevo ciclo; en todos los aspectos.
Ahora nos toca con todos los ánimos
continuar con ganas.
C.A.