martes, 30 de agosto de 2016

AGOSTO SE MUERE.



Se va muriendo agosto, ciertamente, pero no tristemente, como decía de septiembre una canción de los años sesenta.
Al menos en Intirruna. Va muriendo agosto, pero nos ha ido dejando un montón de contenidos día a día. Y para darle un final digno, el día 28 fue, sobremanera, extraordinario.
Además de otras cosas, clausurábamos los talleres con una visita al Santuario de Guápulo.
Practicamente allí estuvimos todo Intiruna.
Comenzamos con la visita turística a la Iglesia del mencionado Santuario conociendo la riqueza artística que encierra.







Pero también hubo otras  cosas.
Tras visitar la Iglesia nos fuimos al parque del mismo nombre. Es un delicioso lugar que la municipalidad de Quito recuperó, hace unos años, para esparcimiento y recreo de la ciudadanía en los terrenos de una hacienda allí existente.
Allí se efectuó la votación para la renovación de la Directiva de Intirruna. Se presentaban cuatro ternas, resultando electa por mayoría la constituida por Carmen Ambuludí (reelegida como Presidenta) y las vocales Ruth Piuri (igualmente reelegida) y Myriam Guatapi.
















Después celebramos la Eucaristía, que también se llenaba de emotividad al darle el carácter de despedida a Miguel Á. Olmedo tras este mes de estar con nosotros.





Posteriormente, después de una espléndida comida, por la tarde nos divertimos con los juegos y actividades que habían preparado aquellos a quienes se les comisionó para ello.







Y a la caída de la tarde regresamos a La Lucha para merendar (cenar) juntos pues la rica y abundante comida sobró suficientemente y no podía dejarse que se estropeara, así que sirvió para terminar el día con el mismo júbilo que había transcurrido todo él y todo el mes

EL SACRAMENTO DE LA UNCIÓN DE ENFERMOS

Dentro de los talleres de agosto este año, a propuesta del área de Liturgia, se ha ralizado, a lo largo de cuatro semanas, un taller muy especial.

En la comunidad éramos conscientes de las dificultades que, para una acción pastoral, presenta el sacramento de la Unción de Enfermos. Pero también éramos conscientes de la ignorancia que en torno a él teníamos. Nos quedábamos en lo anecdótico de ser el sacramento del último momento, del respeto o miedo con el que se le concebía, etc, y pensábamos que debería ser otra cosa. Por eso surgió la propuesta, propuesta que fue aceptada por la Coordinadora General y la de Acción Social, de dedicar un taller,en agosto, a dicho sacramento.


Durante los tres primeros sábados estuvimos profundizando en el conocimiento del mismo, reflexionando sobre su sentido teológico y en el contenido que como sacramento de la fe tenía así como las implicaciones pastorales que conlleva para los que lo celebran y para la comunidad.
Nos sorprendió sobremanera descubrir el hondo sentido comunitario de este sacramento cuando en la práctica se reduce a un rito intimista en el que prácticamente solo participan el sacerdote y el enfermo (y este a veces en estado de inconsciencia) y poco más.
El cuarto sábado del mes tuvimos una liturgia con la celebración de dicho sacramento que celebraron once personas de nuestra comunidad no porque estuvieran enfermas de gravedad sino que por su edad tenía pleno sentido celebrarlo.


Fue una celebración llena de esperanza, con símbolos que rubricaban el sentido comunitario, etc, y para nada triste. Muy buena experiencia la de este taller y la de la celebración

domingo, 28 de agosto de 2016

GUÁPULO: Bellos rincones de Quito



Efectivamente, Guápulo es uno de esos lugares con un encanto especial, con una profunda personalidad, con "algo"que te pilla.
Guápulo es barrio y santuario, o tal vez, mejor, santuario y barrio porque el barrio, que aún conserva casas de la época colonial, nace al amparo del Santuario.


El Santuario de Guápulo, de Santa María de Guadalupe de Guápulo (es muy probable que el nombre de Guápulo sea una modificación del de Guadalupe) se asienta en una de las muchas quebradas de Quito, ésta regada, tal vez mejor, hendida) por el río Machángara.


El barrio de Guápulo, un barro bohemio de la ciudad de Quito. El Santuario de Guápuo primer sanuario mariano que se construyó en Ecuador. Comenzó su construcción en 1620. Se asienta en una pequeña meseta de la ya citada quebrada. La naturaleza es espléndida y, muy cerca del corazón de Quito la paz que proporciona es muy de agradecer. El parque aledaño es un tesoro de Quito para la recreación.
 Pinturas de Miquel de Santiago y otras obras de arte, como el púlpito, su llamativa


decoración mudéjar y barroca hacen de Guápulo un lugar digno de ser visitado. Pero, además, es lugar histórico . Enclavado en el "camino de Orellana" es confirmado por la estatua de Francisco de Orellana en su viaje al encuentro del Amazonas mientras buscaba "el país de la canela".

Guápulo sin aspavientos ni alardes de nada, está ahi esperando lo encontremos

miércoles, 17 de agosto de 2016

MINGAS Y TALLERES



Efectivamente, durante el mes de agosto, la actividad no para en nuestros lares. Hemos optado, desde hace muchos años, por darle sentido a algunas cosas. Por ejemplo al ocio, a los días de vacaciones.











 Por eso durante el mes de agosto aprovechamos para tener, a lo largo de cuatro semanas, diversos



talleres que sirven para nuestra formación y, también como espacios en los que nos encontramos y compartimos los componentes de los distintos grupos pues en  estos talleres nos mezclamos. Son momentos privilegiados  para conectar con compañeros de otros grupos que en lo cotidiano del año no es tan frecuente.


Así tenemos talleres de política, arte, artesanías, pesebre, lectura, sacramentos, baileterapia, reflexionar sobre nosotros mismos y conocernos mejor, cine forum y visita turística y de convivencia.


Pero también aprovechamos los sábados para, junto con los padres, a través de mingas, pintar los locales y la escuela, limpiarlo, etc, para que todo esté adecuado      al comienzo del curso.
Y así, entre otras cosas, son los veranos en Intiruna


viernes, 12 de agosto de 2016

¿HACER TURISMO EN ECUADOR HOY?

Durante tres días hemos hecho un recorrido rápido por la provincia de Manabí para tener la experiencia 'in situ' de la catástrofe del terremoto del pasado abril.
Me pongo a hacer esta pequeña crónica dudando si tiene sentido, consciente de la impotencia de las palabras y de mis palabras.
Pero creo tengo esa deuda con todos los que fuisteis respuesta y aportación ante la propuesta que se suscitó desde la Asociación Inti-Ecuador de El Bosque e Intiruna, desde Quito, inmediatamente después de producirse la catástrofe.

















Y, ¿qué contarles?
Empezaré por decirles que de Pedernales,  una localidad turística por su playa, de unos 50.000 habitantes, no queda nada. Ya los escombros han sido retirados mayoritariamente. Solo quedan unas pocas casas de cañas y algún que otro edificio alto esperando sea demolido pues no es recuperable. La Iglesia, en otro tiempo luciendo hermosa en el parque central, con bellos mosaicos, aparecía solo con el armazón metálico de su estructura como si se tratara del esqueleto de un dinosaurio.


La gente, todos en la calle. No tienen donde estar. Yo conté, al menos, cuatro grandes zonas que el gobierno ha allanado, dotado de agua, luz y sanitarios, protegidas por mallas y por agentes de seguridad y donde se han instalado carpas familiares donadas por la cooperación solidaria internacional: UNICEF, Japón, etc.


Es verdad que el Gobierno se está moviendo e involucrando, a mi juicio, bien. En esa zona se está en plena época de clases y, prácticamente, se ha conseguido dar cobertura a toda la población estudiantil, 





centros de salud de campaña, etc. Los niños siguen jugando en la playa (menos mal que el impulso vital infantil es más fuerte que el miedo), pero no así los adultos. Todo son puestos ambulantes en el suelo, en las veredas, o chiringuitos precarios en medio de solares de desolación y de recuerdos de horror.


La localidad, fuertemente turística, ahora no tenía donde ofrecer alojamiento. Así que salimos de Pedernales por la histórica y turística ruta del Spóndylus. (1)

La magnífica carretera de hace tan solo cinco meses, arteria esencial para potenciar el desarrollo turístico de la zona como empeño claro del gobierno, estaba hecha pedazos. Aunque de inmediato se inició y se continúa la reconstrucción, aun es lamentable contemplarla: Enormes grietas, deslaves, corrimientos de enormes planchas de asfalto, puentes que quedaron para hablar de ellos, pero ya no estaban. ¿Se puede echar el tiempo para atrás? Creo que sí. Yo me situaba en los hace 20 años, cuando llegué a Ecuador.


Estatuillas cultura Jama - Coaque

Jama, epicentro de la cultura precolombina Jama-Coaque, me evocó a Gabriel García Márquez. Como me contaría el trabajador de la gasolinera, " las casas de cañas y tablas, temblaban, pero aguantaron. Las buenas, las de bloques y cemento, se vinieron abajo". Y al recorrer sus pocas calles polvorientas, era eso lo que se veía: Desvencijadas casas de cañas, solares de escombros esperando, parecía, comenzara el rodaje de "Crónica de una muerte anunciada" o cualquiera otra historia de Macondo. Y, solo coincidencia, en este recorrido por sus calles, entre el vacío de casas desplomadas, aparecía una loma en las afueras del pueblo y, en ella, el cementerio.
El museo de la cultura Jama-Coaque, el municipio, el parque central, la iglesia, esperando turno de reconstrucción tras las de los vecinos que , igualmente, convertían las desoladas calles en mercados donde llevar  los productos de subsistencia.
Pasé por el lugar donde estuvo el establecimiento donde comí en mi visita anterior a Jama y tomé un rico helado. Ahora solo había un solar y unos perros olfateando sin perder la esperanza de encontrar algo donde solo quedaba desolación en los recuerdos que se evocan, y eso no sirve ni para que coman los perros.


Bahía de Caráquez, la altiva Bahía, cuna de otra cultura precolombina, que levantaba sus ostentosos edificios de apartamentos para turistas, era una ciudad fantasma, una ciudad apocalíptica. 


Primero tendrá que desaparecer haciendo que sus edificios, ya meros espectros desmantelados de lo que fueron, se desplomen para que surja otra nueva Bahía. Mientra el puente, que los enemigos del avanzar ecuatoriano dijeron "sería más fácil que un burro volara que el que se consiguiera lograr el puente", este puente aguantó el cataclismo y sigue uniendo sereno las ruínas de Bahía con San Vicente.


Por último, Manta y Portoviejo:  Tal vez menos golpeadas o presentando menos ostensiblemente los efectos del cataclismo inmersos en la vorágine de de población humana y urbana, pero con los que te tropezabas en cuanto caminabas y te detenías a contemplar las calles y los edificios.

Tras este periplo, pensaba:

* Bienvenida la ayuda internacional, pero la reconstrucción está esperando para recuperar los, por lo menos, 20 años perdidos.

* Bravo a la política del Gobierno generando medidas políticas de solidaridad y afrontando problemáticas esenciales y urgentes: vivienda, comunicación, rehabilitación física y psíquica de la población, etc, porque ellos siguen viviendo

*  Magníficos los sentimientos de solidaridad surgidos en la población ecuatoriana  y de otros países. La solidaridad no es consecuencia de la lástima, sino de la justicia.(2)

Esto es lo que he visto.
Y lo que he visto os lo cuento.
No caigamos en el cahuvinismo.
En estos momentos, Ecuador es una tierra azotada. Y los azotes son siempre destructores.
Por eso Ecuador necesita de personas que se comprometan con la reconstrucción más allá del lucimiento.

       José Luis Molina

(1) Spondylus es un género de moluscos En el área Andina Central las conchas de Spondylus fueron llamadas "mullu" y fueron utilizadas como símbolo femenino de fertilidad en Chavín de Huantar. Durante el imperio Inca el mullu fue marcador de lluvia y era el alimento de deidades relacionadas con el agua. Como los Spondylus no pueden vivir en la costa peruana, el hecho que haya Spondylus en contextos arqueológicos del área Andina Central demuestra un contacto con culturas ecuatorianas. Fuero utilizados como "moneda de cambio" para comerciar.

(2) Aprovecho para informar que, posteriormente a la colecta realizada, y de la que se informó oportunamente a través de este medio, se recogieron 545 dólares para el mismo fin de respuesta a la catásrofe del terremoto