Hoy, para nuestra reflexión, os
propongo nos situemos frente al texto de Hechos de los Apóstoles (13, 14.43-52)
Vamos a irnos fijando progresivamente
en distintos aspectos de los que, luego, podremos sacar nuestras propias
reflexiones.
Primero nos fijamos en los
personajes: Básicamente, con nombre propio, Pablo y Bernabé. También hay otros
personajes: judíos de la sinagoga, de distintos estamentos, prosélitos, damas
piadosas y ciudadanos distinguidos.
¿Qué están haciendo?
Pablo, después de su conversión se
une a Bernabé y ambos asumen la tarea de la evangelización.
Pablo ya no persigue a los
cristianos. Ahora su seguimiento de Jesús no le deja inactivo dedicándose a la
meditación. Al contrario, tiene que dar a conocer su experiencia del Resucitado y el dedicarse a ello le lleva
a tener que reflexionar y profundizar en esa experiencia y fundamentar la vida
desde este acontecimiento. El judío fanático y ortodoxo tiene que reinventar su
vida. Él no convivió con Jesús. Su experiencia es una experiencia de
resurrección, de cambio, de vida transformada a partir del testimonio de los
apóstoles y discípulos. En este desempeño Bernabé le será insustituible. De
Bernabé se cree pudo ser uno de los setenta y dos, pero, desde luego, estuvo
desde el principio en el círculo de los discípulos.
Estos son los dos actores principales
del pasaje y su accionar es dar a conocer, ofrecer criterios para la nueva vida
(el hombre nuevo) y compartir, con los que la aceptan, la vida resucitada,
formando así comunidades.
Otros actores son judíos y prosélitos
practicantes. Pablo y Bernabé si dirigen a la sinagoga y allí, en el ámbito
religioso y de fe se encuentran con ellos. Les presenta la experiencia de la
resurrección de Jesús entroncada con la esperanza de liberación del Mesías
prometido acudiendo al respaldo y autoridad de los profetas.
¿Qué hacen estos otros actores? Unos judíos. Otros, los prosélitos, por no
ser de raza judía pero si convertidos al judaísmo eran más abiertos y tenían
una mejor disposición para aceptar la novedad que suponía el seguimiento del
Evangelio. Pues parte de los judíos y prosélitos se adhirieron a las propuestas
de Pablo y Bernabé.
Esto llamaba la atención y producía
sorpresa y admiración en la población en general.
Pero los judíos más fervorosos, más
cerrados, se oponían firmemente a la buena noticia del Evangelio.
Ante esto, ¿qué podían hacer Pablo y
Bernabé?
· Podían haber bajado el listón.
· Podían haber acomodado los criterios evangélicos a los oficiales y
oficiosos del judaísmo.
· Podían haber practicado una doble medida: en lo oculto la correcta y a la
vista, la bien vista.
· Y otras muchas estrategias que podían haber encontrado.
Pero no hicieron nada de esto.
Con frontalidad se sacudieron las
sandalias y les dijeron que ellos iban a seguir proponiendo la Buena Noticia de
Dios a quienes la buscaban, la aceptaban y querían. Los judíos piadosos querían
otra cosa, pues renunciaban a su evangelización.
La medida es fuerte, valiente,
frontal, descarada y sin contemplaciones.
También es interesante la reacción
que provocaron los paganos y prosélitos, contentos con ser objeto de la tarea
de Pablo y Bernabé. En una cultura religiosa donde se vivían excluidos de Dios
se descubren amados por Dios. Los judíos fanáticos, las señoras distinguidas y
piadosas, (atentos al dato: distinguidas y piadosas, y los principales (los
poderosos) de la ciudad) se llenaron de ira, se sentían despreciados ellos, los
honorables, por unos cualquiera, cerrados a las bienaventuranzas hacen causa
común frente a Pablo y Bernabé y, sin pretenderlo, sitúan a las bienaventuranzas como realidad concreta
e histórica: Provocaron y desataron un
dinamismo de persecución y destierro de Pablo y Bernabé por causa del evangelio.
Y hasta aquí les he acompañado con
este rumiar el texto. Ahora los dejo solos, ojalá solos con Dios, para
situarnos, cada uno de nosotros, de manera personal. Porque en este pasaje
podemos encontrarnos reflejados cada uno. Nosotros sabremos. Puede ser en más
de un sitio a la vez. Y, según cómo, descubrir el posicionamiento que , en
conciencia, debe ser el nuestro en cada circunstancia.
Que Dios nos bendiga.
Un abrazo
José Luis Molina
8 de mayo del 2022.
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