lunes, 28 de marzo de 2011

SAN ROMERO DE AMÉRICA

Este año también celebramos en "Intiruna" el aniversario del asesinato de Oscar Romero -trigésimo primer aniversario-. Como otras veces, fue muy emotivo celebrar la presencia viva de San Romero de América entre nosotros. Fue una celebración sencilla, pero profunda.

Primero, el grupo de jóvenes Derechos Humanos, a partir de un video, contextualizó su figura en las circunstancias históricas de El Salvador cuando acontecieron los hechos. Después, proclamamos y acogimos en oración algunas frases significativas de él, intercambiadas con el canto de Ricardo Cantalapiedra.: "No queremos a los grandes palabreros, queremos a un hombre...". Esta primera parte se terminó con una reflexión que cada uno pudo realizar a partir de una frase que trajo escrita y que manifestaba lo que para él significa Romero en su vida -la frase se les solicitó en la eucaristía del domingo anterior-. Terminamos escribiéndola en un famoso dibujo de Cortés de un muñeco que grita al mundo y que aparecía junto a la fotografía de Romero cubierta de romeros. En un segundo momento, proclamamos las palabras que pronunció el día anterior a su muerte -justo el 23 de Marzo-: "...hago un esfuerzo para que todo lo que nos ha querido impulsar el Concilio Vaticano II, la reunión de Medellín y de Puebla, no sólo lo tengamos en las páginas y lo estudiemos teóricamente, sino que lo vivamos y lo traduzcamos en esta conflictiva realidad de predicar como se debe el Evangelio para nuestro pueblo" y, sobre todo, atendiendo al conflicto de Libia, donde, como sabemos, "el interés de los EE.UU y de la Unión Europea no es la defensa de los derechos humanos. Es asegurar el control de un territorio que produce 1,7 millones de barriles de petróleo al día, de los cuales depende la energía de países como Italia, Portugal, Austria e Irlanda " (Frei Betto). Una guerra que se justifica como necesaria y justa para la defensa de los derechos humanos, pero que, paradójicamente, olvida a los muertos, como ocurrió en Irak, Afganistán, sigue ocurriendo en Palestina, y ahora en Libia. En este contexto geopolítico no podíamos olvidar sus proféticas y extremecedoras palabras: "Ante una orden de matar que dé un hombre, debe prevalecer la ley de Dios, que dice: no matar. Ningún soldado está obligado a obedecer una orden contra la ley de Dios". Esta segunda parte fue acogida, como acción de gracias, por el canto: "Oscar Romero que van a por ti..." del CD "Voz de los sin voz". Y, para finalizar, como expresión de compromiso, cada cual arrancó una rama de romero que estaban pegadas sobre su rostro, el cual quedó manifiesto y despejado cuando se arrancaron todas. Con este símbolo expresamos la tarea de manifestar el espíritu de Romero hoy día en nuestra realidad. Mientras, fuimos cantando la canción "Grita Profeta". Para nosotros Romero sigue vivo y es esencial para nuestra espiritualidad. Lo consideramos el santo más importante de América Latina del siglo XX y lo vivimos como sacramento de santidad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Seguimos trabajando, seguimos insistiendo, seguimos soñando, contigo Romero y con todos los que hacen de su vida palabra viva, palabra fulminante para sembrar esperanza.
MT.