miércoles, 6 de marzo de 2013

TRAS LA DIMISIÓN DE BENEDICTO XVI Y LA ELECCIÓN DE UN NUEVO PAPA

San Pablo decía que hay que evangelizar (que no es lo mismo que adoctrinar con espíritu proselitista) a tiempo y a destiempo.
Recordándolo, creo que ahora las circunstancias de la Iglesia Católica nos ofrece múltiples facetas y aspectos sobre los que reflexionar para personalizar nuestra fe, crecer en espíritu crítico y en madurez personal para una conciencia adulta.
Con esa intención transcribo el siguiente escrito de González Faus. Aunque tiene tantos años como el papado de Benedicto XVI, creo que sigue teniendo actualidad para mirar el pasado inmediato y posicionarnos de car al futuro, también inmediato.
Con el deseo de que les sirva
Imprimir contenidoJosé Luis Molina



Fidelidad al ministerio petrino (Carta al papa en el día de su elección)
25.02.13 | 10:47. Archivado en Vaticano José Ignacio González Faus
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(Este artículo fue publicado, en 2005, en El País, ante la elección de Benedicto XVI. Por su indudable interés y actualidad, lo reproducimos).- Querido hermano en el Señor Jesús: Al entrar en el cónclave del que saliste elegido, juraste ser fiel al "ministerio petrino". Este es uno de los rasgos que me parecen más importantes de toda la parafernalia de estos días pasados, aunque los medios de comunicación casi no lo subrayaran.
Juraste ser fiel al ministerio de Pedro, no al de Pío o Gregorio o Alejandro... Seguramente, el ministerio de Pedro necesita hoy una restauración parecida a la de las pinturas de Miguel Angel en la capilla sixtina, para recuperar la frescura de su color primitivo.
Aunque no solo el ministerio de Pedro: nuestros políticos han olvidado ya que la palabra ministerio significa etimológicamente servicio. Y ello me brinda la oportunidad de comentar contigo algunos rasgos bíblicos de ese servicio.
1.- Pedro no fue un jefe de estado. Por pequeño que sea, el estado confiere un rango y unos poderes que no son en absoluto evangélicos (piensa en Mónaco o en Andorra que también son estados minúsculos).
Creo que, en este punto, deberías parecerte más a Pedro que a muchos de sus sucesores, para no merecer el reproche que hace ya casi diez siglos dirigía san Bernardo a tu antecesor Eugenio III: "en muchas cosas no pareces sucesor de Pedro sino de Constantino".
2.- Pedro fue muy querido en la Iglesia primera: cuando estuvo en la cárcel se rezó por él continuamente. Pero nunca quiso convertir ese aprecio en un nimbo de sacralidad.
No se hizo llamar Santidad, ni santo padre, ni vicario de Cristo, sino que, a imitación de Jesús, se despojó de su rango y procuró "presentarse como un hombre cualquiera" (Fil 2,7). Y, cuando alguien se quiso postrar ante él, se lo impidió diciéndole: "levántate, también yo soy un hombre" (H 10,26)
3.- Pedro ejerció su servicio de manera conciliadora: se encontró pronto con una facción de derechas en Jerusalén, capitaneada por Santiago, hermano del Señor, y con un ala liberadora apiñada en torno a Pablo.
A pesar de los fervores iniciales, los enfrentamientos fueron de tal magnitud, que san Lucas, propenso a idealizar, no puede menos de reconocer que hubo "altercados violentos" (H 15,2).
Pedro actuó como mediador entre ambas iglesias, dejó que se reuniera una asamblea y en ella se limitó a preguntar a la facción más integrista: "¿por qué tentáis a Dios imponiendo sobre el cuello de los discípulos un yugo, que ni nuestros padres ni nosotros pudimos sobrellevar?" (H 15,10).
4.- Todavía en ese conflicto, Pedro, con Santiago y Juan, dieron plena confianza al sector "liberal" de Pablo poniéndole como única condición "que no se olvidara de los pobres" (Gal 2,10).
La causa de los pobres pasó a ser así, a la vez, criterio de la verdadera libertad y factor de unidad para la Iglesia. Creo que estaremos de acuerdo en que éste es uno de los rasgos mas bellos del ministerio petrino.
5.- Pedro fue en algunos puntos más allá de donde había ido el mismo Jesús: abrió a todo el mundo las puertas judías de la Iglesia, pese a que Jesús había dicho que Él solo se sabía enviado a "las ovejas perdidas de la casa de Israel".
Pero Pedro recordó que la vida del Maestro estaba llena de gestos que hacían saltar ese criterio, y actuó convencido de que no traicionaba al Maestro sino que se dejaba guiar por Su Espíritu (H 10).
6.- Por actuar así, Pedro fue criticado por los primeros cristianos de Jerusalén. Pero no los excomulgó por ello, sino que se reunió a conversar con ellos y les explicó sus temores humanos y sus razones creyentes: "el Espíritu me dijo que fuese con ellos dejando toda vacilación" (H 11,1 ss).
Aquella audacia salvó a la Iglesia, mientras que el miedo la habría esterilizado para siglos.
7.- Pedro tuvo sus vacilaciones: era intuitivo e impulsivo, pero cobarde. Y en algún momento, por evitarse líos, traicionó el paso hacia los no judíos que había dado anteriormente.
Pablo, el ciclón, le criticó públicamente por ello. Y Pedro dio una gran lección de humildad aceptando esa crítica y no privando de la palabra a Pablo por ella. Tú ya recordarás lo que más tarde comentó San Agustín: "me atrevo a decir que, aún más ejemplar que la valentía de Pablo fue la humildad de Pedro".



8.- Pedro plantó cara a las autoridades afirmando que es menester obedecer a Dios antes que a los hombres (H 5,29).
Esta frase tan fuerte como peligrosa (por lo que podemos manipularla los humanos), tiene un significado mucho más serio cuando la dice una persona investida de autoridad, que cuando la esgrime un simple soldado raso.
Por eso te pediría que no la olvides nunca: porque hoy es imposible ejercer un servicio cristiano sin plantar cara a los poderes de este mundo; y porque es muy posible también que algunos de tus fieles crean que deben acogerse a ella para decirte algo. Y entonces será otra vez el momento de buscar todos juntos la voluntad de Dios.
9.- Pedro fue instruido por el Resucitado para que supiera respetar el carisma y no anduviera queriendo controlar a aquel discípulo amado, que parecía ir a veces por libre y encarnar el aviso del Señor de que "el Espíritu sopla donde quiere" (y no donde quiere la autoridad).
Recuerda cómo a la pregunta intranquila de Pedro ("¿y este qué"?) el Señor le respondió: "¿qué más te da a ti? Tú ven y sígueme" (Jn 21,21).
Amar más y seguir más es lo fundamental del ministerio petrino.
10.- En sus discursos, Pedro anunció primaria y casi exclusivamente la vida entregada, el asesinato y la Resurrección de Jesús y que, a través de esa vida, Dios perdonaba incluso a sus verdugos y se reconciliaba irrevocablemente con toda la humanidad (H 2 y 3), porque "Dios no es aceptador de personas" (H 10,34).
Otros problemas de índole práctica (como por ejemplo la circuncisión o la vigencia de la Ley antigua), no quiso resolverlos él en seguida sino que dejó que fueran resueltos por el contacto entre las diversas iglesias.
11.- Según el evangelista Mateo, la Iglesia está fundada sobre la fe de Pedro. Cuando esta fe miraba a Jesús desde Dios, fue calificada por el Señor como "roca".
Pero también Pedro es tildado por Jesús nada menos que de "Satanás", cuando piensa de Dios en términos de poder y de triunfo, y no en términos de vida entregada (Mt 16, 18 y 23).
12.- El mismo poder de atar y desatar que recibe Pedro (Mt 16,19), lo reciben también los apóstoles inmediatamente de Jesús (Mt 18,18). Pedro pues no es nada sin el colegio apostólico del que es cabeza, pero al que no suplanta.
13.- La historiografía confirma que el ministerio de Pedro no tuvo en sus comienzos una presencia y una proyección tan universal y constante como hoy, pese a que la Iglesia era más joven y más frágil.
Pedro era, ante todo, el obispo de Roma. Y fue el ejemplo de la iglesia romana, en la pureza de su fe, en su interés por los pobres y en su relación con las demás iglesias, lo que hizo que éstas mirasen cada vez más hacia Roma. La pérdida de ese ejemplo fue más tarde causa de separaciones absurdas entre las iglesias, que son contrarias a la voluntad de Dios.
El ministerio de Pedro es ministerio de unidad, que no puede soportar esa división y debería recuperar su imagen primera.
14.- Tú sabes bien que, a lo largo de la historia, Pedro ha negado a Jesús más de tres veces. Pero sabes también que esto no es razón para el desánimo sino sólo para "llorar amargamente" (Lc 22,62) y tratar de amar más al Señor.
Es así como "confirmarás a tus hermanos en la fe" (Lc 22,32). Y esto es lo más grandioso del ministerio petrino.
15.- Finalmente, Pedro el pescador inculto de una aldea perdida, tuvo el valor de dejar la capital religiosa del momento, para irse hasta la capital del futuro, cosmopolita y desconocida para él. No sé bien lo que eso podría significar hoy; pero sospecho que algo puede decirnos.
Hermano Pedro: A mi pobre entender, estas son algunas de las cosas a las que has jurado fidelidad. La hora actual del cristianismo, por difícil que sea, no es más seria ni más complicada que la de la iglesia primera.
Todos los que tenemos la fortuna inmensa de creer en Jesucristo queremos salirte al encuentro con aquella oración incesante de la iglesia primera, que consiguió que a Pedro "se le cayeran las cadenas de las manos" (H 12, 5.7). Dominus tecum.
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4 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Soplará el Espíritu en este cónclave? ¿Habrá entre los cardenales, dos o tres, cuatro o cinco, con la fuerza del Evangelio y del Espíritu para gritar a los cuatro vientos que ya basta y que el sistema de la curia y su organización no da para más? ¿Tendrán el coraje de exigir al nuevo papa una hoja de ruta con la que se comprometa para limpiar toda manifestación de corrupción?. Muchos pensaréis que soy ingenuo, pero aún no he matado mi capacidad de soñar y esperar, por eso os comparto mi sueño. La colegialidad episcopal, aunque reducida a los cardenales, debería exigir que el nuevo papa afronte sin demora las siguientes cuestiones: 1°.- Revisión de la obligatoriedad del celibato, ley humana hecha por hombres -fue impuesta por la reforma gregoriana en el siglo XI- y por tanto susceptible de cambio. Esto, en parte, para intentar dar respuesta a la grave crisis de los múltiples casos la pederastia.
2°.- Libre acceso de las mujeres a todos los ministerios de la Iglesia (incluido el ministerio de Pedro). No hay razones bíblicas para oponerse a ello. Algunos dicen la tontería de que Jesús no ordenó mujeres y habría que contestarles que tampoco hombres.
3°.- Si es que se justifica la necesidad de un banco en el vaticano (IOR), dada la complejidad de la sociedad actual y aunque no sea muy evangélico, al menos que sea un banco limpio de irregularidades donde no se permita el lavado de dinero de terroristas y mafiosos y en el que, si es verdad lo que dicen, el que esté al frente del mismo no sea el presidente de una empresa de fabricación de barcos de guerra, pues retumba a los oídos el mandato de Jesús a Pedro pidiéndole que guarde su espada.
4°.- Reconciliación con la sexualidad, previa apertura a los aportes científicos en torno a la misma y, por tanto, aceptación de las diversas tendencias.
5°.- Replanteamiento de la organización del ministerio de Pedro: ni pude seguir siendo un rey sobre el que recae todo el poder absoluto, ni tampoco es un Dios, pues se trata de un hombre desempeñando un ministerio por importante que éste sea. En este sentido, prohibir papás con más de 75 años como ocurre con los obispos y aumentar la importancia de la colegialidad cogobernando con el ministerio de Pedro.
6°.- Crear un mecanismo que permita la participación de sacerdotes, religiosos y laicos en la elección de obispos.
7°.- Eliminación del título de cardenal y del sistema de la curia.
8°.- Elección del papa por parte de los obispos.
Seguramente a ustedes se os ocurrirá algo más para que la Barca sea más liviana y, sobre todo, más santa. Estos son algunos de mis sueños. Miguel Ángel Olmedo Jiménez, sacerdote.

Anónimo dijo...


Si, yo, Angel Mendaño, ex seminarista, también tengo un sueño: que al interior de nuestra iglesia podamos promover una revulución, de aquellas que no son necesarias las armas, protegidos con nuestro escudo que es el evangelio, una revolución, cuyos ejes propendan a la conversión de nosotros los cristianos, los bautizados.
Conocí al sacerdote Miguel Olmedo hace algunos años, cuando unas profesoras realizaban una huelga de hambre en la Plaza Grande, en una de esas tardes, pude conversar con él, le hice algunas preguntas, en ese entonces, lo consideré radical en sus opiniones, ahora, al leer sus palabras, ratifico mi oipinión. Ahora, por este medio virtual, quiero preguntarle: de plamarse su sueño, equivaldría a plantaer una revolución ética y moral de nosotros, los de abajo?, ¿será la hora de radicalizarse o tendríamos que entrar en un proceso de cambio?
Y me pregunto a mi mismo: ¿será hora de dar el paso para abandonar nuestras mentalidades, tradiciones y costumbres religiosas que nos perturban y obsesionan?,
No quiero ser pesimista al reconocerme y reconocer en otros que se llaman cristianos que por nuestras venas corren sangre capitalista:
capital - dinero,
poder - sometimiento,
derroche - consumismo,
prestigio - seguridad
desencanto - desesperanza.....

Sólo la transformación de la mentalidad, el imperio de una nueva escala de valores cristianos al interior de nuestra iglesia, hará posible que todos los que nos llamamos bautizados, sigamos considerando, reconociendo y soñamdo que Jesús y su Reino, son nuestra utopía, desde la austeridad compartida y solidaria.

Ángel Mendaño
Loja.

Anónimo dijo...

Estimado Ángel, personalmente nunca he pretendido radicalizarme, es decir, nunca me he propuesto ser radical, pues supondría colocarme un traje extraño en mi vida, algo así como un apósito a mi propia vida que no es piel con mi piel, algo que resultaría ser artificial. Lo que siempre he pretendido y quiero seguir pretendiéndolo es ser fiel a mí mismo en cada momento y en cada circunstancia de mi vida. Cada día que pasa doy más gracias a Dios por el evangelio, no como palabra escrita sino como forma de vida en mi propia vida y, obviamente, esto me ha hecho ser una persona preocupada por responder desde la ética de Jesús. Creo que sí, es fundamental que los cristianos vivamos desde la ética de Jesús, independientemente del rol ministerial que desempeñemos en la Iglesia; creo que sí, debemos ser intransigentes, empezando por nosotros mismos, con actitudes que fomentan las luchas de poder, intrigas, mentiras, arribismos, protagonismos,la búsqueda de la plata por encima de todo, ect, etc, etc; se den estas actitudes en quienes se den. Neutralizar esto es fundamental para la creación de la comunidad al servicio del Reino (Iglesia). Miguel Á. Olmedo

Anónimo dijo...

HOY, 12 de marzo del año 2013, día que empezó el CONCLAVE, se cumple 36 años del asesinato del Sacerodte Rutilio Grande, párroco de Aguilares, Fue asesinado por elementos de la Guardia Nacional del Salvador. Con él fueron asesinados también un hombre de 60 años y un niño de 12. Otros 2 niños que iban también en el vehículo se salvaron, huyendo por los cañaverales.
Al saber de los asesinatos, Monseñor Óscar Romero fue al templo donde reposaban los tres cuerpos y celebró la misa. En la mañana del día siguiente, después de reunirse con los sacerdotes y consejeros, Romero anunció que no asistiría a ninguna "Celebración" gubernamental ni a ninguna junta con el presidente — siendo ambas actividades tradicionales del puesto — hasta que la muerte se investigara. Ya que nunca se condujo ninguna investigación nacional, resultó que Romero no asistió a ninguna ceremonia de estado, en absoluto, durante sus tres años como arzobispo.
El domingo siguiente, para protestar por los asesinatos de Grande y sus compañeros, el recién instalado Monseñor Romero canceló las misas en toda la arquidiócesis, para sustituirlas por una sola misa en la catedral de San Salvador. Oficiales de la iglesia criticaron la decisión, pero más de 150 sacerdotes concelebraron la misa y más de 100.000 personas acudieron a la catedral para escuchar el discurso de Romero, quien pidió el fin de la violencia.

HOY, RUTILIO ESTÁ PRESENTE con sus palabras, cargadas del espíritu de las BIENAVENTURANZAS, Pido al Dios de la vida que estas palabras nos fortalezcan y nos impulsen a soñar con un CONCLAVE cargado del espíritu las BIENAVENTURANZAS:

Sermón de Apopa:. “Queridos hermanos y amigos, me doy perfecta cuenta que muy pronto la Biblia y el Evangelio no podrán cruzar las fronteras. Sólo nos llegarán las cubiertas, ya que todas las páginas son subversivas, contra el pecado, se entiende. De manera que si Jesús cruza la frontera cerca de Chalatenango, no lo dejarán entrar. Le acusarían al Hombre-Dios ... de agitador, de forastero judío, que confunde al pueblo con ideas exóticas y foráneas, ideas contra la democracia, esto es, contra las minoría. Ideas contra Dios, porque es un clan de Caínes. Hermanos, no hay duda que lo volverían a crucificar. Y lo han proclamado. Queremos ser la voz de los que no tienen voz para gritar contra tanto atropello, contra los derechos humanos. Que se haga justicia, que no queden impunes tantos crímenes manchando a la patria, al ejército. Que se reconozca quiénes son los criminales y que se dé justa indemnización a las familias que quedan desamparadas".
No tenemos más que un Padre, y todos somos hijos... aunque tengamos distintas madres, todos somos hermanos, todos somos iguales. Pero Caín es el engendro de los planes de Dios; y hay grupos de Caínes en este país’.
(P. Rutilio Grande)

Anita Troya