domingo, 9 de febrero de 2014

SALIR A LAS PERIFERIAS

Salir a las periferias

Publicado: 5 febrero, 2014 en BIBLIA
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Vaqueros5 Tiempo ordinario (A) Mateo 5, 13-16
SALIR A LAS PERIFERIAS
JOSÉ ANTONIO PAGOLA, lagogalilea@hotmail.com
SAN SEBASTIÁN (GUIPUZCOA).
ECLESALIA, 05/02/14.- Jesús da a conocer con dos imágenes audaces y sorprendentes lo que piensa y espera de sus seguidores. No han de vivir pensando siempre en sus propios intereses, su prestigio o su poder. Aunque son un grupo pequeño en medio del vasto Imperio de Roma, han de ser la “sal” que necesita la tierra y la “luz” que le hace falta al mundo.
“Vosotros sois la sal de la tierra”. Las gentes sencillas de Galilea captan espontáneamente el lenguaje de Jesús. Todo el mundo sabe que la sal sirve, sobre todo, para dar sabor a la comida y para preservar los alimentos de la corrupción. Del mismo modo, los discípulos de Jesús han de contribuir a que las gentes saboreen la vida sin caer en la corrupción.
“Vosotros sois la luz del mundo”. Sin la luz del sol, el mundo se queda a oscuras y no podemos orientarnos ni disfrutar de la vida en medio de las tinieblas. Los discípulos de Jesús pueden aportar la luz que necesitamos para orientarnos, ahondar en el sentido último de la existencia y caminar con esperanza.
Las dos metáforas coinciden en algo muy importante. Si permanece aislada en un recipiente, la sal no sirve para nada. Solo cuando entra en contacto con los alimentos y se disuelve con la comida, puede dar sabor a lo que comemos. Lo mismo sucede con la luz. Si permanece encerrada y oculta, no puede alumbrar a nadie. Solo cuando está en medio de las tinieblas puede iluminar y orientar. Una Iglesia aislada del mundo no puede ser ni sal ni luz.
El Papa Francisco ha visto que la Iglesia vive hoy encerrada en sí misma, paralizada por los miedos, y demasiado alejada de los problemas y sufrimientos como para dar sabor a la vida moderna y para ofrecerle la luz genuina del Evangelio. Su reacción ha sido inmediata: “Hemos de salir hacia las periferias”.
El Papa insiste una y otra vez: “Prefiero una Iglesia accidentada, herida y manchada por salir a la calle, que una Iglesia enferma por el encierro y la comodidad de aferrase a las propias seguridades. No quiero una Iglesia preocupada por ser el centro y que termina clausurada en una maraña de obsesiones y procedimientos”.
La llamada de Francisco está dirigida a todos los cristianos: “No podemos quedarnos tranquilos en espera pasiva en nuestros templos”. “El Evangelio nos invita siempre a correr el riesgo del encuentro con el rostro del otro”. El Papa quiere introducir en la Iglesia lo que él llama “la cultura del encuentro”. Está convencido de que “lo que necesita hoy la iglesia es capacidad de curar heridas y dar calor a los corazones”.


NB.- Cuelgo este artículo de Pagola y sus referencias al Papa Francisco de "salir a las periferias"  porque me parece interesante pero sumamente desubicado en el momento presente, aunque no por ello deja de ser imprescindible, justo y necesario. Desubicado porque se oirá, incluso podrá parecer interesante que, al fin, un papa diga esas cosas pero,congratulándonos, pasaremos la página con la conciencia un poco más tranquila, un poco más dormida, para seguir igual.


"Salir a las periferias" La iglesia instalada, que opta por seguridades, dogmas que den seguridades y no dejen resquicios de riesgos, a fuerza de su falta de fe y confianza en Dios, ni lo aceptará ni lo aplicará, pero sí lo combatirá. Anatematizará lo que eso significa como "obra del maligno" que lo que quiere es acabar con la Iglesia, con el poder de la Iglesia, con una iglesia poderosa, sin querer admitir que ese terminar con el cesaropapismo es obra del Espíritu.
Pero los "modernos", los "cristianos modernos", los que desertaron de sus compromisos porque la Iglesia no daba respuesta, y desencantados se fueron a tomar el sol y, ya que estaban al sol, descubrieron que les gustaba tomarse una cervecita, si era posible en el malecón de una playa, etc, tampoco lo aceptarán. Los domingos se han hecho para descansar, eso de para los demás, eran soflamas por las que se dejaron emborrachar en los locos años de juventud. Además, desconfiarán de que el Papa vaya, o quiera ir a ninguna parte, al final ocurrirá lo de siempre, ...  
Total que sí, que está muy bien salir a las periferias,..
Pues efectivamente, está muy bien, y hay que decirlo, y, hoy por hoy, será pilar para la esperanza.
Y, ¡qué bueno si sigue habiendo personas que lo acepten! ¡Se podrán seguir proclamando las Bienaventuranzas!
José Luis Molina

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias José Luis por la reflexión, pero sobretodo gracias por que decidiste venirte junto a Miguel a la periferia de la Lucha de los Pobres hace 17 años (faltan pocos días para celebrarlo en pleno) y Gracias al Papa Francisco por que para desacomodo de muchos religiosos está gritando que la periferia sigue ahí abierta e insistente en la llamada.
MT