miércoles, 26 de abril de 2023

PANGE LINGUA

 

PANGE LINGUA.

 

 

Jueves Santo.

Día del Amor Fraterno

Institución de la Eucaristía

Para algunos, institución del Sacerdocio Ministerial (Cosa que habría que hilar más despacio, pero no es el momento).

Uno de los jueves del año que brillan más que el sol (Aunque eso era antes. Ahora esto quedó obsoleto)

Dia de incienso, ceremoniales, monumentos triunfales con olor a azahar, nardos y jazmines y profusión de velas irrumpiendo en la noche. Es una cara distinta de la traidora oscuridad de Getsemaní, del miedo y del sudor de sangre.

Jueves Santo.

Solemne y maravilloso  Pange lingua pero que, oído una y otra vez en latín sin saber lo que se decía hace que la esencia de la eucaristía transcurriera por caminos magníficos pero desconocidos para nosotros, a quienes se nos había dado (Tomad, comed; tomad, bebed. Haced esto…) alejando el misterio de Dios en Jesús de la tierra y el barro y poniéndolo por las nubes para inspiración de Bernini.

Por eso mi reflexión, hoy, va a ser muy concreta.

Voy a comenzar con el título del canto gregoriano y que irá dando salida a esta reflexión. Es la reflexión que  ha surgido en este Jueves Santo.

Luego, por si a alguno le interesa se la facilitaré para que puedan disfrutarla oyéndola y la traducción en castellano para entenderla.

Pange lingua

Canta lengua.

Y mi lengua ahora quiere cantar, y mi mano quiere poner por escrito, el canto que me nace de sentirme participando de la comida del Señor.

Mi lengua canta al manto que Jesús, levantándose en medio de su comunidad, se quitó para que no le estorbara, no fuera ni impedimento ni obstáculo en su opción por el otro.

Y sigue lanzando cánticos mi lengua cuando comprobé que no eran teorías, que no eran palabras bonitas de un discurso de campaña cuando se ciñó el paño de servir, el delantal, la toalla.

Se hace canto melodioso el agua que nos va limpiando cayendo entre nuestros pies, que nos hace nuevos en un poema de amor por todos nosotros a los que nos quiere dignos, honestos, libres, hermanos suyos, hijos del Padre. Pies limpios para caminar, no para estar detenidos, para ir, junto con las manos, dejando caer en los surcos la sementera de una vida plural, de plurales iguales y únicos. Bella utopía.

Y me alegra, para poner los acordes finales a mi canto, cuando queda abierta la puerta para que nosotros participemos, con él, del Padre: Haced esto que yo he hecho.

En este Jueves Santo yo, personalmente, quiero terminar con un ruego, una plegaria, un amen, un así sea: Que mi canto, preocupado más por ser magnífico, no se olvide de la toalla, el manto y el agua y prive a la vida del pan y el vino de la salvación.

José Luis Molina

6 de abril del 2023

miércoles, 5 de abril de 2023

domingo, 2 de abril de 2023

... Y TAMBIÉN FLORES

 



Llega la hora.

A lo largo de la cuaresma nos hemos ido situando, al menos lo  hemos intentado, de frente a aspectos fundamentales de nuestra fe que es el seguimiento de Jesús.

Llegamos al Domingo de Ramos.

Y este domingo, tan lleno de simbolismos, se nos ha despistado en algunas cosas.

Toda la simbología de la que está  cargado, a pesar de que las lecturas van en un sentido y con una intencionalidad bien diferente a la que con frecuencia se le da, la hemos tomado al pie de la letra, casi como dogma de fe, y nos ha desdibujado el Jesús que llega a Jerusalén.

Vamos a empezar por ahí.

¿Qué nombre se le ha dado a este acontecimiento: ENTRADA TRIUNFAL DE JESÚS EN JERUSALÉN.

Ahora bien: ¿Podemos llamarla así?  ¿De qué triunfo hablamos?

Os invito a que entes de seguir, leáis  algunos de los  tres textos , o los tres, que a continuación os cito

Mc. 10, 33-34         Mt. 20, 17-19;    Lc.18, 31-34

En ellos Jesús habla de la entrada en Jerusalén. Cuando se escriben los evangelios ya han transcurrido los acontecimientos.. Nosotros, al llamarla entrada triunfal la hemos colocado en un desfile majestuoso, exitoso, un auténtico baño de multitudes, poco más o menos que como cuando  el Real Madrid o el Barcelona  ganan la champions .

Y creo que Jesús habla de ello de manera diferente. Habla de ir a Jerusalén, donde lo cogerán preso, lo maltratarán (Isaías ya hablaba de eso  en el canto del Siervo de Yahvéh) y por fin lo crucificaran, pero, al tercer día, plenitud del tiempo, resucitará. Ahí si está el triunfo de Jesús, no en Jerusalén, sino en la vida por encima de los poderes de muerte.

Pero nosotros, dibujándolo como la entrega de los Oscars  (el optar en todo lo que soy por Jesús) convertimos los mantos en la alfombra roja del encumbramiento honorífico y pretencioso.

Veamos algunos elementos de esta entrada de Jesús en Jerusalén.

Jesús está llegando al término de su tarea, a la consumación de su obra. Le siguen los discípulos y “otros” que le han escuchado y estado con él.

No se dicen nombres. Hasta aquí aparece un grupo que opta por Jesús.  Y lo aclama. Y utilizan los gestos a los que estaban acostumbrados. Lo aclaman con ramas de olivos (era lo que tenían). Podía haber sido con otras cosas. (Recuerdo como en Ecuador, en Intiruna, lo hacíamos con flores). Y ponían los mantos (recordemos el significado del manto: la persona) a sus pies. Al proclamar a Jesús con ramos , esa aclamación significaba que en él, en Jesús, habían encontrado el sentido, la razón y los criterios para vivir. Con los suyos y sobre sus mantos (sus personas) construirían la historia.

Por otro lado hay una aldea enfrente (enfrentada) . Sus habitantes no acuden a Jesús. Están  sometidos  a los criterios de los poderes del templo  . Opuestos a Jesús, aunque también se les tiene en cuenta requiriendo el jumento.   

Domingo de Ramos: Entrada triunfal de Jesús en Jerusalén.

Este domingo , lo que manifiesta, nos manifiesta a los cristianos de hoy y de siempre, es la fidelidad en los mantos, no la aldea enfrentada. Al final de la tarea seguirá estando enfrente la aldea, sometida al templo que impone callar la buena noticia y caminar por los senderos de siempre.

Ante el silencio que quieren imponer, hasta las piedras gritarán la Buena Noticia de Dios.

Yo, hace ya mucho tiempo, puse un nombre a este domingo y que ahora os comparto: Domingo del seguimiento y aceptación del Justo Perseguido.

Tengámoslo presente. Seamos lúcidos y honestos. Verifiquemos detrás de quién vamos   La entrada en Jerusalén no fue triunfal. Jesús acude a la Jerusalén que mata a los profetas  sabiendo que no es un trono lo que le reservan. Ni él lo desea.

Pero abramos los ojos. Podemos m


anipular los símbolos.

Y a algo de manipulación me suena.

 

Ocurre que no queremos renunciar a la llegada de Jesús a Jerusalén  como un triunfo . Por eso nos ponemos nuestros mantos, nuestras personas ,no  los ponemos  en el suelo como servicio, sino que nos ponemos, hasta donde somos capaces, rojos mantos de dignidad. Y hemos encumbrado sobre el humilde olivo la altiva y vanidosa palma, primorosa y artísticamente trabajada, que lucirá en las manos de quienes sí van    desfilando con aire de triunfo y de grandeza, de honorífica dignidad y que luego pondrá en el balcón de su domicilio para que se sepa que allí vive una dignidad,  no un seguidor  del perseguido y acusado en las Jerusalenes de hoy.

 

Nada más.

Que en vuestros corazones nazcan olivos

Y que vuestros hosannas sean realmente el gorjeo de las aves que habitan en vuestras ramas.

Que no nos derribe la muerte y su poder.

No nos dejes caer, Señor, en la tentación del desfile del triunfo.

Que seamos capaces de dirigirnos a Betania y en el encuentro permanecer contigo  .

Amén.

Un abrazo

José Luis Molina

2 de abril del 2023                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                       

domingo, 26 de marzo de 2023

Y TAMBIÉN LA LIBERTAD

 



 

 

 

Hemos ido recorriendo la cuaresma.

Aún estamos en ello.

Y a lo largo de sus domingos, las lecturas nos han planteado los pilares, las actitudes requeridas para la meta que perseguimos: la vida nueva, la vida resucitada, la buena noticia de Dios.

Conviene recordarlas:

Domingo 1º.- Frente a las tentaciones se requiere la fidelidad, la coherencia, la definición en contra de la ambigüedad.

En el domingo 2º, la Transfiguración: Frente a la tentación de refugiarse en la huida y justificarse en la sublimación mística, las “cabañitas”,  la postura del compromiso activo en la realidad, frente a la realidad y en favor de la realidad en orden a una buena noticia.

En el domingo 3º, el agua viva, la vida renovada en una corriente de agua viva, no estancada, que nos lleva a los mares infinitos de vida eterna, de plenitud de Dios.

En el domingo 4º, la luz ver la realidad desde esa luz que es Jesús. Desde ella analizar, discernir, ser crítico y ni engañarnos ni engañar, ni manipular para nuestra conveniencia.

Por último, a este domingo actual lo vamos a llamar Domingo de la Libertad.

Es el evangelio de la resurrección de Lázaro.

Como en otras ocasiones, la mayoría de las veces, al contemplar el evangelio nos hemos quedado con el ropaje visual que encierra el sentido y la realidad profunda del actuar de Jesús, pero no hemos llegado a toda su hondura.

No se nos olvide que el evangelio de Juan, a lo que estamos acostumbrados a llamar milagros, él los llama SIGNOS.

Signos, ¿de qué?.

Veamos:

El recorrido del relato evangélico nos puede y nos debe situar frente a muchos aspectos de la realidad: la existencia del dolor humano, que a Dios no le resulta indiferente, la solidaridad de Jesús, la mala conciencia y las intenciones torcidas, y ocultas farisaicamente, ocultas bajo formas buenas, modélicas , sociales, pero que se manifiestan en los comentarios de algunos de los que estaban allí. Estos sería dinamizadores de la persecución de Jesús, de su enjuiciamiento y de su condena. También, de igual manera, nos enfrenta con la humanidad de Jesús, (su llanto) en ningún momento anulada por el superhombre.

Pero, ¿dónde está la clave de este “signo” de hoy . La clave de este signo de hoy, lógicamente está en el final: Lázaro, su amigo, también está muerto. A pesar de ser su amigo, está muerto, hasta el punto de oler mal. A Jesús lo llevan donde un muerto. Sí, ciertamente lo llevan donde un muerto, y Jesús responde invirtiendo la situación. Su acción, su oferta, es la vida. Pero no una vida que terminaría nuevamente en muerte cualquier otro día, si es que nos quedamos en la literalidad del relato.

La acción de Jesús es, en efecto, la vida. Por eso termina donde le lleva su oración al Padre: A que Lázaro, su amigo, no habite en el país de la muerte, sino que viva. Y por ello concluye con un gesto definitivo: “Desatadlo y dejadlo andar”, o  quitar las vendas, las ataduras que le habéis colocado, que lo habían paralizado, inmovilizándolo, asfixiándole la vida que es de Dios.

Dejadlo andar. No solo quitarle las vendas. También, y además, dejadlo andar.

Eso es evangelizar.

Proclamar la libertad que se nos ha dado como hijos de Dios y comprometernos a contribuir a que , los que la deseen, avancen  en el empeño.

Romper las ataduras y liberarse de las vendas es lo que nos permite caminar para salir del sepulcro.

Ánimo.

Un abrazo

José Luis Molina

26 de marzo del 2023

 

 

lunes, 20 de marzo de 2023

LA LUZ ES DESEO Y OBRA DE DIOS

 




 

Luz que denuncia las alambradas que aprisionan liberando de la esclavitud, de la ceguera

“En el principio dijo Dios. Hágase la luz. Y la luz se hizo . Y separó la luz de las tinieblas.  Y la luz se hizo icónica en el día resucitado. Las tinieblas en la noche de los cuchillos largos”

 

Perdonad que comience esta reflexión con ese párrafo introductorio pero sentí las ganas , tras haber leído el evangelio, de formular mi síntesis del mismo.

El Evangelio de hoy es largo . Prácticamente ocupa entero el capítulo 9 del Evangelio de san Juan.

No obstante, pudiera ser, que algunos de ustedes en la celebración de la eucaristía a la que asistan proclamen uno abreviado.

¿En que consiste esto? En que van suprimiendo algunos párrafos con lo cual lo abrevian.

Ciertamente que quienes realizan esta reducción intentan mantener un sentido. Pero, a veces, se suprimen aspectos importantes.

Todo esto se debe a que, desde la posturas de mínimos,  se evite que la gente, que emplea el tiempo necesario en aquello que les interesa, se cansen.Hay que ponerlo fácil.

Pues bien, con todos los respetos, yo creo que en el relato de hoy no se debía abreviar. Es más, les recomendó que de todas maneras se lean entero el citado capítulo 9 de San Juan hasta el versículo 41.

Precisamente hoy, en mi reflexión, quiero centrarme en los últimos versículos 39-41.

A lo largo de todo el relato muestra como Jesús es luz, como el ciego, ciego de nacimiento, ciego que nació, que abrió los ojos a una sociedad, a una cultura religiosa, a unas tradiciones que eran las antípodas del proyecto de Dios. Al nacer se le negó la luz.

Se encuentra con Jesús y le abre los ojos, la vida empieza a ser diferente, los criterios para construirla son otros, etc. Y queda descalificada la comunidad donde había nacido y crecido.

Pero la oscuridad no se queda indiferente y comienza el acoso y derribo.

Bien. Esto es el relato.

Pero donde yo me fijaba hoy, repito, es en el final.

Dice Jesús:

Yo he venido al mundo para un proceso, para un discernimiento: Conmigo, a los que se les ha quitado la luz, la vista, verán, sabrán y conocerán el proyecto de Dios. Y los que dicen que ven, que ven las cosas como ha sido siempre, como les ha convenido, según sus intereses, esos, quedarán ciegos, sin ver, fuera de la luz.

Claro está que esto no les gustaba a los fariseos. Se sentían tocados. Se daban por aludidos.

E intentan, por última vez, arremeter, ridiculizando que Jesús los quiera llamar ciegos a ellos, entendidos en la ley.

¿No les parece que esto sigue pasando hoy?

Ojalá no nos pase a nosotros.

Y la respuesta es lapidaria. Ahí  es donde yo, hoy, me he fijado.

Les dice:

Si no vierais y vuestro actuar fuera en la oscuridad y la ignorancia involuntaria, no habría ruptura con Dios.

Lo malo es que veis, que sabéis lo que es según Dios y lo que no lo es y seguís haciendo en la oscuridad: Estáis en la ceguera.

Hay un dicho español, seguramente sacado de aquí, que dice . “No hay más ciego que el que no quiere ver”

Pensemos sobre todo esto. Analicemos nuestro itinerario. Subrayemos lo que sea oportuno.

Un abrazo

José Luis Molina

19 de marzo del 2023

 

lunes, 13 de marzo de 2023

LOS SILENCIOS QUE AMO ... Y LOS QUE ME DAN MIEDO

 



 

No es el silencio

lo que me da miedo.

Me da miedo el silencio

vacío de sonidos.

 

Hay silencios sonoros,

que llenan mucha gente,

que hacen presente rostros,

que están llenos de risas

que, aún en el silencio,

saltan por dentro en las entrañas.

Silencios donde entablar diálogo

o con uno mismo,

o con el más cercano,

o con quien ya marchó

y sigue acompañando.

Hay silencios repletos

de ojos que se buscan,

de labios entreabiertos

que exhalan un te quiero.

Esos silencios, SI.

Benditos esos silencios,

esos no me dan miedo.

 

Me aterran  los silencios

de inexpresivos rostros

que esconden, disimulan,

intenciones que matan.

Me da miedo el silencio

vacío, por lleno,

de lo inconfesable

aún estando solo.

No quiero esos silencios.

Para ellos soy losa

donde no quiero

mi nombre sea grabado

.

De los otros

tampoco ser losa quiero.

Solo quiero

ser reflejo de agua en un lago

en tardes de silencios llenos

para otros.

 

José Luis Molina

13 de marzo del 2023

 

domingo, 12 de marzo de 2023

BUENA NOTICIA CON AIRE DE MUJER

 



 

Bonito evangelio el de este domingo.

Un precioso evangelio bautismal.

Este texto, todo él, es una magnífica catequesis previa al bautismo Pascual.

Evangelio que, entendiéndolo, te sitúa frente al sentido profundo del bautismo.

Por ello, vamos a irlo desgranando de a poquito para que nosotros también, con sentido cuaresmal, podamos situarnos de frente a nuestro bautismo.

Vamos a ello:

Jesús llegó a un pueblo de Samaría:

·      Es curioso: Jesús vuelta otra vez con los samaritanos: Un pueblo sospechoso de sus prácticas religiosas. Excluido. Apartado.

·      Esta escena podría haber ocurrido en Judea. Pero, ¿no sería que, entre los judíos, creyentes de toda la vida, muy seguro de sus prácticas religiosas, no habría disposición para el cambio, para la conversión? Estaban muy aferrados y seguros de sus tradiciones y rechazaban la novedad (vida nueva, diferente) que ofrece Jesús.

Esto ya sería bastante para nuestra reflexión, pero  podemos avanzar un poco más.

Llega una mujer. Y aquí ya se rebosa el vaso, se derrama y lo empapa todo.

·      Una mujer y samaritana: Malo.

·      Jesús no tiende reparo en acudir a ella para pedirle agua: Peor.

·      Además  de hablar con ella en público (siendo mujer) y siendo samaritana (peor), se muestra recurriendo a ella, mostrándole cansancio, debilidad.; Esto va poniéndose intolerable.

·      Pero, además, está marcada, señalada, no es de buenas costumbres … y muchas cosas más.

 

Jesús no cierra los ojos al momento presente. Sabe como es. No se engaña. Lo asume frontalmente y entra en un encuentro  en profundidad con la persona, la persona humana que es lo que a Dios le importa y rompe todo lo que pueda ser impedimento.

Oportuno el evangelio. Llega a tan solo unos días del sonoro 8 de marzo.

Y esta postura de Jesús en su 8 de marzo particular nos tiene también que interpelar en el terreno de la fe.

Interpelarnos cuando la institución religiosa, nuestra Institución, mira con reservas, posturas condenatorias y excluyentes a la mujer.¡¡

Relegadas continúan y se pueden acercar al pozo pero no sacar agua y menos para dárnosla a los puritanos y entendidos. Y cuando hay algunos que se atreven a quitar vallas al campo y abrir las puertas de los cercados vuelve a surgir la extrañeza y la condena. Como aquellos discípulos que vuelven y se asombran asustados de que esté hablando en público con una mujer samaritana y pecadora.

Yo, José Luis Molina, tengo experiencia de estos posicionamientos en nuestra Iglesia Diocesana, aunque, ciertamente, hace algunos años. No sé como andará el asunto hoy pero no soy muy optimista al respecto. Y ciertamente algún pasito,  de avance se ha dado en la Iglesia Universal, y bien están soportando, el Papa y quienes lo secundan, las presiones e impedimentos, en contra, por parte  de una curia, un episcopado, un clero y unos piadosos ciegos que  se quedan con el agua estancada.

En fin, podíamos extendernos mucho más pro, tal vez , fuera excesivo.

Solamente quiero, para terminar, invitaros a poner el foco en algo que entronca este texto con la realidad bautismal:

Todo esto, ¿para qué?. Está muy claro. El sentido de este encuentro es ofrecer a la samaritana agua viva. Agua viva que salta hasta la vida eterna.

Ella tenía agua: la del pozo. Y sabía sacarla. Jesús le dice que él le ofrece otra.  Un AGUA VIVA, dinámica, que engendra vida, de donde renacen seres, mujeres y hombres, nuevos.

No es agua para beber un traguito y volver  sentir sed.

No es agua para continuar en las mismas. Es agua viva. Agua nueva. Vida viva. Vida nueva. Vida resucitada. Bautismo que nos  hace nacer como de un manantial: el que nos propone Jesús, su evangelio.

Es la hora, ha llegado ya, del culto en Espíritu y verdad.

Bueno, yo lo dejo aquí.

¿Tiene algo de conexión la praxi general con todo esto? ¿Mucho, poco o regular?

Termino acompañando esta reflexión con una canción. Es de hace algunos años ya. Pero lo mismo os gusta.

Un abrazo

José Luis Molina

12 de marzo del 2023.