Era la piedra y era de piedra,
todo era piedra.
Ojos de piedra y corazón de piedra,
manos de piedra y piernas de piedra,
su mirada era piedra y sus besos de piedra,
su rostro era duro como de piedra,
su muerte fría como la piedra,
todo era piedra.
Olía a tumba y a cementerio,
a cadáver embadurnado de formol,
a esperanza amortajada,
a niños muertos y ataúdes blancos,
olía a piedra.
No era piedra cimiento de mañana,
era absurda y seca piedra,
amarga y cínica piedra,
piedra que sellaba la nada,
era la nada y la afrenta del ser humano.
Era la piedra y era de piedra,
pero una grieta imperceptible
mecía una diminuta flor
de páramos andinos.
Miguel Ángel Olmedo
¡Aleluya pascual!
Más que siete letras.
Más que estereotipo
de labios sonrientes.
Más que un abrazo
que encubre divisiones.
¡Alegría pascual!
Mi voz, junto a la tuya,
se hace grito de júbilo,
experiencia común
lanzada al viento
y un mañana posible
que se hace utopía.
¡Alegría pascual!
Con dos maderos
como la cruz vacía:
el uno Cristo
que no fue aniquilado,
el otro tú, y yo, y muchos
que superando egos
nos abrimos
al mundo que se atisba.
José Luis Molina
FELICIDADES.- Pascua 2010.
1 comentario:
Gracias.
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