lunes, 13 de febrero de 2012

LO QUE QUIERO AHORA


Llegó hasta mi este artículo de Ángeles Caso. Me gustó, tal vez porque me identifico queriendo lo que ella dice que quiere y me pareció oportuno colgarlo en el blog en la etiqueta "Opinión" para ofrecéroslo a vosotros, amigos que nos visitéis.
José Luis Molina
UN CIERTO SILENCIO.
Lo que quiero ahora.
Artículo de Ángeles Caso..

Será porque tres de misa más queridos amigos se han enfrentado inesperadamente estas Navidades a enfermedades gravísimas. O porque, por suerte para mi, mi compañero es un hombre que no posee nada material pero tiene el corazón y la cabeza más sana que he conocido y cada día aprendo de él algo valioso. O tal vez porque, a estas alturas de mi existencia, he vivido ya las suficientes horas buenas y horas malas como para empezar a colocar las cosas en su sitio. Será, quizá, porque algún bendito ángel de la sabiduría ha pasado por aquí cerca y ha dejado llegar una bocanada de su aliento hasta mí. El caso es que tengo la sensación -al menos la sensación- de que empiezo a entender un poco de qué va esto llamado vida.


Casi nada de lo que creemos que es importante me lo parece. Ni el éxito, ni el poder, ni el dinero, más allá de lo imprescindible para vivir con dignidad. Paso de las coronas de laureles y de los halagos sucios. Igual que paso del fango de la envidia, de la malediciencia y del juicio ajeno. Aparto a los quejumbrosos y malhumorados, a los egoistas y ambiciosos que aspiran a reposar en tumbas llenas de honores y cuentas bancarias, sobre las que nadie derramará una sola lágrima en la que quepa una partícula minúscula de pena verdadera. Detesto los coches de lujo que ensucian el mundo, los abrigos de pieles arrancadas de un cuerpo tibio y palpitante, las joyas fabricadas sobre las penalidades de hombres esclavos que padecen en las minas de esmeraldas y de oro a cambio de un pedazo de pan.


Rechazo el cinismo de una sociedad que sólo piensa en su propio bienestar y se desentiende del malestar de los otros, a base del cual construye su derroche. Y a los malditos indiferentes que nunca se meten en líos. Señalo con el dedo a los hipócritas que depositan una moneda en las huchas de las misiones pero no comparten la mesa con un inmigrante. A los que tr aplauden cuando eres reina y te abandonan cuando te salen pústulas. A los que creen que sólo es importante tener y exhibir en lugar de sentir, pensar y ser.


Y ahora, ahora, en este momento de mi vida, no quiero casi nada. Tan sólo la ternura de mi amor y la gloriosa compañía de mis amigos. Unas cuantas carcajadas y unas palabras de cariño antes de irme a la cama. El recuerdo dulce de mis muertos. Un par de árboles al otro lado de los cristales y un pedazo de cielo al que se asome la luz y la noche. El mejor verso del mundo y la más hermosa de las músicas. Por lo demás, podría comer patatas cocidas y dormir en el suelo mientras mi conciencia esté tranquila.


También quiero, eso sí, mantener la libertad y el espíritu crítico por los que pago con gusto todo el precio que haya que pagar.


Quiero toda la serenidad para sobrellevar el dolor y toda la alegría para disfrutar de lo bueno. Un instante de belleza a diario. Echar desesperadamente de menos a los que tengan que irse porque tuve la suerte de haberlos tenido a mi lado. No estar jamás de vuelta de nada. Seguir llorando cada vez que algo lo merezca, pero no quejarme de ninguna tontería. No convertirme nunca, nunca, en una mujer amargada, pase lo que pase. Y que el día en que me toque esfumarme, un puñasito de personas piensen que valió la pena que yo anduviera un rato por aquí. Sólo eso quiero. Casi nada. O todo.




2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hoy, estos días, este tiempo pienso reiteradamente a dónde voy? cuál es mi futuro? veo todo incierto y me respondo con una sola certeza, tengo que vivir ahora.
Y tengo ganas de vivir, hoy le pedía a Dios que sí tenía algún plan de partida para mí, se lo pensará un poco, que aún y apesar de muchas cosas, a pesar de que a veces mande al diablo la realidad y piense en morirme, quiero seguir viviendo un poco más, todo lo que se pueda si es posible y vivir bién, vivir como manifiesta el texto con DIGNIDAD Y EN SILENCIO, CON SENTIDO, CON PROFUNDIDAD Y CON ESPERANZA...
Gracias por subir el texto, me toco.
ATT.
MT.

Anónimo dijo...

Así, día tras día, a bocanadas de esperanza, con la dignidad enhiesta, con el espíritu libre. Donde el ego no traspase los límites del raciocinio, donde pueda regocijarme sin ningún condimento; solamente con el perfume de la transparencia.
Así deseo existir...
Preciso y precioso lo que un texto evocado desde la profundidad del ser puede manifestar.
Gracias a vosotros por compartir ésto con la gente.