martes, 7 de mayo de 2013

ADA COLAU BALLANO

Nació en Barcelona el 3 de marzo de 1974.
Activista social, una de las fundadoras de la Plataforma  de Afectados por la Hipoteca  en Barcelona y, actualmente, portavoz de la misma. Coautora de libro "Vidas Hipotecadas".
Se inició como activista en 1990 durante las protestas contra la Guerra del Golfo..
Actualmente trabaja como responsable de Vivienda en el Observatori DESC (Observatorio de Derechos Económicos, Sociales y Culturales) de Barcelona.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ada de los desahuciados
Leí en un artículo que Ada no cree en los héroes y rechaza pelear por el derecho a la vivienda desde un partido político, pese a que ya se lo ofrecieron.
España torció el cuello y se fijó en ella el día que, delante de un micrófono, con la voz trémula por la indignación, calificó a los responsables de la banca de CRIMINALES. Ada está harta de que los bancos, muchos de ellos rescatados con el dinero de los propios españoles, dejen en la calle a familias enteras, a gente sin recursos, a víctimas de la estafa inmobiliaria. Los desahucios son su pelea, algunos han costado varias vidas en los últimos meses de ahí que elija el calificativo de criminal, suicidios que han entrado como dagas en la conciencia de casi todos; muchos otros han dado pie a inhumanos y criminales dramas sociales.
Ada Colau Ballano es una barcelonesa de 38 años que salió a la calle por primera vez en 2003, después de la invasión de Irak urdida por el 'trío de las Azores' -Bush, Blair y Aznar-, para abrazarse a un lema que unió a cientos de miles de ciudadanos en las capitales de España: 'NO A LA GUERRA'. Allí conoció a gente con sus mismas inquietudes, personas que se planteaban «temas globales en la vida cotidiana». Y se centró en la vivienda porque consideraba que es «el principal factor de precariedad». Aquel movimiento cuajó en 2006 con V de Vivienda, un adelanto, a su manera, del 15-M.
Esta plataforma, en plena euforia económica, cuando no comprarse un piso parecía ser un síntoma de inferioridad, una debilidad social, denunció que existía una burbuja inmobiliaria, «algo que el Estado negaba». Adelantaron que llegarían los problemas, los impagos, los lloros. Pero nadie reaccionó, nadie quiso detener la fiesta, nadie pensó en el “chuchaqui”.
Los años pasaron y la burbuja estalló. Ada y otros activistas no se cruzaron de brazos y fundaron, en febrero de 2009, la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH). Juntos descubrieron «una estafa generalizada», la ley que permitía, permite, que los bancos «se queden con la vivienda del que no puede pagar la hipoteca y siga reclamando la deuda de por vida».

José Francisco López