martes, 25 de febrero de 2014

EUROPA CERRADA






 

Parece hipócrita la tenacidad con que Europa procura evitar la llegada de emigrantes africanos cuando no son otra cosa que el residuo patético de sus correrías coloniales durante varios siglos.



¿Acaso espera Europa que, después de saquear África, desposeída de su cultura, de sus recursos materiales y humanos, de infectarla con su fiebre perniciosa de consumir,

pueda hacer frente al milenio como un castillo artillado en cuyo interior todos son felices mientras fuera solo hay hambre y desesperación?
En el cuento de Edgar Allan Poe, "La máscara de la muerte roja", se simboliza la inutilidad del príncipe de encerrarse en su palacio a dar fiestas hasta que pase la peste

La muerte acabó entrando igual.
Europa es rica gracias, en buena medida, a todo lo que se llevó de África
¿Esperan, acaso, que los africanos hambrientos se queden padeciendo la miseria de sus atrocidades mientras las sociedades europeas disfrutan de altos niveles de vida?
¿Creen que es tolerable que quienes les robó, mató y violó durante siglos, vengan ahora a justificar y darles lecciones sobre moral internacional y derechos humanos?
                                      ¿No recuerdan, ingleses, las masacres de Kenya?
                       ¿No recuerdan, franceses, cuánto robaron en Dakar y Costa de Marfil?

¿No recuerdan, alemanes, los campos de concentración de Namibia y los cráneos del pueblo hebreo diezmado que aún conservan en el Museo de Medicina de Berlín?
¿No recuerdan, belgas, sus atrocidades en el Congo?

¿No recuerdan, portugueses, sus mortíferas excavaciones en busca del oro de Ángola, sus cacerías de esclavos en Mozambique?
¿No fue vuestra codicia, europeos, la que regó de tanta sangre de niños inocentes los diamantes de Sierra Leona?
Y ahora se permite el lujo de repeler estas barcazas de desesperados, de encerrar y deportar a estos seres humanos que llegan a sus costas y afean sus bonitas playas mediterráneas
Si Europa fuera consecuente con sus propias políticas de derechos humanos tendría que acoger con los brazos abiertos a
los africanos y suplicarles perdón de rodillas, ofreciéndoles compartir algo de lo que se llevaron de sus tierras
Y lo curioso es que estos seres humanos desesperados no piden lo que les correspondería, ni la devolución de lo que les pertenece
Apenas piden las migajas de una limosna, vender baratijas  en las plazas, repartir diarios o limpiar automóviles. Y, aún así, no los quieren.
Demasiado doloroso el espectáculo, demasiado triste que en el centro de vuestra gran civilización se muestren los rostros oscuros de las víctimas que la hiciron posible
Vuestra ceguera es admirable, vuestra hipocresía criminal, vuestra bajeza formidable
Mediten largamente sobre lo que están haciendo, europeos.
Ustedes, hacedores de historia, serían estúpidos si olvidaran sus enseñanzas.
Todo el poder de Roma no impidió su caída a manos de los bárbaros.
Toda la majestad de Britania se derrumbó sin atenuantes  ante las masas encendidas por un hombrecito de apariencia insignificante y de corazón inmenso

                                            Despertad de vuestro sueño torpe y egoista
                                       El mundo grita desesperado en torno vuestro
                              ¿Cuánto tiempo más creen que podrán fingir  no escuchar?

Europa desea permanecer cerrada mientras una África, saqueada hasta la saciedad, se desangra.
Quiero destacar que la misma situación de discriminación a la se refiere este trabajo  es plenamente aplicable al trato que da Europa a los sudamericanos ("sudacas" según ellos nos llaman) luego del squeo y genocidio al que sometieron a este continente en los oscuros años de la "Conquista y Colonización" especialmente por parte de España, Portugal y Gran Bretaña
Igual que nuestra América latina. Igual que el Oriente de segunda...
Seguramente, algún día, Europa abrirá su corazón, sus puertas,...
Seguramente aprenderemos, algún día, a tratarnos todos los seres humanos como iguales,

De no ser así estaremos aceptando los distintos genocidios ocurridos a lo largo de la historia como hechos normales.
¿Entonces?

Pobre Europa cuando China le eche mano (y le echará).Pobre EEUU cuando China le eche mano (y le echará)
¿Habrá africanos que deseen defenderla? ¿Habrá latinoamericanos que deseen defenderla?

Mirémosles a los ojos.
                                         Descubriremos las grandezas de sus almas.

                                          Haremos un mundo mejor y más justo
                                               Emepecemos hoy mismo a intentarlo



                                       Ellos lo merece.
No sé quien realizó este trabajo que he recibido y pretendo divulgar y que desde un sentido de justicia, y ante los acontecimientos de Ceuta, agradezco

Gracias por haber llegao hasta el final. Pero todavía una cosita más. Si le interesa el tema y quiere este  adentrarse más  en este terreno, le sugiero dos extraordinarias novelas:
* Esperando a los bárbaros de John Maxwell Coetzee, Premio Nobel 2003
* El sueño del celta de Mario Vargas Llosa, Premio Nobel 2010.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Querido José Luis, yo te propongo otra cosa, que en estos años de juventud que te quedan aún, favor alistes un día para viajar a Africa y me invites con tiempo para tramitar el préstamo y la visa para acompañarte. Así disfrutaré de tí y de la hermosa Africa, madre de la humanidad.
MT.