jueves, 6 de marzo de 2014

JERUSALÉN

Estos versos, un tanto desgarrados, nacen de un profundo cariño a Quito y a Ecuador. Me consta.
Estos versos, vulnerables a una crítica fácil desde una mentalidad muy de derechas, nacen desde un profundo sentido de justicia y un intenso esfuerzo de objetividad. Lo sé muy bien.
Estos versos, posiblemente difíciles de digerir por estómagos ecuatorianos, muy instalados en el chauvinismo, nacen desde un compromiso con el pueblo de Quito.  No tengo la menor duda.
Estos versos, conscientes de toda su dificultad, son un grito, o pretenden serlo, un grito profético de denuncia ante el clientelismo, de denuncia ante la presunción de un espíritu que se pavonea de mandar a casa a sus autoridades, pero no se avergüenza de venderse con tal de no pagar impuestos para luego quejarse de lo que no se hace, pero que no mira ni valora lo que tiene delante, lo hecho, con lo que se tropieza cada día. A mi, estando de acuerdo con este grito de denuncia, me sugería la conveniencia de poner una óptica en esta ciudad. Su nivel de miopía es tal que sería un negocio. Pero me convenció el convencimiento de que el ciego que no quiere ver no tiene solución. Esa miopía no tiene salida.
En fin, estos versos me hubiera gustado escribirlos a mi, pero se me adelantó Miguel.
Y me alegro de estos versos
José Luis Molina


                                                                         Quito gris.- Guayasamín



“¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que se te envían! ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos como la clueca reúne a sus pollitos bajo las alas, pero no habéis querido!” Mt 23, 37

“Luz de América”,
la que orina por sus calles
y salpica a Bolivia,
la que defeca en Venezuela.

“Carita de Dios”,
sahumerio de incienso y sacristía,
                   mojigata donde la hubiere,
carnavalesca sin carnaval
y “Niño Dios” en carnaval.

“Ciudad franciscana”,
 de hábitos y buenos modales,
de primados cardenalicios,
capital de sabidos,
más que quieras,
tus sayos no pueden tapar
la araña que te envenena.

“Luz de América”,
la culta que entrega sus llaves
al clientelismo de siempre,
 la suspicaz que abre sus puertas
 a los vientos de derecha
con aires de niño guapo.

“Carita de Dios”,
que difamas convirtiendo en verdad
injurias de tus hijos biennacidos,
 mendicante y limosnera,
dispuesta siempre a recibir
lo que nunca quieres dar.

“Ciudad franciscana”,
otrora asesina de Alfaro,
hoy arrastras por tus plazas
el ariete combatiente
contra el lucro y la codicia,
hoy has minado de bombas
el mañana para tus hijos.
                   
                      “Si me olvido de ti, Jerusalén, que se me seque la mano derecha;
que se me pegue la lengua al paladar, si no me acuerdo de ti,
si tú no eres, Jerusalén, mi mayor alegría” Sal 137, 5-6

                                                                                             Miguel Á. Olmedo

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Que vergüenza Quito, me despertaste el texto del evangelio: Dónde no los reciban, salgan de ahí, y sacundanse los pies.
Unida al poema y recordando el poema BOLETIN Y ELEGIA DE LAS MITAS, solo quisiera decir YO TAN, YO TAN...
(yo también pienso y siento lo mismo)
Gracias Miguel!!

Anónimo dijo...

ME HE ENOJADO LEYENDO ESTE POEMA. EN QUITO SE AN VENIDO A VIVIR PERSONAS DE OTRAS PROVINCIAS, CIUDADES Y CANTONES. CON ESTO QUIERO ASER CAER EN CUENTA QUE ESTAS PALABRAS VAN DIRIJIDAS NO SOLO A LOS QUITEÑOS Y QUITEÑAS SINO A TODOS AQUELLOS Y AQUELLAS QUE NO SIENDO DE QUITO VIVEN EN QUITO Y ESTROPEARON A QUITO CON SU BOTACIÒN, ES CABREANTE QUE POR LA GENTE QUE NO CUIDA LA CIUDAD A TODOS SE NOS CULPE DE MENDIGOS, DIFAMADORES Y ASESINOS DE ELOY ALFARO. NO TODOS LOS QUITEÑOS Y QUITEÑAS SOMOS ASÌ.

PATO ARIAS

Anónimo dijo...

si tambièn estoy indignado con esta postura de los votantes en quito.vendieron su conciencia al mejor postor. O acaso no hay conciencia de esta Revolución? Si no estas en este grupo, que bueno. Pero creo que también es el momento de pensar: ¡Que me falta hacer a mí por esta REVOLUION!
Nelson