martes, 7 de febrero de 2017

CARTA



PARA TI,
LUIS ALBERTO LUNA TOBAR

Acabo de saber que te has marchado.
Bueno, es una forma un tanto eufemística de hablar. Porque, para los creyentes, lo que se llama muerte es un encuentro en la plenitud hacia la que intentamos marchar y desde la que nos seguimos sabiendo. Y porque los "amigos" nunca se marchan. En la amistad vivida, construída desde la proximidad y la comunión, nunca nos vamos. Siempre permanecemos.
Pero, en fin, seguiré hablando utilizando el convencionalismo del lenguaje.
Te has marchado hace un ratito. Y, sin embargo, todos sabíamos ya de tu partida inminente.
A mi estos días de tu "irte apagando lentamente", me han hecho evocar muchas cosas.
Principalmente tu honestidad con nosotros cuando aceptaste ser mediador entre la Escuela y la Comunidad Cristiana Inti frente al arzobispado de Quito en el conflicto del 2005.
Tu valentía, transparencia y libertad yendo a visitar y conversar con las profesoras que estaban en huelga de hambre en la Plaza Grande frente al palacio arzobispal.
Tu sinceridad y cercanía con nosotros, especialmente con Miguel A. Olmedo y conmigo, en cuantas veces recurrimos a ti buscando nos orientaras. ¡Tus palabras sencillas, directas y frontales para nosotros y sobre nosotros en aquella eucaristía en la catedral de Cuenca,...!
Tu entereza para encajar y asumir que tus hermanos en el episcopado, que te habían encargado la mediación, te dejaban sólo, te daban la espalda, pretendían desaparecer del conflicto entre las bambalinas levantadas. Yo así lo vivía al comprobar como eludían responder a tus llamadas. (Esto es una apreciación específicamente mía). Pero fuiste puente (pontífice) porque fuiste                  pastor- hermano,    no     pastor-dignidad.




Y en estos momentos, lo que me sale son dos cosas:
GRACIAS, Luis Alberto, por todo lo anterior y por mucho más. 
Y, desde todo lo anterior, un abrazo fuerte, profundo,  que desde nuestra humanidad llegue hasta la tuya ya transcendida. Un abrazo que es de Miguel Ángel, de Ana, de Elizabeth  (con la que en cualquier rato te tropezarás), de Julia y de Intiruna: desde la Escuela Inti donde, a pesar de Raúl Vela y gracias a ti, seguimos intentando servir a los niños para que crezcan como personas libres, honestas y dignas, desde los Grupos de fe de Intiruna donde, en estos años has estado siempre presente y en estos días te hemos vivido hondamente.
Y un abrazo mío, y mientras te lo envío y espero recibas, se me bañan los ojos de lágrimas y sonrisas
Gracias, Luis Alberto

José Luis Molina


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ahora todos hablaran de tus luchas y te alabaran tus compañeros de clérima, sin acordarse que fueron piedra de tropiezo en tu camino. Un cura rojo por tu pasión por los pobres y la justicia, nos duele profundamente tu partida porque nosotros tenemos en nuestra historia haber sido parte de tu lucha, de tu defensa. Luna Tobar el Obispo que defención a la "chusma" del Inti y a sus curas en el barrio Lucha de los Pobres. Desde aquí nuestro corazón contigo en este viaje al cosmos de la Resurrección. Que te abrace la Pachamama y reciba el DIOS BUENO que nos bendijo con tú presencia.
MT.

Anónimo dijo...

Gracias José Luis por ser tú también "puente" entre nosotros y Alberto, al lograr expresar y canalizar lo que vivimos. Gracias Alberto por ser también pastor-profeta, disfruta del abrazo del Sentido de la vida y aguarda nuestra presencia en la PRESENCIA. Un abrazo, Miguel Á. Olmedo.