jueves, 21 de abril de 2011

VIERNES SANTO






Desgarrado y tétrico


un grito surca el cielo:


rompiendo va el silencio


del mutismo culpable


del hombre que traiciona


al mismo hombre que abraza.




Tétrico y desgarrado


de la cruz brota el grito,


el visceral quejido


que hace brotar del alma


el acero que, hendido,


cercenó las entrañas.




Viernes santo,


viernes de calvario,


viernes de nubarrones,


viernes de velo rasgado.




No llores porque queman


la leña verde o seca.


Que el llanto tuyo sea


porque han hecho del hombre


leña, mera leña.



José Luis Molina

1 comentario:

Anónimo dijo...

Una cruz que sigue derramando sangre.
Una sangre que brota desde el mismo corazón.
Una sangre que cae sobre manos asesinas que siguen matando en nombre de Dios.
Pero el pueblo sigue gritando:
¡Bendito el que viene en nombre del Señor!
Un abrazo, desde la lejanía.