jueves, 5 de enero de 2017

EL TESTAMENTO DEL AñO VIEJO Y LOS REYES MAGOS

En Ecuador se escriben los testamentos del Año Viejo.
En España la carta a los Reyes Magos.
Sin una identidad entre ellos, ambos soportes tienen algo en común: Expresan, frente a la realidad, como emerge el grito de búsqueda de algo mejor.
Pero también hay una diferencia: Mientras el testamento lo escribe quien se va, y por tanto es deseo pero no compromiso de quien lo escribe, la carta la escribe quien se queda esperando recibir lo que se pide y eso conlleva una postura de compromiso con lo pedido.


Pero en las dos situaciones se corre el mismo riesgo, el mismo peligro: el de la "incredulidad" que consiste en no creer que por el mero hecho de respirar estamos comprometidos con el aire que respiramos. Esta "incredulidad"nos lleva a posturas frívolas, de mirar a los "crédulos" por encima del hombro. Nos lleva a  inhibirnos detrás de creernos estar por encima del bien y del mal. Nos lleva a considerar a los "crédulos" ingenuos, infantiles, trasnochados.
Yo, descaradamente, quiero pertenecer a los segundos.
Por eso les transcribo la CARTA que sigue a continuación. Ustedes tiene todo el derecho de añadirle algún otro deseo en los comentarios.
Que los Magos les escuchen. Será señal de qué han sido buenos.
Y de eso la vida anda necesitada. Así que sigan siéndolo
|José Luis Molina

DESEOS PARA LOS MAGOS DE ORIENTE
MIGUEL ÁNGEL MESA BOUZAS, miguelmesabouzas@gmail.com
MADRID.
ECLESALIA, 06/01/17.- Que ni el estrés ni la impaciencia me impidan en el naciente año
atender a quien desconsolado se cruce en mi sendero,
regalar abrazos para cicatrizar la amargura del desengaño,
bailar dichoso cuando esté a solas o con mi amigo verdadero,
carona01disculpar las palabras punzantes, homicidas,
no tener miedo de pedir ayuda cuando la necesite,
construir puentes sobre los distanciados ríos de la vida
y brindar mi mano a quien me lo pida e invite,
saber decir no a lo que ya no me llegue el pellejo,
y comprometerme a encender nuevas estrellas,
para que brille la solidaridad como un espejo,
la ternura, el brillo especial de la mirada y su centella.
Comunicar lo que sienta que me emociona en mi interior,
no permitir que se me corrompa dentro lo que me ha dañado.
no dormirme sin disculpar el agravio recibido y su dolor,
ni dejar de pedir perdón por la herida que he causado.
Y siempre, siempre, que de mi espíritu agradecido
brote la dulce melodía del gozo, la satisfacción
por tanto cariño donado, por tanto amor recibido,
porque solo así rebosa de abundancia el corazón.
Me dejaré siempre en la copa un último sorbo de vino
para brindar por lo que me fascine en cada momento,
ese instante bañado por el sabor inefable, divino
de la sorpresa, la intimidad y el estremecimiento.

(Eclesalia Informativo autoriza y recomienda
la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo deseo y pido a los Reyes, que no me falte la paciencia y la esperanza para vivir momentos oscuros, que no me refugie en la postura a la defensiva para no aceptar mis errores y que no me falte la misericordia, la compasión para con los otros, sobre todo con los que no compagine pero que siguen siendo creaturas de Dios. Y sobretodo pido a Dios HUMILDAD para poder vivir con mayor profundidad mis dias en este planeta.
MT.

José Luis Molina López dijo...

Pido a los Reyes por Ecuador a un mes de las elecciones generales, par que sepa elegir, entre lo que se presenta lo mejor, al menos lo menos malo, y continúe caminando por los derroteros abiertos, caminos de izquierda, es decir de opción por los más desfavorecidos, en una política de superar diferencias injustas e insultantes, que siga comprometido en ser el Ecuador de mañana abierto al mundo con dignidad y comprometido con una humanidad de ecuaorianos libres, honestos y justos
JoséLuis Molina

Anónimo dijo...

Me uno a tí también José Luis... añadiendo que los ecuatorianos seamos capaces de vencer la soberbía "creernos los sabidos" y que no traicionemos estos años de avances.
MT.