jueves, 19 de enero de 2017

LA UTILIZACIÓN GEOPOLÍTICA DEL TEMA CORRUPCIÓN

 En la víspera de la toma de posesión de Trump como nuevo presidente de los Estados Unidos, cuando se está en plena camapaña electoral en Ecuador y cuando proyectándose sobre el mundo se nos vende lo que es bueno y lo que es malo, ante la ignorancia y la estupidez de mucha humanidad de borregos al servicio del capitalismo, el artículo que sigue a continuación (está estractado), creo que puede arrojar luces si se lee con atención.  Ciertamente es un poco extenso, pero creo puede servirnos para formarnos opinión en Ecuador y en el mundo
José Luis Molina




Al parecer, el Imperio vuelve a sus andanzas en lo que hemos denominado – geoestrategia de la desestabilización-. En plena coyuntura electoral, el Departamento de Justicia de los EE.UU anuncia que la empresa Odebrecht entregó sobornos a funcionarios ecuatorianos por 33.5 millones de dólares para verse favorecida en contrataciones públicas durante el período 2007 – 2016, -coincidiendo- con la etapa de gobierno del presidente Correa, cuando es conocido que Odebrecht tiene presencia en Ecuador al menos 30 años y en el caso de los otros países involucrados, ese informe -a diferencia del tratamiento que se le da a Ecuador-, aborda el periodo que va del 2001 al 2016. El problema de ese anuncio radicó en que el Departamento de Justicia estadounidense lanza la carnada sin condumio, es decir, no da a conocer los nombres de los involucrados, y la pregunta obvia es ¿por qué? Si existiera una auténtica vocación de lucha contra la corrupción y sincera voluntad de cooperación con el Estado ecuatoriano, por qué no dar la información completa con los respectivos sustentos para que las instituciones de control y justicia hagan su trabajo. ¿Por qué no dar a conocer la lista de los implicados y darle un serio golpe a la corrupción, recurriendo para la denuncia a su red amiga de medios que ha creado en Ecuador y que ha utilizado convenientemente en otras ocasiones, en algunos casos desplegando verdaderas campañas de guerra psicológica para alcanzar sus objetivos? ¿En algún momento dará los nombres? ¿O entregará los que le conviene y ocultará otros? En todo caso, es de esperar que los organismos competentes en el Ecuador hagan sus propias investigaciones y descubran a todos los envueltos en esa red de corrupción. ¿Qué busca provocar el Departamento de Justicia de los EE.UU? ¿Desestabilizar el proceso electoral ecuatoriano? ¿Intenta usar esa denuncia como mecanismo de presión geopolítica encaminada a la preservación o imposición de determinados intereses? O simplemente se propone enrarecer la atmosfera electoral para afectar al binomio Moreno-Glas de Alianza PAIS. Hemos visto al alcalde Rodas viajar presuroso a los EE.UU -en algo parecido a un show- dizque a pedir la lista de los implicados en el  caso Odebrecht cuando él no es autoridad competente en materia investigativa. Resulta que este funcionario, -que ahora se declara perseguido político y que no fue recibido por el Secretario General de la OEA, Luis Almagro, que como era de esperar no se prestaría para una evidente pantomima-, es el principal daño colateral no calculado por el informe estadounidense, ya que él contrató la segunda etapa del Metro-Quito con Odebrecht, único trabajo que esa empresa ejecuta en Ecuador en los actuales momentos, además con la finalidad de enfriar el escándalo, esa empresa ha anunciado que se retira del consorcio que lleva a cabo esa obra, decisión que inevitablemente repercutirá en la construcción del Metro de Quito. Hemos visto en estos últimos tiempos que la –geoestrategia de la desestabilización- utiliza acuciosamente como herramienta geopolítica el tema de la corrupción. En América Latina y en el mundo, ese problema es real y vasto, no hay porque ocultarlo. Sin embargo, los EE.UU han logrado emplearlo para desestabilizar a los gobiernos progresistas y dar golpes de Estado como el sucedido en Brasil. El objetivo geopolítico no es acabar con la corrupción, sino acabar con los gobiernos progresistas por más débiles que sean en su intención transformadora y colocar gobiernos lacayos que destruyan lo alcanzado en materia de integración latinoamericana. Hoy constatamos que el gobierno de Temer es un gobierno corrupto, como pueden existir otros en América Latina, pero como se ajustan a los intereses de los EE.UU no son centro de ataque injerencista. Por otro lado, el programa político de Alianza PAIS y el gobierno del presidente Correa se habían propuesto una „Revolución Ética‟, la pregunta es ¿cuánto realmente se hizo para lograrlo? ¿Qué esfuerzos sistemáticos, qué estrategia y políticas públicas específicas y robustas se implementaron en ese sentido? No es posible hacer aquí un análisis minucioso, ni un balance de lo logrado o no en ese sentido, pero podemos apreciar, independientemente de determinados éxitos, que no se llevó a cabo un serio intento por conseguir un cambio cultural en la línea de enfrentar el problema de la corrupción como colectividad, ya que esa plaga no es un asunto que compete únicamente a la esfera gubernamental, sino que abarca a toda la sociedad en su conjunto. En esa línea podemos afirmar que el gobierno del presidente Correa no es un gobierno corrupto al estilo de los gobiernos neoliberales en donde la corrupción se volvió sistémica, pero sí se han presentado casos de corrupción, dos cosas completamente diferentes. En los casos en los que se logró descubrir a los funcionarios envueltos en corrupción, éstos han sido procesados. Sin pretender soslayar la corrupción que se ha presentado en el presente período de gobierno, sino con el objetivo de argumentar la idea de que estamos lejos de una corrupción sistémica, estructural y extendida, como la acontecida en el período neoliberal, queremos hacer algo de historia. El 11 de septiembre de 1994, la desaparecida revista Blanco y Negro editada por el periódico HOY, que en su momento adquirió prestigio, titulaba su portada de la siguiente manera refiriéndose al Ecuador: “El país de los escándalos” y decía lo siguiente: Se dice que el ser humano es un animal territorial. Que necesita patrimonio y poder. Que es codicioso. Y corrupto si las circunstancias se lo permiten. 4 A juzgar por los últimos escándalos que van desde el autopréstamo en el Banco de los Andes, el enriquecimiento ilícito en la Policía y el pacto de socialcristianos y bucaramistas, hasta el supuesto tráfico de influencias en “Flores y Miel”, lo que se dice del ser humano es penosamente cierto. También si revisamos los últimos 15 años de democracia, con denuncias y el escándalo usados como las armas más filudas de la política. En nuestro país la tolerancia social con sindicatos y delincuentes de cuello blanco es inexplicable. Bajo el cascarón el Ecuador está podrido: eso se ha constatado con la democracia, porque en regímenes autoritarios no es posible hacerlo. Dicen que eso se sana con más democracia, con más participación colectiva, con superintendencias de hierro, con severos controles sociales y con más información pública. Tan nociva como la corrupción es la impunidad: un tema duro que estas páginas tocan de refilón y de memoria.2 Y al interior de sus páginas hace un resumen de los más destacados casos de corrupción presentados en los gobiernos de Osvaldo Hurtado, León Febres Cordero, Rodrigo Borja y Sixto Duran Ballén. Cuando de corrupción sistémica, estructural y extendida hablamos, por ejemplo nos referimos al caso de la “sucretización”, -política- con la cual la deuda privada pasó a ser pública, es decir, de todos. La revista al respecto señalaba lo siguiente: El mecanismo se ponía en práctica para salvar a los “amantes del riesgo, agresivos en la captación de una mayor porción del mercado, proclives a intermediar en moneda extranjera y poco cuidadosos en la selección del portafolio… Eso lo dijeron los voceros económicos del régimen de Osvaldo Hurtado. Resulta que ese “subsidio” en realidad un -robo legalizado- se entregó de forma indiscriminada a los “amantes del riesgo”, no se enfocó necesariamente en el sector productivo, sino que se beneficiaron desde los grupos financieros y económicos del país, hasta personas jurídicas como el Quito Tenis y Golf Club, los clubes de futbol Barcelona y Emelec, Club Ecuestre La Herrería, etcétera, etcétera. El gobierno de Febres Cordero amplió las ventajosas condiciones de pago de los sucretizados. Se extendió el plazo de 3 a 7 años; se congeló la tasa de interés en 16%, la comercial estaba en 28%; se anuló la comisión de riesgo cambiario congelando el tipo de cambio en 100 sucres por dólar y se aumentó el periodo de gracias de 1,5 a 4,5 años. De acuerdo a cálculos de esa época, ese regalo a los “amantes del riesgo” significó para el país la entrega de al menos 1.300 millones de dólares con un tipo de cambio de 100 sucres por dólar, generando enorme presión fiscal al Estado. Escándalos de corrupción hubieron muchos, entre los más embrollados estuvieron por ejemplo, la construcción de la Perimetral en Guayaquil. El 23 de marzo de 1987 se denunció ante la Comisión de Fiscalización del Congreso Nacional que la obra tenía un sobreprecio de 8.950 millones de sucres. Como maniobra el gobierno de Febres Cordero conformó una “Junta de Notables” encabezada por el arzobispo de Guayaquil, Bernardino Echeverría, que finalmente determinó que la obra era prioritaria para Guayaquil. La campaña para su construcción adquirió un tono  regionalista y el entonces gobernador Jaime Nebot organizó una marcha popular de apoyo a la obra colocando en la Gobernación una “placa de la infamia” con los nombres de los detractores de la Vía que se hizo a pesar de todas las irregularidades. En esa época todo fue infecto de corrupción, tanto así que incluso en el gobierno de Febres Cordero se denunció el robo de orejeras de oro y pinturas pertenecientes al Palacio de Carondelet. El gobierno de Borja tampoco escapó a la corrupción, hubo varios casos, entre ellos el robo de la leche del desayuno escolar. Los sobornos no se producían únicamente en la contratación de obras públicas, también incluso se ocasionaban hasta para adquirir un pasaporte u otros servicios públicos. Y había instituciones contaminadas de corrupción hasta la médula como la Policía donde la tramitología era tediosa. Sin embargo, el brazo de la justicia por lo general no alcanzó a los protagonistas de los escándalos de ese período, la impunidad reinó y los legajos de los juicios se arrumaron en los juzgados del país. Hoy mucha de esa corrupción ha sido extirpada. El uso del internet en muchos trámites promovido por el gobierno del presidente Correa ha coadyuvado a aquello. Pero el acto de corrupción sistémico más brutal que padeció nuestra sociedad fue la implementación de la dolarización. Esta no se produjo por generación espontánea, fue un acto deliberado que trajo graves consecuencias a las familias ecuatorianas, una de ellas, la emigración de cientos de miles de compatriotas. Por qué señalamos que fue un acto premeditado de corrupción, en este espacio no vamos a ampliarnos en el análisis porque ha sido un proceso sobre el cual se ha examinado lo suficiente, solo recordar que intencionadamente se desregularizó el sector financiero, se aflojaron los controles y se aprobaron leyes que les permitieron hacer a los bancos lo que finalmente consiguieron. En esa terrible crisis no todos perdimos, hubo también quienes medraron con la misma. De igual manera, otros casos de corrupción sistémica a destacar fueron la adquisición de deuda externa ilegítima (sería interesante recordar quienes fueron los tenedores locales de papales de esa deuda) y la firma de las inmorales Cartas de Intención, con las cuales se sometía la política económica del país a intereses extranjeros y corporativos. El tema de la corrupción no se circunscribía solo a aspectos de tipo económico o tramitología en cuestiones de la vida cotidiana, el problema era más profundo, no se debe eludir su dimensión política. El 7 de junio de 2001 el periódico HOY en la edición de su aniversario 19 se propuso realizar una evaluación de la democracia vivida por el país. Su portada la tituló: “Democracia: un „mal menor‟ – Corrupción y pobreza los grandes males que no ha resuelto el sistema democrático”. Y coloca una encuesta en donde se responde a la siguiente pregunta: ¿Cuál considera usted que ha sido el problema más grande que no se ha podido solucionar en los 22 años de democracia de nuestro país? La respuesta fue la siguiente: el 44,1% respondió que la corrupción y el 38, 1% indicó que la pobreza. Luego el periódico consultó a ex presidentes su criterio al respecto, y por ejemplo, Osvaldo Hurtado manifestó lo siguiente: ¿Cuál es su balance de esta etapa de casi 22 años de democracia? Si la democracia ecuatoriana ha requerido de una Asamblea Constituyente y de innumerables reformas; si se ha enfrentado a una dictadura proclamada en enero del año pasado, y si dos  presidentes no han podido concluir su mandato; si ha ejercido el poder un presidente interino sin que la Carta Política contemplara esta posibilidad, es porque, en el orden jurídico, la democracia ha escapado a los mandatos de la Constitución y de la ley. Y si la democracia, en estas dos décadas, ha arrojado resultados económicos y sociales tan negativos, quiere decir que tampoco ha llenado otro requisito: asegurar a sus ciudadanos mejores condiciones de vida. ¿Entonces hay que reformar el sistema político? El problema de la democracia ecuatoriana ya no está en las instituciones constitucionales, excepto en el Tribunal Supremo Electoral, el Tribunal Constitucional y el sistema electoral. Una tarea es hacer algo que propuse en la Asamblea y no tuvo eco: que el Tribunal Electoral o no esté integrado por representantes de los partidos o en su mayor parte lo esté por ciudadanos independientes. El Tribunal Constitucional, igual: que se integre de una manera parecida a la de la Corte Suprema. Hay que despolitizar esas instituciones.3 Lo interesante es que Osvaldo Hurtado reconoce, pero sin la escrupulosidad necesaria, que el Ecuador tenía un problema político que generaba muchos de los déficits democráticos que padecía nuestra sociedad. Mucha de la corrupción se originaba en un sistema político que más tarde, la Rebelión de los Forajidos exigió que sea demolido, y así fue. En estos últimos años hay que reconocer que el Ecuador ha conseguido reinstitucionalizarse. Geopolítica de la corrupción Lo que nos enseñó la filtración de los “Papeles de Panamá” es que los paraísos fiscales hacen posible o facilitan la existencia de la corrupción. Si las potencias, en especial los EE.UU decidieran poner sanciones a los países que albergan paraísos fiscales, de la misma forma que aplica sanciones a países como Irán o Rusia para preservar sus intereses geopolíticos, los paraísos fiscales dejarían de existir casi inmediatamente. Pero obviamente EE.UU no lo va hacer, en primer lugar, porque el mismo cuenta con estados que son paraísos fiscales, y en segundo lugar porque, los paraísos fiscales son una forma de extraer riqueza de los países llamados en desarrollo. El capitalismo especulativo ha implementado una arquitectura financiera compleja para lograr aquello. Por otro lado, se dice que el 80% del dinero ilícito está en EE.UU4 , mucho de ese dinero proviene del lavado de dinero por narcotráfico y de la corrupción. Solo una economía enorme como la estadounidense puede lavar los billones de dólares que genera el negocio del narcotráfico. El escándalo de los “Documentos de Panamá” tuvo entre otros objetivos geopolíticos, ponerle trabas a Panamá en su desarrollo como paraíso fiscal y manchar la reputación de líderes como Vladimir Putin, archi-enemigo del establishment estadounidense. En la filtración de esos documentos hubo participación de servicios de inteligencia (privados o estatales) y como hemos visto en otras ocasiones, llega a ser tan enorme el número de documentos publicados que nadie se toma la molestia de comprobar su autenticidad, pero sirven para la manipulación mediática y por ende para los objetivos geopolíticos concebidos. En ese sentido, fue significativo que los “periodistas independientes” se apresuraran a publicar el material que supuestamente 3 Periódico HOY, jueves 7 de junio de 2001, Sección C, página 2C 4 Periódico El Telégrafo, viernes 30 de mayo de 2014, sección justicia, página 33 7 implicaba a Putin y al presidente sirio Bashar al-Assad y al presidente de Suráfrica, Jacob Zuma, al cual Occidente acusa de tener posturas pro-rusas y pro-chinas. De acuerdo a Katehon5 el International Consortium of Investigative Journalists (que fue la organización que reivindicó la filtración de los documentos de Panamá) es una organización no gubernamental del Center for Public Integrity. Entre los patrocinadores oficiales de los “periodistas independientes” tenemos a "Open Society" Foundation (Goerge Soros Foundation), Sunlight Foundation (recibe la mayor parte de sus fondos de Soros), MacArthur Foundation, Knight Foundation, Ford Foundation, Rockefeller Foundation, Carnegie Endowment, Omidyar Network del fundador de eBay - el ultraliberal y globalista Pierre Omidyar. George Soros es un personaje a tener en cuenta, se lo conoce como el „padre‟ de las revoluciones de colores – de los golpes de estado blandos/suaves. Wikileaks denunció que sus fundaciones financiaron las protestas callejeras tras el triunfo de Donald Trump en las elecciones6 . Otro personaje a tener en la memoria es John Podesta, jefe de la campaña de Hillary Clinton, la filtración de una serie de sus correos electrónicos provocó un escándalo y dio a conocer entre otros aspectos, las relaciones de Clinton con Daesh (Estado Islámico) y el terrorismo internacional. Con el caso Odebrecht posiblemente ocurra lo mismo que con los “Documentos de Panamá”, el Departamento de Justicia de los EE.UU no dará a conocer las conexiones que existen entre los negocios transnacionales y las políticas neoliberales; cuando se trata de la corrupción fenomenal que provocan sus empresas globales, mira al otro lado, la estrategia es actuar de manera selectiva para eliminar a la competencia. Desestabilizar el proceso electoral ecuatoriano es el objetivo Los organismos de seguridad y de inteligencia del Estado ecuatoriano, y queremos recalcar, hablamos del estado no del gobierno ecuatoriano, en el período del presidente Correa no han logrado desbaratar o neutralizar ni una sola red de injerencia y desestabilización de la democracia ecuatoriana. Esas redes existen y si hay algo que debemos reconocerles, es su gran persistencia y capacidad de infiltración y ocultamiento. La geopolítica en mucho consiste en el esfuerzo que realizan las potencias para moldear el planeta de acuerdo a sus intereses, buscan maximizar sus ganancias y eliminar, neutralizar o doblegar a los rivales o potenciales rivales, para ello despliegan estrategias que busquen preservar su influencia sobre países o regiones. En ese marco es “normal” que el Imperio busque torcer las elecciones y apoyar a los candidatos que se ajustan a sus aspiraciones geopolíticas. Siendo así las cosas, la pregunta obvia es ¿EE.UU tiene interés en los resultados de las elecciones 5 Katehon: Geopolítica de la corrupción: George Soros y el “Panama Leaks”, 5 de abril de 2016, http://katehon.com/es/article/geopolitica-de-la-corrupcion-george-soros-y-el-panama-leaks 6 Hispan TV, Wikileaks revela papel de George Soros en protetas anti-Trump, 13 de noviembre de 2016, http://www.hispantv.com/noticias/ee-uu-/314212/wikileaks-papel-soros-protestas-trump 8 ecuatorianas? Sería ingenuo responder que no los tiene. Entonces ¿De qué modo busca influir o está injiriendo en las mismas? En un informe preparado por diario El Telégrafo del 19 de junio de 2012 bajo el titular “Usaid desembolsa $4.3 millones para “fortalecer ciudadanía” en el Ecuador – Gobierno de EE.UU destina $2.5 millones al proyecto “Fortalecimiento de la Democracia” y $1,8 millones a otro llamado “Ciudadanía Activa”. Organizan foros, talleres y reuniones con periodistas, quienes después deben elaborar reportajes.”7 , se decía lo siguiente: Este proyecto, que concluirá el 30 de junio de 2013 -luego de las elecciones generales en el país-, está en plena ejecución. Según consta en la web http://sectorsocial.org: “El 19 de marzo de 2012 en la Universidad Casa Grande, en Guayaquil, se dio inicio al programa Fortalecimiento de Organizaciones de la Sociedad Civil, que es parte del proyecto Ciudadanía Activa, ejecutado por Faro, Fundamedios, Fundación Esquel, el FEPP y la Red ONG de Guayaquil (AROG), con auspicio de USAID. Se informó en esa ocasión que el director del Grupo Faro, Orazio Bellettini Cedeño, canalizaba los recursos en representación de John R. Taber, Oficial de Acuerdo Regional de la USAID. Se expresaba que el proyecto busca aumentar las capacidades de incidencia y vigilancia al Consejo de Participación y a las instituciones relacionadas con el control y regulación de la comunicación. Hoy una vez más, coincidiendo con las elecciones ecuatorianas, vemos al Grupo Faro actuando. El pasado 25 de noviembre de 2016 el Consejo Nacional Electoral firmó un convenio interinstitucional con el Grupo FARO con el trillado objetivo de ejecutar acciones conjuntas que fortalezcan nuestra democracia y el sistema político ecuatoriano en el marco de las elecciones del presente año. En la firma del convenio estuvieron presentes, el Director Ejecutivo Grupo FARO, Orazio Bellettini Cedeño, el Presidente del CNE, Juan Pablo Pozo Bahamonde y las Consejeras, Ana Marcela Paredes y Luz Haro. Aquí el link del 7 El Telégrafo, Usaid desembolsa $4.3 millones para “fortalecer ciudadanía” en el Ecuador, 19 de junio de 2012, página 4. 9 video de la firma del convenio: http://www.grupofaro.org/content/grupo-faro-y-cne-firmaron-conveniointerinstitucional-0 Acceso 9 de enero de 2017 Foto tomada de la página web del Grupo FARO De una entrevista realizada a Belletini8 destacamos el siguiente extracto, donde se aprecia el especial interés que tiene el Grupo Faro por los procesos electorales en América Latina: Entrevistas │ Orazio Bellettini Cedeño, director ejecutivo de la Fundación para el Avance de las Reformas y las Oportunidades (Grupo FARO) describe la iniciativa “Ciudadanizando las Políticas”, llevada adelante en el marco de la campaña presidencial de 2006 en Ecuador. Bellettini: “Los think tanks pueden generar espacios de encuentro entre actores relevantes de la comunidad política” [Nota del editor: El artículo se enmarca en la serie Think tanks y procesos electorales: Lecciones desde América Latina, compilada y editada por Leandro Echt]. Leandro Echt: Habiendo pasado ocho años de aquella campaña electoral, ¿qué evaluación hacen de la experiencia? Orazio Bellettini: Fue una experiencia muy positiva para Grupo FARO. En primer lugar, constatamos que hubo un buen manejo del timing de las propuestas, ya que muchas de ellas fueron luego incorporadas en el plan de gobierno del candidato ganador de las elecciones. Por otro lado, la iniciativa fue un espacio de visibilización muy grande para Grupo FARO y sus investigadores. En 2006, Grupo FARO contaba con dos años de vida: la iniciativa no solo ayudó a posicionar a Grupo FARO como promotor del uso de la evidencia en la generación de políticas públicas sino que también fue una estrategia para presentar el trabajo de la institución al nuevo gobierno. Un indicador de la visibilización es el hecho de que tres de los investigadores que participaron de la experiencia pasaron a trabajar a las filas del Estado, e incluso llegaron a ser ministros. A su vez, como producto de la estrategia de producción de los documentos, Grupo FARO logró identificar investigadores con los cuales seguir trabajando. Por último, la experiencia se convirtió en una ocasión propicia para la conformación de redes de sociedad civil a nivel nacional y supranacional. Por ejemplo, Grupo FARO recibió el apoyo de CIES (Perú) para diseñar la metodología de la iniciativa. LE: ¿Cómo pueden los think tanks de América Latina seguir trabajando para fortalecer esta “tecnología de incidencia” en campañas electorales? OB: El primer paso es llevar adelante un análisis comparado profundo, involucrando a académicos y practitioners que se dediquen al estudio de las condiciones sociales, económicas, políticas y culturales que favorezcan este tipo de iniciativas, y logren sistematizar diferencias y similitudes en las experiencias de las diversas organizaciones, así como extraer lecciones que puedan ser útiles a otros think tanks. Además, se podrían conformar alianzas de redes regionales que promuevan iniciativas nacionales que se adapten a las condiciones de cada país. Este tipo de acciones contribuirán a que los think tanks aprendan a capitalizar la gran ventana de oportunidad que presentan las elecciones para visibilizar su trabajo y para fortalecer la discusión de políticas en sus países. El problema con determinadas ONGs ecuatorianas es su financiamiento y sus relaciones con organismos estadounidenses que se conoce financian la subversión en América Latina. A más de su admirable y maravillosa preocupación por nuestra democracia y libertad de expresión. Una de las ONGs estadounidenses, que al parecer nos está prodigando atenciones, es Center For International Media Assistance - CIMA por sus siglas en inglés, en su página web informa quienes son sus financistas y socios. Están organizaciones como Open Society Foundations (de George Soros), DW Akademie, National Endowment for Democracy (NED), National Democratic Institute (NDI), International Republican Institute, United States Agency for International Development (USAID), Google, Friedrich-Ebert-Stiftung, Konrad-Adenauer-Stiftung (KAS), Rockefeller Foundation, entre otros.


 La ciudadana Ariana Szepsi Colmenares, vinculada a CIMA y por ende a Fundamedios, en sus artículos no hace más que repetir el trillado libreto de los supuestos defensores de la libertad de expresión. Esto es, cuestionar la Ley Orgánica de Comunicación - LOC, que en esencia la aborrecen porque perdieron el monopolio de la opinión pública, César Ricaurte en ese sentido ha sido claro, se plantea redefinir los medios públicos y limitar las réplicas, que han demostrado ser un logro de la LOC, ya que antes no era posible responder a calumnias o imprecisiones lanzadas por los llamados “medios independientes”. En estos días Fundamedios está celebrando los 10 años de su creación, coincidentemente esa ONG apareció en los días en que triunfo el candidato Rafael Correa, y lo celebran desarrollando unas jornadas denominadas „Periodismo contra la corrupción‟, sería hacer justicia a la historia si Fundamedios también recordara la corrupción sistémica que se producía en el período neoliberal y que aquí a grandes rasgos hemos esbozado.
 El 2014 TeleSur informaba sobre el Grupo Andino de Libertades Informativas (GALI)9 como articulador de organizaciones en Perú, Venezuela, Bolivia y Ecuador que tienen como eje discursivo la promoción de los derechos humanos y la libertad de expresión. Presentamos el siguiente resumen: De acuerdo a los cables Wikileaks, César Ricaurte (…), figuraba junto a otros periodistas de medios privados (Carlos Jijón, Jorge Ortiz, Alfredo Negrete), como informante de la Embajada de Estados Unidos en Quito. El objetivo del Departamento de Estado de EEUU y de las agencias USAID y NED es lograr, a través de redes como GALI, la construcción de matrices de opinión contrarias a los gobiernos de izquierda, ya sea, como se demuestra en Venezuela, para socavar la moral de los conductores de la revolución o para sentar las condiciones de un cambio por métodos no democráticos. Es decir, ese papel ideológico-subversivo que se esconde en la defensa de la libertad de expresión y los derechos humanos en países donde más bien lo que sucede es una ampliación de la democracia y de los derechos como resultado de procesos políticos posliberales, es parte de la estrategia del llamado Golpe Suave. Es más, existe bastante coincidencia en estudiosos de la comunicación y la ideología como Ignacio Ramonet y Noam Chomsky que la batalla se libra hoy en el campo de los sentidos y los símbolos, y que la “guerra mediática” contra los procesos de cambio son el preludio de planes de desestabilización mayor. Al grupo GALI pertenecen la Asociación Nacional de la Prensa de Bolivia (ANP), Fundamedios de Ecuador y el Instituto Prensa y Sociedad (IPYS) de Perú, Venezuela y Colombia. Un seguimiento a las fuentes de financiamiento de estas organizaciones permite identificar al Departamento de   Estado de los Estados Unidos y a las agencias USAID y NED, bastante conocidas por sus trabajos de subversión. Detrás de nobles causas, como la defensa de las libertades informativas, la promoción del periodismo de investigación y la prestación de servicios a la ciudadanía y al sector público, los gobiernos de izquierda concentran la atención sistemática de estos grupos no gubernamentales. La red IPYS es la más importante del grupo GALI. IPYS es miembro de la agrupación, Intercambio Internacional de Libre Expresión (IFEX) y es parte de la red de Reporteros sin Fronteras (RSF), organización francesa financiada por el Departamento de Estado de Estados Unidos a través de la NED, el Instituto Republicano Internacional y el Comité para una Cuba Libre. IPYS recibe su financiamiento de la NED, la Fundación Ford, la Fundación Open Society (de George Soros, que también fue financista de la ‘revolución naranja’ en Ucrania), Konrad Adenauer Foundation (que también financia a Súmate y otros grupos de la oposición), entre otras fuentes. Los planes de injerencia para socavar los procesos políticos emancipadores en América Latina van a continuar. De hecho, a la guerra económica y las acciones de terrorismo y violencia desplegadas contra la revolución venezolana hay que agregar la guerra mediática.

 Mario Ramos
Director Centro Andino de Estudios Estratégicos
 13 de enero de 2017

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