¡Rómpete!
¡Que se rompa el silencio
que te ha petrificado!
¡Qué se rompa la piedra
que te calla
y domeña los latidos
con los que tu corazón lucha!
¿Cansancio?
¡Más cansancio!
Cansancio hecho silencio,
silencio que te cansa
y te hace vomitar el tiempo,
el tiempo donde te sepultas
y te impide vivir,
te obliga a sucumbir
y te hace silencio.
¡Rómpete!
¡Grita!
¡Sueña!
y que te sea ligero soñar
porque en los sueños vueles
y aterrices con ellos,
(me han interrumpido
con un
ruido extraño)
pero sueña
que se rompa el equilibrio
donde el sueño, programado,
se hace sopor que no levanta el vuelo
José Luis Molina
23 enero 2020
2 comentarios:
Peregrino de Cabeza Nevada: has topado el “Talón de Aquiles”, leyendo tus versos me doy cuenta que con esto del silencio y del cansancio algo anda mal.
Sí, con ese cansancio del que uno no se cura durmiendo,
ese cansancio que se lleva algo muy nuestro,
cansancio que no es físico, pero que te hace pesar la vida,
ese cansancio que se lleva nuestra poesía, nuestros sueños, nuestras utopías,
cansancio que aprisiona nuestras gargantas y nos obliga a tragar nuestros gritos…
Anita
Anita: No sñe si leerás este comentario mío. Espero que sí. Decirte que te dediques a escribir. Aparte de la realidad que lleva dentro, que no entro a opinar por este medio, tu texto tiene poesía. No lo desaproveches.
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