viernes, 9 de febrero de 2024

LA ORACIÓN COMO PUNTO DE INFLEXIÓN

 

 

Del Evangelio de hoy me parece a mi que se destaca un momento esencial que yo lo miro como punto de inflexión

En la vida, en la vida de cualquiera, en cualquier recorrido vital, punto de inflexión es aquel momento en que el proceso vital que se ha ido desarrollando llega a un punto crucial a partir del cual se cristaliza en concreciones que determinarán el proceso vital siguiente.

Pues este momento esencial, al que yo considero punto de inflexión, lo presenta muy escuetamente: Se puso a orar. Lo dice así. Sin más: Se levantó de madrugada, se marchó al descampado, para encontrarse él con el Padre.

No interrumpe la tarea, no la deja de lado, para este encuentro. Es más, en este  encuentro , en medio de él, está presente la tarea.

Por eso es bueno que no se nos pase desapercibidos que hay un antes y un después. Y en los dos tiempos hace lo mismo: Construir sus días desde lo que tiene y da sentido a su existencia.

Primer tiempo acude a sanar, liberar, optar por la persona, por el ser humano, llegando incluso, a reintegrarlo donde la realidad o las circunstancias lo tienen excluido.

De igual manera, en el segundo tiempo, dice a Simón  y los otros: Vámonos a otro lugar a seguir con lo que debo: ofrecer la buena noticia y ayudar a liberar de los demonios que la obstaculizan.

Pero, a mi, siempre me ha llamado la atención y me ha despertado curiosidad imaginarme cómo sería la oración de Jesús.

En primer lugar pienso que sería en un tono, en un clima, de pleno situarse y situar la vida frente al proyecto del Padre con sencillez, frontalidad, honestidad, sin falsa modestia . En el texto hace referencia clara y directa a la tarea a la que se debe.

El evangelista sitúa la oración como epílogo de una jornada de intensidad evangelizadora y como prólogo de la siguiente jornad en la misma dirección.

Todo ello me hace pensar que la oración de Jesús es mirar la tarea realizada a la luz de su misión para posicionarse de cara a la continuación.

Y por eso, en la segunda jornada, Marcos introduce una variante con relación a la primera .En el atardecerse han ido agolpando mucha gente, a los que Jesús ha respondido.

 


 

Pero aparece un peligro: “La idolatría”. “Todo el mundo te busca”. Para ser líder. Para ser rey. Para ser jefe. Hoy se diría para ser influence o tener fuerza mediática que desde la forma, el poder, los aplausos,  manipulara multitudes, aunque fuera para ir contra los romanos.

Y eso Jesús no lo acepta. El fruto de la oración está en la respuesta: Sigamos con la tarea que para eso he venido – dice Jesús-. Pero no donde me lleven o donde haya reporteros. Vayamos a un lugar que me necesiten  pero que no figure en los recorridos místicos o devocionales, pero si en los planes del proyecto del Padre. No te interesa la Palestina Tierra Santa de las peregrinaciones y los recuerdos y souvenirs topificados sino la Palestina de Gaza y de cualquier parte del mundo empapada de sangre y trabajada con injusticias e  intereses personales o inconfesables de los que son víctimas siempre terceros más débiles.

Señor, enséñanos a orar.

Un abrazo

José Luis Molina

4 de febrero del 2024

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