martes, 24 de mayo de 2011

UN OBISPO DE LOS QUE, LAMENTABLEMENTE, NO QUEDAN MUCHOS

CARTA DE GONZALO LOPEZ MARAÑÓN, Obispo emérito de Sucumbíos



Mayo 24.2011

A los herman@s en la fe y ciudadan@s de Sucumbíos y de todo el Ecuador.
A todas las personas de buena voluntad.



PAZ EN EL SEÑOR: Quiero notificar a todos ustedes que en el día de hoy (mayo 24.2011, 5pm) estaré iniciando un ayuno público por tiempo no determinado, en el parque de la Alameda de quito frente a la iglesia de El Belén. Esta inusual decisión en un obispo, me impone el deber de presentar ante ustedes las razones personales que tengo para ello.



Llegué a Ecuador desde España, mi patria nativa, a fines de 1970. Y desde entonces trabajé como misionero en lo que hoy es provincia de Sucumbíos, ejerciendo de responsable de la misma, primero como Prefecto Apostólico y desde diciembre de 1984 en calidad de obispo- Vicario Apostólico. Dejé mi cargo el 30 de octubre pasado, muy agradecido a Dios de ver una provincia organizada y una Iglesia en camino y en PAZ.



Pero ese ambiente tranquilo, lleno de esperanza y de amigable convivir, en estos momentos aparece ultrajado y desecho a sólo seis meses de mi salida, debido a innumerables quebrantos y divisiones en la comunidad cristiana y ciudadana, que cada día se agravan más y mas. Hay, pues, que accionar determinadamente y con urgencia para que se de la reconciliación entre herman@s, se curen las heridas abiertas y vuelva la PAZ a aquella tierra. Y ante esto me he preguntado como cristiano y como obispo, qué debería hacer por ese nororiente e Iglesia tan queridos, por los que dí y quiero seguir dando la vida...!Y éste es un buen argumento, me parece, para este ayuno público que he decidido realizar ante mi conciencia y ante Dios.



La otra razón igual o más inaplazable aún, viene del propio Jesús -el Maestro- con su ejemplo y su palabra. Nos pidió él: "QUE TODOS SEAN UNO, COMO TÚ, PADRE, ESTÁS EN MI Y YO EN TI; QUE TAMBIÉN ELLOS SEAN UNO COMO NOSOTROS, PARA QUE EL MUNDO CREA QUE TÚ ME ENVIASTE... YO EN ELLOS Y TÚ EN MI, PARA QUE SEAN PLENAMENTE UNO." (Jn. 17, 21-22) ¿No es suficiente este mandato apremiante, salido del corazón del buen Jesús, para que el pastor de la vida por sus ovejas? Pues éste es para mi el motivo mayor para embarcarme en este ayuno con plena disponibilidad y confianza.


Pido su oración y su comprensión-




Fr. Gonzalo López Marañón, Carmelita Descalzo

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