sábado, 31 de diciembre de 2011

FELICITACIÓN DEL AGUA NUEVA


El año no es viejo.
Es un eufemismo
por serlo nosotros.
Y no hay año nuevo.
Es otro eufemismo
con el que tapamos
artrosis ocultas.
Nueva es el agua
que corre entre las rocas,
que baila, despeñándose,
mientras canta romances
o evoca ensoñaciones.
Nueva es el agua
que refleja al sol,
que se estrella en la playa
o se remansa plácida
y, recogiendo acordes,
penetra en las pupilas
y acaricia el oido.
Nueva es el agua
que reverdece el campo,
hace llorar las flores
y se queda en las manos
que supo acariciarla.
Nueva es el agua
que sube por los montes
y se hace paleta
y ligero pincel
de fantásticas formas
para luego quedarse
allá, arriba, muy alta
y venir descendiendo
despacio o deprisa,
a través de la tierra
por donde sus entrañas,
para ser nuevamente
carcajada, sonrisa,
destello y caricia,
vértigo y remanso.
Viejo soy yo
cuando me hago fango
y en el barro me quedo
esperando me sequen.
Pero cuando soy agua
de espumas y cabriolas,
cuando me hago ola
o salto entre las rocas,
soy joven,
siempre seré joven
para aquellas manos
que en mi seno sumergen
sus anhelos, sus miedos,
sus utopías, sus sueños,
y sientan que su sed
se ha fundido en el beso.
José Luis Molina
Felicidades por el agua nueva

No hay comentarios: