martes, 12 de junio de 2012

YA SON SIETE

Al cumplirse siete años del conflicto que nos llevó a luchar y de donde surgió la realidad del Intiruna de hoy, mi recuerdo, mi cariño, mi gratitud, mi adhesión hacia aquellos que estuvieron en la lucha y en las lágrimas (de alegría y de rabia)

Ante la voz altanera,
nosotros, altivos,
alzamos la nuestra.
La mitra, acostumbrada
a ser inexpugnable cumbre,
tembló de ira
y, tal vez, con miedo
pretendió
que nuestras coordenadas
se borraran del mapa
de la vida y la historia.
No hablamos de victoria
pero si de identidad,
de dignidad descubierta,
luchada y enarbolada
en los mástiles de nuestra esencia.
Hoy, tras siete años
de persistencia y credo,
de horadar muros
y sembrar margaritas,
siguen nuestras gargantas
gritando entre sonrisas
"LIBRES, HONESTOS, DIGNOS",
así nos quiere Dios
y así será nuestra semilla.

José Luis Molina

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo recuerdo bien, de tí de Miguel salieron aquellas palabras LIBRES, HONESTOS Y DIGNOS, así lo seguiremos reconociendo y por ello seguiremos luchando, un abrazo y la celebración del día con tú sentida presencia.
MT.

Anónimo dijo...

Recuerdo que hace 7 años, Miguel y José Luis, decidieron trabajar con los niños de la escuela en dos jornadas, es decir, no cerraron la escuela, bien pudieron hacerlo al tener la ausencia de las tres maestras que decidieron ponerse en huelga de hambre; después de esta jornada de trabajo, acudían diariamente al lugar de la huelga, a darnos ánimo, a acompañarnos, a encontrarse con la gente que allí se concentraba para solidarizarse con nuestra causa, también, porque iban cargaditas de dudas, de resentimientos en contra de la Iglesia jerárquica, fue en estas tardes donde descubrí en estos dos curas “locos” su gran amor por la Iglesia, fue allí que descubrí que su teología incomodaba a las autoridades religiosas que se asentaron sobre el poder sagrado y se fosilizaron en él. En sus pláticas con la gente, ellos siempre insistieron que la Iglesia debe ser liberadora, acogedora, articular fe y justicia, teoría y praxis, y hacerse fundamentalmente Iglesia de los pobres, que el servicio último no es a la Iglesia, sino en la Iglesia a Dios, a las personas, especialmente a los pobres, que un día juzgarán si su teología fue únicamente ortodoxa y no práctica, que es la que realmente sirve a la liberación, entonces, ahora entiendo, el por qué estos dos curitas no salieron corriendo cuando empezaba el conflicto, el por qué reconocían en Jesús como a su único Señor y el por qué, ahora, junto a ellos hemos seguido haciendo historia y mirando con ojos de gratitud a todas aquellas personas que se unieron solidariamente a nuestra lucha, a la lucha colectiva de los INTIRUNAS. Gracias y Dios les bendiga a cada uno de ustedes porque seguimos unidos solidariamente en nuestra historia.
Anita.