Hoy como
ayer y como siempre
levanto el
brazo empuñando
la simple
copa de manzanilla sanluqueña
o esa
cerveza barata de la taberna
compartidas
con los viejos,
y lo hago
por ti,
por tu
brazo cargado de pintura y poesía,
por tu
esplendida cabeza,
por tu
cuerpo desgranado
y sembrado en la historia.
Nunca la
palabra será precisa,
ni será
suficientemente nítida
para
expresar lo recibido.
No eres el
trinar de pájaros que me despierta,
ni el que
me despide en el atardecer,
no eres
las flores que sembraste,
ni el
poema que escribiste
o el
cuadro que pintaste,
no eres la
estética de mi casa,
pero lo
eres todo
porque en
todo estás presente.
En la
Bética o en los Andes,
en la
campiña o en el litoral,
te esperan
los nidos y moreras de los niños,
sus
gusanos de seda,
las
ventanas enrejadas de los pueblos,
esa mujer aún enamorada,
los útimos
agricultores,
un puñado
de honestos y el mar,
la mar de
los poetas andaluces.
Y aunque
despiertas envidia,
insensatez y casancio en los cobardes,
seguirás creciendo en las margaritas
mientras
ellos lo hacen en su ceguera.
Yo, aquí,
aquí me
tienes,
con la
dignidad como sombrero,
haciendo
verdad esa palabra tan tuya:
¡Amigo!
Miguel Á. Olmedo Jiménez. El Torno 16 de Julio de 2017.
2 comentarios:
No eres el trinar de pájaros que me despierta,
ni el que me despide en el atardecer,
no eres las flores que sembraste,
ni el poema que escribiste
o el cuadro que pintaste,
no eres la estética de mi casa,
pero lo eres todo
porque en todo estás presente.
experiencia, símbolo, rito... en pocas palabras SACRAMENTO DE LA VIDA, así de sencillo y profundo lo dibujan estos versos... bien escrito, bien dicho a quién merece que se honre su vida... QUE SUERTE A LOS BOSQUEÑOS, QUE SUERTE PARA EL BOSQUEÑO QUE ESCRIBE EL VERSO Y FELICIDADES Y REGOCIJO ANTE LO QUE BROTA DE TU VIDA JOSÉ LUIS.
MT.
gracias JOSELUÍ. Ojalá que tambien nos pusieramos ese sombrero
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