miércoles, 10 de enero de 2024

EN TORNO A LA FAMILIA



 

 

 

 

Creo que la fiesta que se celebra este domingo, y algunos aspectos de las lecturas, requieren de una reflexión y de un análisis profundos. Probablemente, algunos de ustedes, o tal vez muchos, no estén de acuerdo con mi opinión. No trato de imponerla, sí de compartirla.

Para empezar, quiero quedar claro que lo que yo entiendo por familia es una realidad existencial extraordinaria. Estamos hechos para los otros. Y ésta sería la concreción primera: los “primeros otros” con los que encontrarnos sería la familia. Sin familia no podríamos subsistir. La familia es lugar y realidad de experiencias únicas.

Pero no opino lo mismo de la deriva que le hemos ido dando al hecho familiar. Entre esto que yo digo, que opino sobre la familia, y lo que se ve en el común de cada día, hay una gran diferencia que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Creo que algunas de las cosas que estoy pensando compartirlas, no son muy agradables. Espero sepan disculparme. Sobre todo , si honestamente no creen que tenga razón, no me hagan caso. Si creen que sí, que tengo algo de razón, sepamos que de nosotros también depende el hacer algo.

Empezaré por decir que tendríamos que ponernos de acuerdo para estar definidos y claros en lo que es la familia.

Empezaremos por su constitución

Empieza formándose por dos personas. ¿Cómo?. ¿Para qué? ¿De qué manera?. Y ahí empiezan los peros. Uno de los grandes males de la institución familiar es que no nos preparamos para construir una familia: la procreación, el sexo, el mundo de relaciones, la lucha contra la soledad, etc, todo está en ella, es cierto, pero no son lo único: Si no se da la procreación en el matrimonio,  si el sexo sufre de dificultades graves, por ejemplo paraplejia en uno de sus miembros, cuando la soledad llega a pesar y por cualquier motivo o motivos diversos, ¿dónde queda la familia y de qué forma y para qué? Creo que las frustraciones que desde la realidad familiar tenemos que afrontar muchas veces son, normalmente, de lo más difícil de encajar. Luego, por otra parte, lo hemos construido sobre la apariencia de la buena imagen, el qué dirán, y cuando surgen problemas pues ocultarlos, aparentar lo que no es, etc, con lo cual sufrimos una presión terrible.

Se podría estar diciendo muchas cosas sobre este asunto. Sería inacabable. Obviamente no lo voy a intentar. Pero me voy a centrar en algo que creo es imprescindible: No nacemos sabiendo qué es una familia y cómo construirla. Por otra parte, no todo el mundo es apto para formar una familia.

Por tanto, lo primero que tendríamos que hacer es prepararnos, formarnos, sabiendo que elementos son fundamentales y cuales líneas rojas no deberíamos rebasar nunca.

Y en esta preparación habría que incluir un proyecto común de vida. Formar familia, ¿para qué? Ser conscientes, ambos constituyentes, y asumir la razón de ser. Yo considero que con este proyecto común y con  coherencia, honestidad, amor  y compatibilidad se podrían hacer frente, por lo menos, a una buena parte de la crisis y problemáticas familiares. Desde luego, cerrando los ojos y ocultando, no. No todos sirven ni les interesa una familia. Por el bien de ellos, y de la familia, que no se metan en est berenjenal. El proyecto familiar, para que realmente lo sea, debe tener siempre como meta, como finalidad, engendrar vida: vida para los que la constituyen, vida en plenitud, engendrando vida a otros miembros que se incorporan como consecuencia del encuentro de los originarios. Pero vida no solo física. Deben esforzarse en capacitarlos en madurez para que logren esa vida, y eso no pasa por las actitudes y caminos de la permisividad, el comprar voluntades, movernos por los antojos,  satisfacer caprichos, etc.

Y vida para más allá de ese entorno primario. La familia debe generar vida para la sociedad.

Si creen que algo de lo comentado es útil, proyéctenlo sobre la realidad en crisis de la familias y así puede que encuentren pistas.

Mucha suerte

Un abrazo

José Luis Molina

31 de diciembre del 2023

PD.- Lo reflexionado es aplicable para cualquier modelo familiar que hoy podamos encontrar.


jueves, 4 de enero de 2024

EL SOL QUE NACE DE LO ALTO

 


 

 

 

 

 

Hoy quería comenzar contándoles  que la fiesta cristiana de la Navidad coincide con la fiesta pagana del sol naciente, principalmente del mundo romano pero también germánico. Y es que también en el mundo bíblico se plantea el simbolismo de la fiesta del sol naciente pero adquiriendo un perfil específico y propio.

Lo tenemos en el texto de Isaías  9, 1-6 y en Lucas 1, 68-79.

No nos asustemos. Alegrémonos con las coincidencias, Todos hablan de luz y de sombras y esto determina y da un fuerte sentido a lo que celebramos. Además es curioso e importante comprobar como el concepto de Dios participa de rasgos comunes en el ser humano cuando quiere explicarlo aunque se parta de orígenes distintos.

Los romanos la llamaban la fiesta del nacimiento del sol invicto. Esta fiesta indicaba el nacimiento de un nuevo sol que vencía a la oscuridad pues, no en vano, a partir del solsticio de diciembre (día 21) los días van creciendo devorando a la noche, a las tinieblas.

En los textos bíblicos, estos elementos míticos se hacen simbólicos para entender lo que se celebra. No es quedarnos en que “nos ha nacido un niño” y nada más: a mirar los peces en el río, hacer chocolate o tocar las campanas una sobre otra.

Nos nace un niño, nos nace una nueva humanidad, un sol que disipa las tinieblas, as sombras de muerte.

Esta nueva humanidad, este niño que nos nace, no es pasivo. Es tremendamente activo. Mirar su luz, dejarnos llenar de ella, mirar su estrella, es embarcarnos en la tarea.

Nos visitará el sol que nace de lo alto para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombras de muerte, par guiar nuestros pasos por el camino de la paz. (Lucas 1, 79)

Navidad:

                El sol que nace de lo alto,

                 La luz grande que rompe las tinieblas:

                 La bota que pisotea y masacra,

                 El corazón que excluye,

                 Han sido pacto de las llamas.

Navidad:                                                     

                  Cuando ilumina,

                  Si no apagamos su luz,

                  Es compromiso con la paz,

                  construida  desde la justicia,

                  es reclamo de libertad.

Sed felices.

Un abrazo

José Luis Molina

25 de diciembre del 2023.

 

CORAZÓN ABIERTO, VIDA EN ABUNDANCIA

 



 

 

Hoy nos encontramos repitiendo el mismo texto del evangelio del día de la Inmaculada.

Pero, obviamente, voy a intentar que mi reflexión de hoy toque otros registros.

El día 8 le compartía mi experiencia de que “la llena de gracia” era un referente de humanidad abierta plenamente a la vida que llenaba la vida de maternidad.

Hoy,  María, la llena de gracia, se presenta como referente fundamental y radical del Adviento. El adviento es el Señor que viene, es  la iniciativa de Dios de llegar a la humanidad y viene para que surja una vida nueva, vida que nos salva.

María, ante la iniciativa de Dios que viene, es puerta abierta para su llegada y es humanidad que lo hace  concreto  en la humanidad de su hijo. Y esta disposición, esta actitud, la hace ser también  referente super claro (definido) de salvación.

De estos soliloquios aparecen dos aspectos fundamentales y esenciales:

·      El adviento que viene es iniciativa de Dios. De ahí que, a María, se la presente recibiendo la propuesta de ese proyecto de Dios.

·      El segundo aspecto es que Dios, el todopoderoso, no es un dios impositivo. Requiere una respuesta comprometida, sincera, real, de aceptación en su respuesta ante la propuesta.

·      Y ahí nos encontramos con María, referente de todo ello.

Y ante esto nos quedamos subjetivamente expectantes en esta víspera de Navidad que desea ser engendradora de vida.

Felicidades. Un abrazo.

José Luis Molina

24 de diciembre del  2023

ESPÍRITU, TESTIMONIO Y ESPERANZA



 

Sed constantes en el orar, dice Pablo.

¿Qué significa eso?. ¿Tened “un tiempo”, “un ratito fijo”, intocable, para rezar?.

Yo, desde luego, no opino así.

Creo que es mucho más.

Sin quitar ni discutir momentos específicos, creo que ser constantes en el orar es orar permanentemente, que toda mi vida sea diálogo y confrontación de lo qué vivo, cómo lo vivo y por qué y para qué lo vivo con el referente absoluto: radicalmente Jesús de Nazaret. Pero no con la biografía de Jesús, irrepetible, seguramente inigualable y, seguro, que diferente de la mía, pero si confrontable con su evangelio, su legado, su propuesta, (que es el mismo Jesús) y que cuando lo acepto, me salva.

 

Pero la historia personal y colectiva lo confirman: el rezo es susceptible de ser  manipulado. Hemos, alguna que otra vez, o muchas veces, llamado oración a repetir mecánicamente frases hechas y darle muchas vueltas a la cabeza para hacer que Dios coincidiera con mi idea. Esto lo hace evidente el que ,después de nuestro subrayados espacios de oración y rezo, hemos seguido en las mismas.

Ante esto también encontramos indicaciones en las lecturas de hoy.

Hacer oración desde el Espíritu, mirando al mundo desde el Espíritu de Dios, analizando mi mundo desde el mismo Espíritu, haciendo preguntas y buscando respuestas desde ese mismo Espíritu, es decir, obviamente, quedándonos, optando, por lo mejor, que no tiene que coincidir con lo que a mi me gustaría o me interesa.

Y ese orar desde el Espíritu, si de verdad el Espíritu esta sobre mi,  se traducirá

·      En ser anuncio de Buena Noticia para la humanidad.

·      En ser acogida y compasión para los que sufren

·      En ayudar a que recuperen la salud los corazones desgarrados.

·      Para recuperar deudas, contenciosos y construir sobre amnistía y tiempo nuevo,

·      Para ayudar a que las personas alcancen su libertad y dignidad responsablemente.

·      Y para defender  y proclamar que la vida, gracia de Dios, debemos defenderla de toda manipulación y menoscabo.

Y el resultado de este orar desde el Espíritu nos transforma, nos llena de gozo, alegría y me convierte en el desierto florido tras la lluvia.

Seremos testigos de la luz.

Y no lo seremos por programación, sino por coherencia.

Dios nos bendiga.

Un abrazo

José Luis Molina

17 de diciembre del 2023

 

 


miércoles, 3 de enero de 2024

SIEMPRE ES TIEMPO DE COMIENZO

 

 



 

Que bonito el texto del Evangelio de este domingo II de Adviento según Marcos. Si os parece vamos a irlo parafraseando.

 Lo primero qué decir:

“Comienza el Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios”

Nos detenemos para que esta pausa nos permita caer en la cuenta de lo siguiente:

Va a comenzar un relato. Un relato con un estilo (género literario) concreto: evangelio. No es biografía. Es la Buena Noticia que Jesucristo ES y que, además,  se hace proposición. Y lo hace construyendo, vinculado a la persona de Jesús, la propuesta de Dios. No es la biografía de Jesús. Por eso aquí no aparecen las escenas de Belén. Marcos decide entrar de lleno en el acontecimiento de esa salvación que anuncia y que  ya, los seguidores poseen. Y para ubicarlo, recurre al A.T al profeta Isaías.

Este proyecto salvador de Dios se ha ido comprendiendo progresivamente en diferentes momentos teológicos: Éxodo,        exhortaciones proféticas e invitación a posicionarse activamente       en ese encuentro con Dios de la humanidad. Es invitación a preparar (hacer posible) cambiando y enderezando  senderos. Y una expresión importante: “Una voz grita desde el desierto” Desde la desnudez, el des- 

prendimiento de lo que estorba y entorpece, grita la voz, llama invita, comunica , proclama.

La invitación no se hace desde cátedras solemnes en el templo, desde estamentos de poder, sino desde el mundo y para el mundo,  realidad teológica de  la que Juan es símbolo esencial fundamental y radical.

Juan, desde el desierto, desde el abandono de los elementos religiosos que no llevan a ninguna parte, ni producen ningún efecto, es esa voz que anuncia y proclama con fuerza. Vestido con piel de camellos, alimentado para la vida por la vida (saltamontes y miel silvestre), no del consumismo ,sin ninguna pretensión de poder, de escalar puestos , de ser importante. Por eso, lo que Juan significa, será el más importante ser humano (nacido de mujer).

Este Juan es anuncio y señalamiento del Dios que llega y lo hace par dar el paso definitivo: El Bautismo con el Espíritu Santo. Es decir, la invitación, la llamada a sumarnos  en el empeño por esa tarea.

Es invitación y llamada a no ser espectadores.

Para terminar, detengámonos y pensemos:

¿Estamos intentando asumir todo esto, nosotros que hemos oído la voz desde el desierto, y ser esa voz?

Si es así podremos realizar una tarea: Consolad , consolada al  pueblo. Sed palabra de esperanza para el pisoteado y oprimido y transmitirle la experiencia, vuestra experiencia, de que nuestro Dios llega con brazo protector y nos lleva, como pastor, a la vida.

Adviento es esperanza.

Un abrazo

José Luis Molina

10 de diciembre del 2023

LLENA DE GRACIA

 


 

 

Para mí, el 8 de diciembre, es una fiesta entrañable. Por eso, la reflexión  sobre esta fiesta no digo que no sea una reflexión teológica pero, de antemano, confieso que es una reflexión de mi teología particular, sin pretensiones. La llamo así porque en la manera de asumirla entra , desde mi comprensión de Dios, el modo en el que mi experiencia vital se vincula  con ese descubrirlo a él .

Desde que tuve uso de razón, el 8 de diciembre se celebraba el “Día de la Madre”. Se celebraba y lo seguí celebrando. Y lo sigo celebrando.

No sé por qué se determinó esta fecha para llenar el día de “maternidad”.

Después lo trasladaron a mayo. Pero yo, poco amigo siempre de que me impongan por donde tengo que dirigir mis pasos, seguí manteniendo el día 8 lleno de maternidad.

María, la que nos llegaba totalmente abierta a Dios, la llena de gracia, llenaba de maternidad ese día. María, la llena de gracia, transcendía el lugar, el espacio y el tiempo y se convertía en signo de fe, aspecto teológico, de la experiencia de Dios con voluntad de encarnarse.

Pues bien, en ese contenido universal de vida y maternidad, había un lugar donde me encontraba con mi madre, la mujer a través de la que llegué a la vida que en Dios tenía su origen.

Y todo ese contenido, armoniosamente amalgamado en esta fiesta, sigue ocupando un importante lugar en mis sentimientos y modula mi posición en ella desde la fe.

Quiero ver a María, la llena de gracia, como referente de la plena y radical apertura a Dios. María llega a la vida y, a través de ella, nos llega Jesús de Nazaret, el proyecto de vida de Dios para nosotros.

No hagamos de María una diosa. No lo necesita. María no necesita de nada que la distancie de nosotros. Todo lo contrario.

A una María que no sea permanente instancia referencial para nosotros, le habríamos arrancado su lugar como experiencia fundamental para nuestra fe.

Feliz día. Un abrazo

José Luis Molina

8 diciembre del 2023.

domingo, 10 de diciembre de 2023

EL MOMENTO


 

Hoy me puse a elaborar la reflexión del y para el Domingo I de Adviento,

Para ello leí las lecturas correspondientes. Tras hacerlo, pensé que podría ser interesante  ir entresacando de los textos palabras o conceptos sobre los que detenernos y reflexionar.

Y así comencé a hacerlo:

En esta hoja de papel he ido escribiendo

·      Nuestro Padre. Esa expresión no era solo eso. Era el reconocimiento de un “hecho”, la concepción de una vida determinada, específica, elaborada desde unos “genes” concretos. No era, pues, cualquier vida. Y si era otra o era cualquiera, en cualquiera podría encontrar la paternidad concreta.

·      Nuestro Salvador. Salvador mío y de otros. Salvador ¿de qué, cuándo y cómo?. Un antes y un ahora  que debería tener definido, no arropado por la ambigüedad. Una salvación que debería ser generadora de fiesta y de celebración.

·       Te encuentras con los que practican la justicia y construyen la historia por tus caminos. Hay un camino. Está definido el camino de encontrarnos contigo: no en la pasividad, no ns el simple lamento,   sino en los que hacen y n hacer Historia de Salvación

·      Tú alfarero, nosotros barro de tus manos,

·      Probados testimonios de Cristo.

·      Cualquier momento es el momento. Todo momento es el momento. El momento es la experiencia de Jesús, la experiencia de Dios en Jesús, en nosotros, en la vida.

 




A la orilla del río

miraba el agua:

cantaba entre las rocas,

hacia saltar las hojas arrastradas,

salpicaba el aire

y mojaba el viento.

y el aire se llenaba

de aroma de agua limpia,

de agua de amanecer,

de agua rescatad de la sombra..

Pasó el tiempo:

un tiempo, dos tiempos,

muchos tiempos.

Pasaron los momentos,

pasó el agua

y yo seguí en la orilla.

Hablé del agua

 Con mis dedos secos,

y mis cabellos no engarzaban gotas:

cristales transparentes eran

pero no vida regada

ni bosque humedecido.

Un día, un momento,

en un momento, que se hizo “el momento”,

metí mis pies entre las rocas

y mi cuerpo, todo él, quedó

bañado, por el agua,

de rumores de agua

entre las rocas, lleno

de luces que el aire transportaba,

de vida que nacía bajo mi pelo,

bajo mi piel,

que rompía en deseos de vida,

de vida fecundante y fecundada,

de vida que buscaba

el abrazo y el beso.

Y me quité el reloj

y, tras mirarlo,

lo arrojé lejos.

Y dejó el tiempo de ser tiempo

y  todo él, y en él, se hizo momento.

 

Termino.No sé si me he salido del renglón. Espero que no. Ahí os lo dejo.

Un abrazo

José Luis Molina

3 de diciembre del 2023