miércoles, 3 de enero de 2024

SIEMPRE ES TIEMPO DE COMIENZO

 

 



 

Que bonito el texto del Evangelio de este domingo II de Adviento según Marcos. Si os parece vamos a irlo parafraseando.

 Lo primero qué decir:

“Comienza el Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios”

Nos detenemos para que esta pausa nos permita caer en la cuenta de lo siguiente:

Va a comenzar un relato. Un relato con un estilo (género literario) concreto: evangelio. No es biografía. Es la Buena Noticia que Jesucristo ES y que, además,  se hace proposición. Y lo hace construyendo, vinculado a la persona de Jesús, la propuesta de Dios. No es la biografía de Jesús. Por eso aquí no aparecen las escenas de Belén. Marcos decide entrar de lleno en el acontecimiento de esa salvación que anuncia y que  ya, los seguidores poseen. Y para ubicarlo, recurre al A.T al profeta Isaías.

Este proyecto salvador de Dios se ha ido comprendiendo progresivamente en diferentes momentos teológicos: Éxodo,        exhortaciones proféticas e invitación a posicionarse activamente       en ese encuentro con Dios de la humanidad. Es invitación a preparar (hacer posible) cambiando y enderezando  senderos. Y una expresión importante: “Una voz grita desde el desierto” Desde la desnudez, el des- 

prendimiento de lo que estorba y entorpece, grita la voz, llama invita, comunica , proclama.

La invitación no se hace desde cátedras solemnes en el templo, desde estamentos de poder, sino desde el mundo y para el mundo,  realidad teológica de  la que Juan es símbolo esencial fundamental y radical.

Juan, desde el desierto, desde el abandono de los elementos religiosos que no llevan a ninguna parte, ni producen ningún efecto, es esa voz que anuncia y proclama con fuerza. Vestido con piel de camellos, alimentado para la vida por la vida (saltamontes y miel silvestre), no del consumismo ,sin ninguna pretensión de poder, de escalar puestos , de ser importante. Por eso, lo que Juan significa, será el más importante ser humano (nacido de mujer).

Este Juan es anuncio y señalamiento del Dios que llega y lo hace par dar el paso definitivo: El Bautismo con el Espíritu Santo. Es decir, la invitación, la llamada a sumarnos  en el empeño por esa tarea.

Es invitación y llamada a no ser espectadores.

Para terminar, detengámonos y pensemos:

¿Estamos intentando asumir todo esto, nosotros que hemos oído la voz desde el desierto, y ser esa voz?

Si es así podremos realizar una tarea: Consolad , consolada al  pueblo. Sed palabra de esperanza para el pisoteado y oprimido y transmitirle la experiencia, vuestra experiencia, de que nuestro Dios llega con brazo protector y nos lleva, como pastor, a la vida.

Adviento es esperanza.

Un abrazo

José Luis Molina

10 de diciembre del 2023

No hay comentarios: