Nos encontramos con la fiesta de la
Asunción pegada al domingo y, sin que las lecturas sean similares, creo que,
contempladas en conjunto, tienen un contenido común importante y
correlacionado.
Voy a intentar explicarme .
Comenzaré por el evangelio del
domingo. Lo siento por los que creen y opinan que Jesús se sabía el final de
las cosas, lo que iba a ocurrir al dedillo y lo que venía después.
Quien ve a Jesús ve a Dios pero no
porque tuviera poderes mágicos sino porque sus obras son plenamente el actuar
de Dios. Dios actúa así. Dios actúa ahí (Jn. 10, 25-30). Y ahí estaba el
contenido de la oración de Jesús: discernir, en cada momento, cual era el
actuar de DIos y ACTUAR.
Pues bien, en el evangelio hay dos
momentos claramente definidos: El primero cuando argumenta el pensamiento de
los dirigentes religiosos de Israel que pensaban no había que dar la comida de
los hijos a los perros, es decir, que la salvación de Dios era para Israel y
los demás al rebusco.
Por el otro lado, la mujer,
extranjera, cananea, de tierra y país no religioso. Pero la mujer de fe grande
es capaz de hacer frente a lo que se le argumenta, supuestamente desde la
voluntad de Dios, contraponiendo que de la mesa de Dios, aunque sean migajas,
también comen hasta los perros. Y Jesús abandona la postura oficial para
exaltar la fe grande de la mujer, ¿Por qué?. Porque el actuar de Dios no era el
de la oficialidad religiosa. Y en esto está clamando la primera lectura: el
actuar de Dios nace desde la opción por el ser humano. De ahí que sus carriles
sean actuar según el derecho y la justicia, la justicia de Dios. Para Dios no hay nada por delante del ser
humano. Para Jesús, obviamente, el ser
humano es preferencial. Y hacer sus obras será trabajar por respetar y que se respete su dignidad, ,
no aceptar que él mismo se cosifique , se venda y se rebaje, no entrar en
connivencia con criterios de aprovechamiento, explotación, engaño, utilización,
falsedad. Por eso Jesús cura a su hija,
le dice a esa mujer que tiene derecho a la liberación y nadie se lo va a
arrebatar. (otra forma de parir al niño
según el Apocalipsis).
Pero todo esto me trae rumores de
países que invocan al Dios de Jesucristo
pero no acogen a la mujer que llega hasta ellos.. Por eso los que arriban a sus
playas y no han perecido en el empeño, o a sus aeropuertos, hasta las migajas
que reciben le son arrojadas al suelo y las recogen entre posturas de
desprecio, de desconfianza, , de acusación de venir a llevarse (robar) lo que
es nuestro.
Derecho y justicia quiere el Señor,
no silencio cuando no desprecio o xenofobia.
Y aunque solo sea quedándonos en esto, en el silencio ante esto, ya nos
hace partícipes.
Pues bien, situándonos en la
historia, en nuestro momento histórico, nosotros, la Iglesia, somos quienes hoy
tenemos que parir, seguir situando, a Jesús en el mundo. Y eso lo hará, lo haremos si encarna, no solo
recita, el Magníficat: En él, en el magníficat, también se apuesta por el Dios
del derecho y la justicia.
Proclamémoslo con gozo, esforcémonos en el empeño.
José
Luis Molina
15 y 16 de agosto 2020
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