Mis queridos INTIRUNAS:
Si siempre s pienso con frecuencia, al irse acercando el 25 de febrero, más intensamente. Este año, este día, lo tuvimos un poco complicado, aunque si pudimos ponernos en contacto.
Desde ese día han seguido siendo fuertes y hondos los recuerdos. Por lógica, con mi cabeza más nevada aún, con cierta intención de analizar y discernir y con mucha carga de emoción.
Y quiero confesaros una cosa. Desde hace mucho tiempo tengo el convencimiento de esa Palabra de Dios que nos llega a través de la palabra humana, de la palabra vivida y desde la vida que la palabra, nuestro verbo engendra. Pues, en estos días, pensaba que una de esas ocasiones en las que Dios me ha dicho es el día que me empujó a deciros que él os quería, nos quería, LIBRES , HONESTOS Y DIGNOS. Surgió en mi como algo esencial. Así nos quiere Dios. Y así os lo vuelvo a repetir. No os traicionéis, sed unos para los otros respaldo y fortaleza.
Yo, desde esa expresión esencial doy gracias a Dios por vosotros y con vosotros, porque,entre vosotros, que me acogísteis en mi opción de serviros, fui viviendo su concreción, me sentí sacerdote y amigo al mismo tiempo.
Con el abrazo de Miguel, recibid el mío.
José Luis
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