Un cielo lleno de estrellas
y un mantel lleno de cielo.
Un cielo que no es azul,
es mantel de color tierra.
Unas estrellas que andan,
pisan la tierra y la riegan:
Son sus lágrimas de ansias,
y de deseos de luz
y de sembrar vida nueva,
las que permiten ver cielo
en el barro de la tierra.
Estrellas que un día lucharon
y brillan hoy en mi mesa.
Estrellas que me alimentan
para seguir en la brega
de un mantel grande, inmenso,
que se llenará de estrellas
y en torno al que sonreirán
bocas pringadas de fiesta,
de la fiesta de la vida,
¡también vida para ellas!,
¡también para ellas fiesta!
Un mantel me regalaron,
se fue llenando de estrellas,
estrellas con nombres propios,
estrellas que hacen de espejo,
cristal que relampaguea
y es su brillo nueva savia,
savia de azul y de tierra,
de eternidad e infinito
de una infinita paleta.
José Luis Molina
Todos los Santos 1
noviembre 2020
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