lunes, 5 de octubre de 2020

NO ESTOY SOLO

 



 

 

Horas de desencanto,

¿quién no las tuvo?

¡Después!, … después,

cuando el humo se fue

y en el suelo quedaron

en cenizas los sueños,

a todos, en algún momento,

se nos rompieron

vidrios entre las manos:

a unos con estrépito,

a otros callados,

y empapado de sangre para éste,

o infestando las heridas para aquellos.

Pero todos tuvimos que enfrentarnos

con una noche oscura

y “otro día” que llega como un reto

y frete a ti se pone,

y te mira de frente,

y te reta cruel,

sin pausa, sin demora,

el después y el luego

se han marchado, huyeron.

Solo queda el ahora,

ahora es todo,

ahora es luego,

ahora es decidir si huir

ahora ya, sin desespero.

 

Y así, aunque temblando,

miras de frente sabiendo,

con  serenidad, saberte no sereno,

pero, en el suelo, clavas firmes los pies,

y decidir por ser no por huir.

 

Que bueno saber hay unos labios

que te besan desde un silencio inmenso

de cercanía y respeto,

unas manos que están

para aferrarte a ellas,

para sentirlas fuertes,

para sentirte en ellas fuerte

Y emerger si te hundiste.

Que bueno haya palabras

que no se pronunciaron,

que nunca se dijeron

pero fueron oídas

en el silencio,

desde el amor,

para impulsarte

a emprender nuevos sueños.

 

                          José Luis Molina

                        5 de octubre 2020

 

 

 

 

No hay comentarios: